La fantas¨ªa reside en Cesenatico
El joven italiano Ivan Quaranta repite triunfo al 'sprint' en el pueblo del 'Pirata' Marco Pantani
All¨ª, a menos de 100 metros de la meta, sentado en el bordillo de la acera, Nicola Minali llora a moco tendido. "Ha pinchado a pocos kil¨®metros de la meta", explica su director. "Es la segunda vez que le pasa este Giro". No mitiga el desconsuelo del sprinter de bolsillo del Cantina Tollo, mas todo lo contrario, la derrota en toda regla de Mario Cipollini y su tren rojo Saeco en pleno a manos de Ivan Quaranta, la fuerza emergente en las llegadas italianas, el mismo joven que gan¨® la primera etapa, all¨¢ en Sicilia, qu¨¦ lejos, en Agrigento. "Es que nadie del equipo se ha quedado para ayudarme a volver al pelot¨®n", moquea Minali, grande en sus tiempos del Gewiss, venido a menos.El tiempo se les escurre entre los dedos a los sprinters. Ni a Minali, ni a los otros veloces (Svorada, Leoni, Strazzer, Guidi, Smetan¨ªn, Schiavina, Baldato, Edo...) que a¨²n est¨¢n en blanco, les quedan m¨¢s de tres llegadas (siendo generoso: hoy, Sassuolo, Castelfranco Veneto, el martes, y Mil¨¢n, el ¨²ltimo domingo) para justificar su fama y su contrato. Mientras, Cipollini, Blijlevens y Quaranta han replicado victoria.
El pueblo de Pantani, Cesenatico, balneario de verano en la arena del Adri¨¢tico, hizo llorar a un sprinter, pero no por hacer feliz a un escalador, cual corresponder¨ªa en homenaje al chico escu¨¢lido, todo orejas, cuando a los 12 a?os se escapaba con su bicicleta de casa y de la escuela. Cesenatico es un lungomare largo, recto y llano, llano.
El para¨ªso de los sprinters, ayer, con su recta de m¨¢s de dos kil¨®metros acogiendo la llegada. All¨ª, el elefantino se dio el gustazo de poner a su banda en fila, de colocarse en tercera o cuarta posici¨®n y de pasar tres veces a pocos metros de su casa al frente del pelot¨®n del Giro.
La gente que le vio crecer vivi¨® el placer ins¨®lito de comprobar que todas las fantas¨ªas son posibles, que la imaginaci¨®n no tiene l¨ªmites. Los ni?os so?aron un poco m¨¢s. El deporte cumpli¨® su papel m¨¢s hermoso. Su papel insustituible.
El Giro consume veloz las etapas de transici¨®n y se acerca, ya est¨¢ ah¨ª encima, a la fase decisiva. Jos¨¦ Miguel Ech¨¢varri arenga a sus muchachos, convoca la rebeld¨ªa del Chava y los dem¨¢s del Banesto: "No os conform¨¦is con bailar la m¨²sica que os pone Pantani. Haceros con el tocadiscos, sed vosotros los disc-jockeys".
Ellos le miran con los ojos cansados. "Martinelli", le dice Jos¨¦ Miguel Ech¨¢varri al director de Pantani. "?Por qu¨¦ no dices a Pantani que suelte el tocadiscos, que deje a otros poner la m¨²sica del Giro". Martinelli le mira con ojos divertidos. "?Y t¨² me lo preguntas, Jos¨¦ Miguel, t¨² que con Miguel nos has tenido a todos bailando a tu ritmo seis, siete a?os. D¨¦jame disfrutar. Yo estoy s¨®lo en el segundo".
Un poco m¨¢s all¨¢, Manolo Saiz mira el mapa y echa cuentas. El jueves la media monta?a de Rapallo; el viernes, descanso; el s¨¢bado, la temible y desconocida Fauniera; el domingo, Oropa, all¨¢ donde la crisis al¨¦rgica de Indur¨¢in hace seis a?os; el lunes y el martes, nada, las llanuras de Lumezzane y Castelfranco; el mi¨¦rcoles, la contrarreloj llana, los 45 kil¨®metros de Treviso. "Llegar a Treviso de rosa ser¨ªa un sue?o, pero hay que so?ar, ?no?".
Para asentarlo un poco su Laurent Jalabert, sum¨® cuatro segundos en una meta volante y se distancia del Pirata en la general.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.