Entre el oportunismo y la buena intenci¨®n
Hace unos d¨ªas, el presidente en funciones de la Generalitat Valenciana se convirti¨® en primera p¨¢gina de la prensa nacional con una propuesta acerca del nuevo modelo de financiaci¨®n auton¨®mica que debe de negociarse a partir del a?o 2001. Vaya por delante que considero que este es un momento adecuado para hacer propuestas de este calado ya que, evidentemente, ser¨¢ el gobierno que salga de las urnas el pr¨®ximo d¨ªa 13 de junio el que tendr¨¢ que llegar a acuerdos dentro del Comit¨¦ de Pol¨ªtica Fiscal y Financiera con el resto de las comunidades aut¨®nomas de r¨¦gimen com¨²n y el Gobierno central que surja de las elecciones generales del pr¨®ximo a?o. Posiblemente, ¨¦sta es la mejor oportunidad para conocer cu¨¢l ser¨¢ la postura que se mantendr¨¢ por parte de la Generalitat en dichas negociaciones. Pero, ?aclara el planteamiento del presidente en funciones el contenido de la misma? El sistema auton¨®mico espa?ol es un sistema complejo en su funcionamiento que se ha estado madurando durante los ¨²ltimos veinte a?os y que se compone de brillantes esquemas que le deben bastante a la teor¨ªa del federalismo fiscal encabezada por el profesor Musgrave entre otros, y h¨¢biles chapuzas que han posibilitado el que, quinquenio tras quinquenio, se hayan podido hacer compatibles situaciones muy diversas entre las comunidades aut¨®nomas sin romper el equilibrio del sistema. Este proceso complejo, mantiene en estos momentos una gran inestabilidad, al haberse separado a las comunidades de Andaluc¨ªa, Castilla la Mancha y Extremadura del acuerdo general para el periodo 1997-2001 por no aceptar los criterios sobre la conversi¨®n del 15% IRPF como impuesto auton¨®mico con tarifa auton¨®mica. Al parecer, las posibles ventajas de este modelo son tan poco evidentes que el Gobierno central ha retrasado la publicaci¨®n de los resultados de su aplicaci¨®n durante estos a?os, para no incidir negativamente en la campa?a electoral. Dif¨ªcilmente se puede eliminar el planteamiento de estas comunidades diciendo, como hace el presidente en funciones que es una postura pol¨ªtica. Tan pol¨ªtica al menos como la suya. Pero si a¨²n no tenemos los datos de la aplicaci¨®n del modelo actualmente vigente y si adem¨¢s hay grandes discrepancias sobre sus efectos ?C¨®mo es posible que se propongan nuevas alternativas? La respuesta es sencilla: no hay tales alternativas y adem¨¢s, si las hubiera ni ser¨ªan del presidente en funciones, que ha actuado de liebre del secretario de Estado de Hacienda, Juan Costa, como ha recogido la prensa de estos d¨ªas. Cualquiera que se lea atentamente la Ley Org¨¢nica de Financiaci¨®n de las Comunidades Aut¨®nomas (LOFCA) aprobada en 1980 puede llegar a las mismas conclusiones que el presidente en funciones. La clave no est¨¢ en la enumeraci¨®n de las posibles fuentes de financiaci¨®n de las comunidades aut¨®nomas sino en la propuesta concreta acerca de c¨®mo est¨¢n compuestas las mismas. No es extra?o que el PP no haya encontrado problemas con esta propuesta ya que hasta Juan Jos¨¦ Lucas, presidente en funciones de Castilla-Le¨®n, que defiende criterios de reparto de la financiaci¨®n auton¨®mica que tengan en cuenta la dispersi¨®n de la poblaci¨®n sobre el territorio, (criterio que perjudica el reparto en funci¨®n de la poblaci¨®n), ha encontrado aceptable la "propuesta" del presidente en funciones. ?C¨®mo es posible? Sencillo: "Lucas subray¨® que los criterios de poblaci¨®n y dispersi¨®n son compatibles y desde todas las comunidades del PP (sic) se llegar¨¢ a un acuerdo". Prudente respuesta cuando se deben de hacer propuestas que sean v¨¢lidas para todas las comunidades aut¨®nomas con independencia de qui¨¦n las gobierne, dentro de lo que el presidente en funciones ha denominado como de "punto de encuentro entre todas las comunidades aut¨®nomas para articular un sistema estable". La situaci¨®n actual del proceso auton¨®mico, adem¨¢s, est¨¢ cerrando un periodo que no hay que perder de vista. Si bien se ha avanzado t¨ªmidamente (por mucho que se hagan grandes campa?as acerca de las deducciones auton¨®micas del tramo auton¨®mico del IRPF) en los aspectos de la autonom¨ªa de los ingresos, el impacto m¨¢s importante de los pr¨®ximos a?os es la culminaci¨®n de las pol¨ªticas de gastos de educaci¨®n y sanidad a las comunidades aut¨®nomas que todav¨ªa no las ten¨ªan. Cuestiones como las relativas a los costes adicionales de la aplicaci¨®n de la LOGSE o, la no menos importante de c¨®mo aplicar el coste de la sanidad sin tener como referencia al Insalud (en este caso la financiaci¨®n s¨ª que tiene en mayor consideraci¨®n a la poblaci¨®n, al aplicarse para las transferencias la Ley General de Sanidad), son temas de un fuerte calado para el futuro del funcionamiento del sistema como un todo. Cierto que la Comunidad Valenciana tiene estas competencias desde hace algunos a?os, pero si se quiere liderar un sistema que sea v¨¢lido para todo el territorio espa?ol se debe de tener en cuenta lo que ocurre m¨¢s all¨¢ del nuestro. Las comunidades aut¨®nomas de r¨¦gimen com¨²n (sin el Pa¨ªs Vasco y Navarra), obtuvieron en 1997 un total de ingresos de m¨¢s de 8 billones de pesetas, de los que la parte m¨¢s importante estaba representada por las transferencias del Estado. La b¨²squeda de mayores niveles de autonom¨ªa en la obtenci¨®n de recursos durante estos ¨²ltimos a?os ha sido bastante infructuosa, ya que los m¨¢rgenes aplicados en los tributos cedidos o sobre el 15% del IRPF no dejan de ser simb¨®licos, por mucho que se enarbolen los mismos como la panacea de la autonom¨ªa (la Ley Valenciana de Presupuestos oculta el montante de las deducciones auton¨®micas ante su insignificancia relativa, posiblemente inferior al coste de las campa?as publicitarias que se est¨¢n llevando a cabo para darlas a conocer). La cuesti¨®n es saber si estos se pueden ampliar en el futuro sin ser incompatibles con los principios de suficiencia y solidaridad que deben de presidir los mismos. El presidente en funciones ya ha hecho su propuesta. Aunque ganara las elecciones del pr¨®ximo 13 de junio, tendr¨ªamos que esperar hasta el a?o 2001 para saber cu¨¢l le dicen que es. Pobre papel le han hecho desempe?ar sus jefes de Madrid.
Mart¨ªn Sevilla es catedr¨¢tico de Pol¨ªtica Econ¨®mica de la Universidad de Alicante.
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