143 bombas de racimo en el Adri¨¢tico
Son 143 las bombas arrojadas por aviones de la OTAN en dificultades que yacen en el mar Adri¨¢tico, en aguas internacionales, pero a unas pocas millas de las costas italianas, en espera de que los dragaminas las recuperen. La informaci¨®n la proporcion¨® el jueves el mando de la OTAN al primer ministro italiano, Massimo D"Alema, de visita oficial en Bruselas, ansioso de cerrar un cap¨ªtulo que ha provocado indignaci¨®n en Italia. Porque, aunque D"Alema se felicitaba de la generosa ayuda de la OTAN, que ha prometido el env¨ªo de un dragaminas para recuperar las bombas y ha proporcionado detallada informaci¨®n de las coordenadas donde est¨¢n los artefactos, no es menos cierto que tan valiosa informaci¨®n es fruto de una peque?a batalla diplom¨¢tica que ha durado 11 d¨ªas.La alarma parti¨® de los pescadores de la localidad de Chioggia, en las proximidades de Venecia, que el 11 de mayo recogieron en sus redes decenas de peque?os cilindros con todo el aspecto de ser bombas de las denominadas de racimo (artefactos que se fragmentan al caer sobre el objetivo, multiplic¨¢ndose). Miembros de la tripulaci¨®n de una de estas embarcaciones resultaron heridos levemente por uno de los artefactos. La protesta de los pescadores lleg¨® enseguida a Roma, donde las autoridades aseguraron ignorar el origen de las bombas, aunque una cosa qued¨® clara de forma inmediata: no se trataba de explosivos italianos, sino de bombas fabricadas en EE UU.
El Gobierno italiano reconoci¨® que un acuerdo de 1992 fija a lo largo del Adri¨¢tico una serie de cementerios en los que los aviones militares en dificultades pueden arrojar su mort¨ªfera carga, una vez desactivada. "Sabemos que existen estas zonas, pero no que han sido utilizadas en estas ¨²ltimas semanas", declar¨® un portavoz del Gobierno. Pese a las reticencias iniciales, la Alianza, finalmente, ha reconocido un fallo de comunicaci¨®n con Roma. Aun as¨ª, el pasado mi¨¦rcoles, el ministro italiano de Medio Ambiente, Edo Ronchi, se quejaba, en una carta dirigida a D"Alema, de carecer "de los datos m¨¢s indispensables sobre el tipo de las bombas para proceder a su recuperaci¨®n". Ronchi precisaba: "Es indispensable saber qu¨¦ es exactamente lo que ha ca¨ªdo. Porque cada explosivo tiene consecuencias diferentes en el medio ambiente marino: si se corroen los contenedores, la dinamita provoca un cierto tipo de reacci¨®n da?ina, mientras el f¨®sforo tiene consecuencias diversas". Seg¨²n el primer ministro, de las 143 bombas, s¨®lo una treintena resultar¨ªan peligrosas para la pesca por haber ca¨ªdo "en aguas de profundidad inferior a los 400-500 metros", pero D"Alema no precis¨® la composici¨®n de estos artefactos.
El jueves se produjo otra descarga de bombas en un ¨¢rea amplia entre el puerto de Ancona y el lago de Pescara, siempre en la costa adri¨¢tica, pero mucho m¨¢s al sur de Venecia. Seg¨²n los pescadores de la zona, una docena de artefactos fueron descargados por dos aviones militares. De momento, las autoridades italianas han prohibido la pesca en las zonas afectadas y han prometido reclamar indemnizaciones a la Uni¨®n Europea.
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