Las protestas chinas tienen repercusiones en la pol¨ªtica interna
La agresi¨®n contra la Embajada china en Belgrado ha sido para los conservadores de Pek¨ªn la ocasi¨®n de protestar por las conversaciones chino-americanas sobre derechos humanos. Tambi¨¦n de acentuar las cr¨ªticas contra las concesiones que el primer ministro, Zhu Rongji, hizo sobre la apertura de ciertos mercados durante su visita a EEUU hace algunas semanas.Pero, cuando se tiene una poblaci¨®n de 1.200 millones de individuos, no se maneja a la opini¨®n p¨²blica sin asumir ciertos riesgos. Incluso si la c¨®lera de los chinos ha tenido ciertos tintes de espontaneidad, la orquestaci¨®n gubernamental de las manifestaciones antinorteamericanas y antibrit¨¢nicas, y la desinformaci¨®n sistem¨¢tica -transformar "error" en "ataque premeditado a la soberan¨ªa china" o silenciar permanentemente las excusas del presidente estadounidense- son armas que podr¨ªan volverse contra el poder. Sobre todo en un pa¨ªs que, excepto las manifestaciones de unas 30.000 personas que pertenecen a una secta hace unas semanas, no ha conocido protestas de envergadura en 10 a?os.
La conciencia nacionalista
No es la primera vez que la conciencia nacionalista se utiliza en China para agrupar a un pa¨ªs desgarrado. Fue incluso un arma importante del partido comunista en la era mao¨ªsta. Pero, al favorecer esta expresi¨®n masiva, se corre el riesgo de no comprender el impulso que la mueve. Sobre todo, si se ha reducido al silencio durante tanto tiempo. Y si, adem¨¢s, el d¨¦cimo aniversario de la revoluci¨®n estudiantil del 4 de junio de 1989 est¨¢ a s¨®lo tres semanas, y las autoridades lo intentan todo, m¨¢s incluso que otros a?os, para evitar conmemoraciones.El poder sostiene que la revuelta de entonces empez¨® como expresi¨®n popular de duelo por la muerte de un alto dignatario. Y que de la expresi¨®n de descontento a la de reivindicaci¨®n s¨®lo hay un paso que se puede dar muy r¨¢pido. Y con igual velocidad que crece el descontento social, crece la petici¨®n de manifestarlo. As¨ª, las autoridades han prohibido ahora a los partidarios de la constituci¨®n de un partido democr¨¢tico unirse a los manifestantes, que fueron seleccionados por los profesores. Y todo esto, sujetando la c¨®lera popular por boca del quinto personaje del Estado, el vicepresidente Hu Jintao, que ha llamado a la calma. Adem¨¢s, el lunes, los dispositivos de seguridad alrededor de las embajadas s¨®lo dejaban pasar a los manifestantes con autorizaci¨®n. Para hacer saber que la situaci¨®n est¨¢ controlada, la agencia china Xinhua dijo el domingo que, desde el lunes, todo volv¨ªa al orden en la Universidad de Pek¨ªn. "Los profesores y los estudiantes piensan que el mejor acto de patriotismo es permanecer en su puesto...".
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