Schwartz viaja a los bajos fondos en un relato de acci¨®n urbana

Los apenas ocho d¨ªas en los que transcurre El peor hombre del mundo (Planeta), la ¨²ltima novela de Fernando Schwartz (Ginebra, 1937), nacieron hace m¨¢s de 10 a?os, cuando el escritor era embajador en Holanda. "Lo m¨¢s divertido de mi trabajo entonces eran mis conversaciones con un delegado que estaba a mis ¨®rdenes y que se encargaba de los asuntos policiales. ?l me contaba historias fant¨¢sticas, una de ellas fue la del secuestro de un millonario holand¨¦s, cuyo rescate hab¨ªa sido utilizado para comprar una partida de hero¨ªna".A partir de aquel suceso, Schwartz empez¨® a tomar notas para su novela, un relato de acci¨®n que transcurre en principio en Amsterdam, pero que a mitad de novela se traslada a los bajos fondos de Madrid, donde su trama se complica y donde el escritor vuelca su visi¨®n de una ciudad que hoy "odia".

"He querido que fuera una novela realista", contin¨²a en referencia a los diferentes ambientes y lenguajes (del argot policial al lenguaje de los altos ejecutivos o al de los gitanos que trapichean en los suburbios de la capital) que emplea para su relato, que define tambi¨¦n como dos novelas en una: "M¨¢s fr¨ªa en Holanda y m¨¢s desgarrada en Madrid".

Schwartz, que en 1996 logr¨® el Premio Planeta por La venganza y que este a?o ha visto la reedici¨®n del que ¨¦l considera su texto m¨¢s importante, el ensayo La internacionalizaci¨®n de la guerra civil espa?ola, se?ala que le gusta jugar con todos los g¨¦neros literarios posibles: "La literatura es un ejercicio vital, y a m¨ª me gusta enfrentarme a las situaciones cotidianas en clave literaria". Para el escritor, El peor hombre del mundo es una novela urbana y no negra porque en ella "el cinismo no existe".

"La acci¨®n es la parte fundamental del libro, pero no he querido que por ello se me escaparan los personajes", contin¨²a el escritor, que conduce su nueva novela sin esquivar ni el tr¨¢fico de drogas, ni el GAL, ni la desaparici¨®n del Nani ni la lucha contra el crimen.