Un¨¢monos al placer de descubrir
Una de las mayores satisfacciones que he tenido en mis responsabilidades de gesti¨®n cultural en estos cuatro ¨²ltimos a?os ha sido comprobar el creciente aumento de visitantes a los museos de nuestra Comunidad. Este fen¨®meno est¨¢ provocando en la sociedad valenciana un mayor aprecio por el arte, una progresiva concienciaci¨®n cultural y consecuentemente una mayor exigencia. Y creo que el elemento clave para entender este fen¨®meno cultural arranca de nuestra concepci¨®n din¨¢mica de los museos. Contra concepciones desfasadas y decimon¨®nicas que sacralizan los museos como espacios cerrados casi exclusivos para unas ¨¦lites minoritarias, aut¨¦nticos templos de la cultura con una liturgia ajena al sentir de calle, hemos pasado a abrir sus puertas para que entren los nuevos aires de la modernidad. Participo plenamente del lema del Consejo Internacional de Museos que los considera como "importantes medios de intercambio cultural, enriquecimiento de cultura y desarrollo de un mutuo entendimiento, cooperaci¨®n y paz entre los pueblos". Esta reflexi¨®n viene motivada por la celebraci¨®n del D¨ªa Internacional del Museo que este a?o se celebra con el lema: "Museos, el placer de descubrir". Espl¨¦ndido mensaje para entender esta nueva visi¨®n de los museos. En efecto, ya no se trata de visitar, ni de ver, ni incluso de contemplar. Se trata de "descubrir" yendo m¨¢s all¨¢ de una pura actitud pasivamente contemplativa. Si el museo ya no es un simple contenedor que almacena obras de arte, sino un espacio din¨¢mico que invita a desvelar todo el misterio que encierran sus obras desde una actitud abierta y participativa, en nuestra Comunidad estamos en el buen camino. Pero para que esto sea posible, ha existido todo un trabajo previo que necesariamente pasa por una mejora y adecuaci¨®n de las instalaciones existentes y la creaci¨®n de otras nuevas, en la aplicaci¨®n de rigurosos m¨¦todos de investigaci¨®n cient¨ªfica para la catalogaci¨®n de los fondos; en un incremento de exposiciones, acompa?adas por actividades did¨¢cticas paralelas y, sobre todo, en una nueva filosof¨ªa de relaci¨®n directa, abierta y participativa tanto con los creadores art¨ªsticos como con los receptores. Al implicar al artista directamente en el proyecto expositivo y al considerar al receptor como un ciudadano que descubre activamente, estamos creando una din¨¢mica contagiosa de participaci¨®n que va implicando, cada vez m¨¢s, a m¨¢s amplios sectores sociales. Pero, aunque todas las actuaciones anteriormente descritas han sido importantes, la creaci¨®n del Consorcio de Museos de la Comunidad Valenciana ha significado un punto y aparte en la gesti¨®n de nuestros museos. No s¨®lo ha conseguido imponer racionalidad expositiva, coordinando a todas las instituciones p¨²blicas que los gestionan, sino que, rompiendo de una vez por todas pol¨ªticas desfasadas puramente provincianas o de campanario, ha proporcionado a nuestro arte y artistas la dimensi¨®n internacional que su calidad requer¨ªa. Esta nueva pol¨ªtica cultural, m¨¢s acorde con el actual peso espa?ol y europeo de nuestra Comunidad, pero sobre todo m¨¢s en sinton¨ªa con los nuevos roles mundiales de la cultura, ha sido alentada en todo momento por el presidente Eduardo Zaplana, un hombre de gran capacidad de convocatoria, de consenso, de inventiva y de pluralidad. Soy plenamente consciente que el ¨¦xito de un museo no se mide s¨®lo por el n¨²mero de sus visitantes, sino tambi¨¦n por otros par¨¢metros como pueden ser su prestigio en los ambientes art¨ªsticos y culturales, su popularidad, su frecuencia de aparici¨®n en los medios de comunicaci¨®n o su car¨¢cter de marca de calidad identificada. Si he tomado como hilo de reflexi¨®n el n¨²mero de visitantes es por su espectacular aumento en estos ¨²ltimos a?os. Lo que s¨ª que parece claro es que en el ¨¢mbito muse¨ªstico nos hallamos ante un punto de inflexi¨®n, en uno de esos momentos clave que son la antesala de profundos cambios generalizados. No quisiera terminar estas l¨ªneas sin hacer un comentario personal al lema "Museos: el placer de descubrir". Confieso que siento este mensaje como una sensaci¨®n de gozosa intimidad ya que la he experimentado en muchos momentos de mi vida. Se agolpan en mi memoria recuerdos imborrables de visitas a numerosos museos. Es tal la aventura intelectual y sensitiva que depara la visita a un museo, que, como he se?alado antes, transforma nuestra mirada y nos descubre otra realidad m¨¢s noble y matizada, m¨¢s sugerente e ¨ªntima. En nuestras visitas a los museos abiertos, po¨¦ticamente, como entre los muros de las ciudades que amamos, podemos sentir el p¨¢lpito de los versos de Benedetti: "Cada ciudad puede ser otra / cuando el amor pinta los muros / y de los rostros que atardecen / uno es el rostro del amor".
Consuelo Ciscar Casab¨¢n es directora general de Promoci¨®n Cultural, Museos y Bellas Artes.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.