El misterio del lino

EL PARTIDO Popular y el Gobierno han aceptado, con retrasos y a rega?adientes, que se constituya una comisi¨®n de investigaci¨®n en el Congreso para determinar si ha habido irregularidades fraudulentas en las ayudas europeas al cultivo del lino. De momento, el incipiente esc¨¢ndalo se ha cobrado ya dos bajas en el organigrama de Agricultura: el presidente del Fondo Espa?ol de Garant¨ªa Agraria (FEGA), Nicol¨¢s L¨®pez de Coca, y el director financiero de la empresa p¨²blica Mercasa, Gonzalo Ruiz Paz. Ambos han renunciado despu¨¦s de haber dado fe p¨²blica de que no obtuvieron ventaja de sus cargos y tras enfatizar que no pensaban dimitir. Todo ello con el aval -al parecer m¨¢s oficial que real- de la ministra que les nombr¨®, Loyola de Palacio, que descarga todas las responsabilidades sobre las comunidades aut¨®nomas, al tiempo que ve c¨®mo empiezan a caer algunos de sus colaboradores. Fiel a su estrategia de que no se investigue ninguna actuaci¨®n del actual Gobierno si no se investiga tambi¨¦n al anterior, el PP ha impuesto como condici¨®n que se rastree la huella del lino desde 1993. Una vez m¨¢s, el partido en el Gobierno pone en evidencia su voluntad de impedir que el Parlamento ejerza a plenitud una de las funciones b¨¢sicas que tiene asignadas: el control de la acci¨®n del Gobierno. Pero aun as¨ª, bienvenida sea la comisi¨®n. De ella cabe esperar que explique de una vez por todas el misterio del lino textil. Un cultivo casi inexistente en Espa?a hace seis a?os y del que se siembran hoy cerca de 100.000 hect¨¢reas, con un rendimiento de unos 10.000 millones de pesetas en subvenciones de la UE. Hasta aqu¨ª, todo normal en una agricultura europea que se gu¨ªa m¨¢s por la ley de las subvenciones que por la del mercado. El asunto adquiere car¨¢cter de misterio cuando resulta que el lino textil producido en Espa?a y generosamente subvencionado por la UE se evapora sin que llegue una sola tonelada al sector textil, que cada a?o importa unas 15.000 toneladas de esta fibra. ?Qu¨¦ se hace de las 100.000 toneladas que cuestan 10.000 millones de pesetas a todos los ciudadanos europeos, espa?oles incluidos? En algunos casos, ya se sabe que han sido pasto de las llamas. ?Y el resto?Hay fundadas razones para sospechar que el lino es en nuestro pa¨ªs un cultivo puramente especulativo para cazar subvenciones. Y que el certificado de compra de la cosecha, lejos de ser una garant¨ªa, ha dado pie a un enorme tinglado fraudulento. Los incendios en los almacenes -?c¨®mo se explica que ninguno estuviera asegurado o que, si lo estaban, ninguna compa?¨ªa de seguros haya investigado tama?o ¨ªndice de combustibilidad?- son s¨®lo el indicio m¨¢s visible. Pero basta rastrear la cartera de pedidos de la industria textil para concluir que el lino de nuestros campos se esfuma literalmente. ?Ser¨¢ cierta la frase de Bono de que "no hay m¨¢s lino que el que arde"?

En el ¨¢mbito agr¨ªcola es muy conocida la existencia de redes de cazasubvenciones que se dedican a captar el dinero p¨²blico procedente de la Comunidad a cambio de facilitar contratos ficticios de transformaci¨®n, que es una de las exigencias en el cap¨ªtulo del lino. Este riesgo existe tambi¨¦n en otros sectores. La ex ministra de Agricultura Loyola de Palacio, que encabeza la lista del PP al Parlamento Europeo, ha dicho que las denuncias de la oposici¨®n ponen en peligro el flujo normal de las ayudas agr¨ªcolas comunitarias a Espa?a. Pero ha sido justamente su partido el que ha tratado de extender la sospecha con car¨¢cter universal, al filtrar los nombres de algunos socialistas que han recibido ayudas comunitarias. Las palabras de Bono a este respecto han sido clarificadoras: no se trata de abrir una causa general sobre las subvenciones agr¨ªcolas; algunos altos cargos del PP reciben ayudas totalmente regulares por diversos cultivos en sus explotaciones familiares; lo que hay que desentra?ar es la supuesta trama fraudulenta organizada en torno a los contratos para transformar el lino. La frase de la ex ministra de que los funcionarios implicados eran "agricultores a tiempo parcial" confirma su extrema confusi¨®n a la hora de deslindar las fronteras entre lo p¨²blico y lo privado.

Una cuesti¨®n que deber¨¢ deslindar la comisi¨®n investigadora es en qu¨¦ instancia de la Administraci¨®n residen las responsabilidades sobre el control de los cultivos y la adjudicaci¨®n de las ayudas. Loyola de Palacio ha apuntado a las comunidades aut¨®nomas. La documentaci¨®n que publica hoy este peri¨®dico permite abrigar, cuando menos, muchas dudas. El cesante responsable del FEGA -beneficiario de cerca de 300 millones y v¨ªctima de un doble incendio- estableci¨® criterios tan laxos que abr¨ªan el cap¨ªtulo de subvenciones a casi cualquier solicitud, salvo manifiesta mala fe. El ministerio debe responder de ello. La comisi¨®n de investigaci¨®n tiene el deber de desvelar el misterio del lino. Cabe exigirle que act¨²e sin limitaciones ni apriorismos, aunque los antecedentes son poco alentadores. El fracasado intento del PP encaminado a cerrar con alevos¨ªa y nocturnidad los trabajos de la subcomisi¨®n Piqu¨¦ no es precisamente un buen augurio.