'Clarisa' convulsiona la Bolsa
Una elefanta que participaba en una promoci¨®n burs¨¢til se espanta y arremete contra farolas y se?ales
"Se conoce que ella no estaba por la labor", cuenta un vecino de la calle de Ruiz de Alarc¨®n, contigua a la Bolsa de Madrid. Ella es hembra, de nombre Clarisa: tiene 14 a?os, pesa dos toneladas y media y mide m¨¢s de dos metros de altura. Vive en el parque natural vallisoletano de Valwoo. La trajeron a Madrid y pernoct¨® en el Zoo de la Casa de Campo. La labor consist¨ªa en hacer que Clarisa posara a primera hora de la ma?ana de ayer frente a las c¨¢maras junto a cuatro directivos del consorcio Parques Reunidos para rubricar as¨ª la entrada en Bolsa de esta entidad, que integra varios zool¨®gicos y parques espa?oles. Pero la elefanta se neg¨®."Menudo cisco ha montado", comenta Francisco Lobo, segoviano, conserje de una finca de la calle de Antonio Maura. "Cuando abr¨ª el portal poco despu¨¦s de las ocho de la ma?ana, ya estaba en el gran cami¨®n. La bajaron y descendi¨® tranquila. Ven¨ªa acompa?ada de una charanga, pero se puso muy nerviosa", cuenta el portero. "Comenz¨® a merodear por aqu¨ª y no atend¨ªa a las ¨®rdenes del domador. Los coches comenzaron a atascarse. La gente se arremolinaba mirando al animal, que, poco a poco, iba enfad¨¢ndose. Miedo, lo que se dice miedo, no tuve, pero la situaci¨®n acollonaba un poquito", comenta.
"Yo dir¨ªa que la elefanta se encontraba semicabreada, porque le tir¨® un viaje con la trompa al propio domador. Le acert¨® de refil¨®n en la espalda. Menos mal", a?ade, "que no le dio de lleno, porque, si le coge de cuajo, lo manda encima de la farola. Por cierto, otro de los trompazos fue a dar a la papelera de pl¨¢stico de esa farola", se?ala. "Fue un porrazo tan grande que, pese a darle a la papelera, el poste se inclin¨®", explica Lobo. Sobre la base del poste puede verse el desplazamiento: un cent¨ªmetro. "A esa se?al de tr¨¢fico le arre¨® tambi¨¦n otro trompazo y la dobl¨®", apunta un solador de Consuegra que remata una acera pr¨®xima. Fue al intentar meterla otra vez en el cami¨®n cuando se organiz¨® el alboroto. Clarisa deambulaba sin control, entre los coches, hacia la plaza de la Lealtad y volv¨ªa luego. Era imposible hacerla obedecer. Fueron avisadas dos gr¨²as, una grande y otra peque?a. "Con un rifle, Manuel L¨®pez, veterinario del zool¨®gico madrile?o, le dispar¨® un dardo anest¨¦sico en el costado. Qued¨® atontada. Cay¨® al suelo. Le ataron dos sogas a las patas delanteras y le inyectaron luego un reanimante y, ya despierta, la condujeron hacia el contenedor en el que vino y la metieron dentro", cuenta Amparo Fern¨¢ndez, portavoz del Zoo de Madrid. "Izaron el recipiente con la gr¨²a grande y la instalaron en el cami¨®n, que parti¨® hacia Valladolid. Ya est¨¢ tranquila all¨ª", dice, aliviada por el trance sufrido por Clarisa al ser abatida. Tambi¨¦n la primera cotizaci¨®n burs¨¢til de Parques Reunidos se abati¨®: un 4,42%.
Dicen que Clarisa se veng¨®.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.