El laborista Barak desbanca a Netanyahu

Ehud Barak ha batido a Benjam¨ªn Netanyahu. El l¨ªder laborista ser¨¢ el nuevo primer ministro de Israel, despu¨¦s de haber conseguido cerca del 60% de los votos en las elecciones generales celebradas ayer. Con el 15% de los votos escrutados, se confirmaban los sondeos a pie de urna y el candidato del partido Likud se manten¨ªa a una distancia de casi 20 puntos del ganador, con un 40% de los votos. A pesar de la provisionalidad de estos resultados, Netanyahu reconoci¨® de inmediato su derrota y anunci¨® que abandona la direcci¨®n del partido de derechas que ha gobernado el pa¨ªs durante los tres ¨²ltimos a?os y bloqueado el proceso de paz con los palestinos. La participaci¨®n alcanz¨® la elevada cota del 80%, seg¨²n los datos oficiales.

"Respeto la voluntad del pueblo, as¨ª debe ser la democracia", afirm¨® Benjam¨ªn Netanyahu ante las c¨¢maras de la televisi¨®n p¨²blica israel¨ª pocos minutos despu¨¦s de que se difundieran los primeros sondeos postelectorales efectuados a pie de urna, al cerrar los centros de votaci¨®n.Netanyahu, como si tuviera prisa por no alargar su agon¨ªa, felicit¨® al primer ministro electo, Ehud Barak, y anunci¨® que dimit¨ªa de su cargo de presidente en el partido Likud y que se tomaba un periodo de vacaciones pol¨ªticas. Pero antes de desaparecer de la pantalla, el derrotado asegur¨® a modo de testamento pol¨ªtico que el Likud "ha intentado conseguir la paz para las generaciones venideras y no dar un mandato pasajero". "He eliminado el terror, he impuesto la norma de reciprocidad con los palestinos y he negociado un proceso de paz con cuidado", a?adi¨®.

El anuncio del triunfo de Barak fue acogido por una oleada de alegr¨ªa en las calles de Tel Aviv, donde centenares de militantes del bloque de la paz, se dieron cita en la misma plaza donde en noviembre de 1995, fue asesinado el primer ministro Isaac Rabin. Mientras, en el centro de Jerusal¨¦n, en la calle peatonal de Ben Yehuda, grupos de j¨®venes lanzaban gritos de alegr¨ªa, muy cerca de donde en septiembre de 1998 estall¨® una bomba que mat¨® a una decena de viandantes.

Brindan el triunfo a Rabin

"Se ha ganado, Rabin", cantaban los muchachos lanzando gritos al cielo, al tiempo que agitaban en el aire las banderas blancas y azules de Israel, como tratando de hacer desaparecer del espacio los ¨²ltimos vestigios de tres a?os de Gobierno de la derecha, durante los cuales se ha bloqueado sistematicamente el proceso de paz con los palestinos.

A lo largo de la noche, a trav¨¦s de los ordenadores del Gobierno, se fue confirmando la victoria aplastante de Barak, anunciada en los sondeos postelectorales. Cuando se llevaban el 15% de los votos escrutados, el l¨ªder laborista estaba en cabeza con el 60% de las papeletas a su favor, con 20 puntos detr¨¢s de ¨¦l aparec¨ªa derrotado Netanyahu.

Los resultados oficiales y definitivos de estos comicios para primer ministro ser¨¢n conocidos ma?ana a primera hora, mientras que los del Parlamento, tardar¨¢n algo m¨¢s en llegar. En cualquier caso, Netanyahu dispondr¨¢ a¨²n de 45 d¨ªas para permanecer al frente del Gobierno, mientras se ultiman los detalles de un traspaso de poderes dando as¨ª la posibilidad a Israel de empezar a navegar con un nuevo rumbo.

La jornada electoral de ayer ha supuesto un r¨¦cord de participaci¨®n, ya que seg¨²n datos oficiales acudieron a las urnas el 80% del electorado (4.280.000 de israel¨ªes), una cifra que supera el ¨ªndice de participaci¨®n del 79,3% registrado en los comicios de 1996. Hasta ahora la m¨¢xima participaci¨®n se produjo en las primeras elecciones del pa¨ªs, en 1949, en las que el 86,9% de inscritos acudieron a las urnas.

Israel vivir¨¢ a partir de hoy pendiente del proceso de paz, recordando inevitablemente las promesas electorales de Barak, quien se ha comprometido a retirarse del sur de L¨ªbano antes de finalizar el a?o y aplicar los Acuerdos de Wye con los palestinos, firmados en octubre de 1998, bajo la mirada atenta del presidente Bill Clinton y del desaparecido Husein de Jordania.

Israel ha decidido efectuar un cambio en favor de la paz. Lo acord¨® en el transcurso de una jornada tranquila, en la que la vida econ¨®mica del pa¨ªs qued¨® practicamente paralizada, con exclusi¨®n de los peque?os comercios que mantuvieron abiertas sus puertas durante todo el d¨ªa. Las calles estuvieron sumidas en un ambiente tranquilo, con la ¨²nica estridencia del vocer¨ªo de las radios piratas, que en una actividad fren¨¦tica trataron hasta el ¨²ltimo minuto de canalizar y potenciar el voto en favor de Netanyahu.

Los locutores, en una verborrea incesante, pusieron las emisoras al servicio del partido Likud, ofreciendo contactos que permitieron transportar heridos, enfermos e inv¨¢lidos desde sus casas o hospitales hasta los colegios electorales. Fue una lecci¨®n de militancia religioso-pol¨ªtica, casi m¨ªstica.

"Vota Bibi y a su baby" hab¨ªa repetido sin cesar durante toda la ma?ana el locutor de la radio del partido ultrarreligioso Shass, recomendando la papeleta para Netanyahu y para el propio partido para las elecciones en el Parlamento. Esta misma consigna la repitieron hasta la saciedad las emisoras piratas de los colonos especialmente Canal 7, la que en 1995 aliment¨® el odio contra los art¨ªfices del proceso de paz e inspir¨® el asesinato de Isaac Rabin.

La tensi¨®n de la batalla electoral se tradujo en algunos casos en peque?os incidentes, como el ocasionado por una mujer en Tel Aviv, que una navaja agredi¨® en un sem¨¢foro a un militante laborista, que pretend¨ªa entregarle propaganda del partido de Barak.

Ayer a ¨²ltima hora de la noche en el aereopuerto Ben Gurion de Tel Aviv, fatigados por tanto trasiego electoral, se dispon¨ªan a regresar a Par¨ªs los 488 expedicionarios del partido Likud, que en un vuelo ch¨¢rter y por 500 francos franceses (12.500 pesetas) hab¨ªan llegado el d¨ªa anterior para votar en casa. En sus maletas se llevaban el sabor amargo de la derrota, id¨¦ntico equipaje que el que arrastraban los viajeros venidos de Estados Unidos. A ¨¦stos el voto-pasaje les hab¨ªa costado poco menos de 180 d¨®lares (30.000 pesetas). El resto lo han pagado los millonarios jud¨ªos norteamericanos, los mismos que durante tres a?os han estado financiando los asentamientos, la extrema derecha, el movimiento ultraortodoxo religioso y a Netanyahu.