Pulso entre el modelo educativo p¨²blico y privado
La implantaci¨®n de la reforma educativa de la LOGSE en la Comunidad Valenciana, en los ¨²ltimos cuatro a?os, se ha convertido en un pulso entre el modelo de ense?anza p¨²blica y el privado, con un ¨¢rbitro de lujo: la Administraci¨®n del PP. La Comunidad es la ¨²nica de las autonom¨ªas con plenas transferencias en materia de educaci¨®n que, justo en el momento de empezar a generalizarse la Ense?anza Secundaria Obligatoria (ESO), tropez¨® con un cambio de gobierno. Esta situaci¨®n hace, pues, que el caso valenciano sea particular y se aleje de la continuidad pol¨ªtica que ha marcado la puesta en marcha de la reforma en Galicia, Pa¨ªs Vasco y Catalu?a. La llegada de los populares a la Generalitat Valenciana, una formaci¨®n que hab¨ªa votado en contra de la reforma educativa en el Congreso, se ha caracterizado por una tensa etapa de relaciones con los sindicatos de la ense?anza y las asociaciones de padres de alumnos, que ha estado marcada por dos temas fundamentalmente: las presiones para que el PP dise?ara el mapa escolar de construcciones, y despu¨¦s para que ¨¦ste se cumpliera; y las reivindicaciones sindicales para acabar con la inestabilidad laboral de los docentes, unido esto a la a¨²n hoy por hoy aplazada revisi¨®n de las condiciones retributivas del profesorado valenciano. Ambas cuestiones han sido los dos caballos de batalla que han hecho de la Consejer¨ªa de Educaci¨®n y Cultura, una dependencia que gestiona el 30% del presupuesto auton¨®mico (290.000 millones s¨®lo en el ¨¢rea educativa), una olla de presi¨®n pol¨ªtica con un resultado sin precedentes en la democracia espa?ola: cuatro consejeros en cuatro a?os. El incumplimiento del mapa de construcciones, toda vez que la Administraci¨®n se comprometi¨® a realizar 117 nuevas instalaciones para implantar en condiciones la ESO, ha sido el eje central de las constantes movilizaciones que se han llevado a cabo sistem¨¢ticamente desde finales de 1995. Seg¨²n datos de la propia Consejer¨ªa de Educaci¨®n, el n¨²mero de institutos o secciones de Secundaria ha pasado de los 250 de la era socialista a 279 en la actualidad. Es decir, s¨®lo 29 centros m¨¢s. Esto hace que oficialmente se haya reconocido que, durante el curso que acaba, el 70% de los alumnos de 1? de ESO de la red p¨²blica han seguido escolarizados en colegios de Primaria. Las expectativas para el curso que viene son similares. Alianzas naturales Mientras, el peso de la ense?anza privada se ha dejado sentir con fuerza en la Comunidad. La alianza natural del PP con los empresarios se ha consolidado administrativa y econ¨®micamente. La normativa para renovar autom¨¢ticamente los conciertos de Secundaria con los centros privados que ya ten¨ªan implantada la antigua EGB ha rebajado presi¨®n al ritmo de construcciones que se hab¨ªa pactado en el mapa, permitiendo el trasvase del alumnado de la red p¨²blica a la privada. Un total de 261 centros privados cuentan con el visto bueno de la Administraci¨®n para readecuar sus instalaciones e impartir ESO. De ¨¦stos, 85 a¨²n no han concluido las reformas, pese a que, seg¨²n CC OO, "la ayuda a la capitalizaci¨®n de los centros de propiedad privada ha demostrado la generosidad del PP con sus amigos", mediante "el incremento sustancial de la l¨ªnea 407 de los presupuestos, destinada a financiar los intereses de operaciones de cr¨¦dito para infraestructuras p¨²blicas y privadas, que ha pasado de 10.000 millones a 72.000". En la actualidad -seg¨²n los datos cruzados ofrecidos por el ex consejero Francisco Camps y los m¨¢s recientes mostrados por el actual titular, Manuel Taranc¨®n- un total de 30.560 ni?os de Educaci¨®n Infantil inician su primeros pasos educativos en centros privados (frente a los 68.539 que lo hacen en la red p¨²blica) lo que representa un 31%. La cifra se consolida en el tramo de Secundaria: 48.725 j¨®venes est¨¢n matriculado en centros concertados, lo que representa el 42%. Todo ello ha sido posible mediante una doble estrategia. Por un lado, una h¨¢bil pol¨ªtica de alianzas con las patronales de la ense?anza privada en el Consell Escolar Valenci¨¤, que ha permitido la aprobaci¨®n de pol¨¦micos decretos como el de admisi¨®n de alumnos. Un modelo por el que se suple el d¨¦ficit de institutos de Secundaria, ofreciendo a los padres hasta cuatro opciones de matriculaci¨®n en centros concertados, de no haber plaza en el correspondiente instituto p¨²blico de barrio. Y, por otro, una eficaz pol¨ªtica de acercamiento a las direcciones de las federaciones de padres, que ha debilitado considerablemente el movimiento de renovaci¨®n pedag¨®gica edificado en la etapa socialista. El primer s¨ªntoma de esta alianza se vio poco antes de las elecciones generales de marzo de 1996, cuando Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, a¨²n presidenciable, pidi¨® al Gobierno Zaplana que desactivara las movilizaciones en las calles en defensa de la escuela p¨²blica. Poco despu¨¦s, las federaciones de padres de Castell¨®n y de Alicante se desmarcaban de las reivindicaciones. Tras cuatro a?os, el ¨²nico basti¨®n progresista que quedaba, la federaci¨®n de la provincia FAPA-Valencia, atraviesa una de sus peores crisis. Ayer, sin ir m¨¢s lejos, la direcci¨®n de la ciudad de Valencia acusaba a la consejer¨ªa de crear "comisiones de servicios" para los padres "liberados", por el m¨®dico precio de cuatro millones al a?o. El presupuesto para los sindicatos de la ense?anza se ha congelado en 10 millones, mientras el destinado a los padres alcanza oficialmente ya los 80 millones. Pero donde el control ideol¨®gico se ha hecho m¨¢s palpable ha sido en el espinoso tema del valenciano. La pol¨¦mica normativa -aprobada en las Cortes por el PP y UV- por la que la consejer¨ªa ordena a los inspectores fiscalizar la docencia de los profesores de valenciano que utilicen t¨¦rminos tildados de "catalanismos", ha sido la gota que ha colmado el vaso. El Manifesto por la libertad de c¨¢tedra firmado por 7.000 intelectuales, pol¨ªticos nacionales y profesores resume el intervencionismo que permea el mundo educativo, en el que las editoriales de libros de texto se han visto obligadas a hacer dos ediciones, una nacional y otra valenciana, para evitar la censura. ?
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