Chernomirdin viaja hoy a Belgrado sin una propuesta de consenso para acabar la guerra

V¨ªktor Chernomirdin, el enviado especial ruso para la crisis de los Balcanes, viajar¨¢ esta ma?ana por cuarta vez a Belgrado, pero no podr¨¢ plantear a Slobodan Milosevic una propuesta definitiva y consensuada con Occidente para acabar con la guerra. Dos d¨ªas de conversaciones en Mosc¨² con el presidente finland¨¦s, Martti Ahtisaari, y con el subsecretario de Estado norteamericano, Strobe Talbott, han permitido cierto acercamiento de posiciones, pero no un acuerdo aceptable tanto para la OTAN como para Rusia y el r¨¦gimen yugoslavo. Chernomirdin tambi¨¦n se entrevistar¨¢ con la oposici¨®n a Milosevic.

La troika ha decidido celebrar una nueva reuni¨®n en los pr¨®ximos d¨ªas, aunque a¨²n no se ha decidido ni la fecha ni el lugar de la cita. Talbott y Ahtisaari se fueron de Mosc¨² dejando en manos de los expertos la discusi¨®n de aspectos t¨¦cnicos relativos al volumen, composici¨®n, estructura y mando de la eventual fuerza internacional en Kosovo. Fuentes diplom¨¢ticas y militares citadas por Tass aseguraban que Rusia estar¨ªa dispuesta a participar en ese contingente hasta con 10.000 hombres con experiencia en operaciones de pacificaci¨®n.La condici¨®n ser¨ªa que al mando de la operaci¨®n, que deber¨ªa realizarse bajo bandera de las Naciones Unidas, estuviese un militar de un pa¨ªs neutral, por ejemplo, finlad¨¦s. Ayer, el general Nikol¨¢i Zelenko, n¨²mero dos del departamento de relaciones internacionales del Ministerio de Defensa, aseguraba que "ni un solo soldado ruso estar¨¢ bajo mando de la OTAN o de cualquiera de los pa¨ªses que bombardean Yugoslavia". La distancia con la Alianza, que exige ser el coraz¨®n de esa fuerza, sigue siendo abismal.

"Me cuesta trabajo imaginar", dijo Zelenko, "c¨®mo Europa, que se considera cuna de la cultura y la civilizaci¨®n, ha podido desatar hostilidades contra un Estado soberano a las puertas del siglo XXI". Seg¨²n Zelenko, entre el 30% y el 50% de los ataques ha afectado a objetivos civiles, incluidos hospitales, escuelas y embajadas.

La postura rusa

Un art¨ªculo de Chernomirdin, publicado ayer en The Washington Post, pone de manifiesto la magnitud de las diferencias entre Rusia y la OTAN. El enviado de Yeltsin se?ala que el conflicto ha hecho retroceder d¨¦cadas las relaciones con EEUU, pone en peligro el orden surgido de la II Guerra Mundial, alimenta los argumentos antioccidentales de comunistas y ultranacionalistas, amenaza con una nueva carrera de armamentos y pone al planeta m¨¢s cerca que en ning¨²n otro momento de esta d¨¦cada de un conflicto nuclear.

El exprimer ministro afirma que "no es posible negociar mientras caen las bombas" y que, si no cesan pronto los ataques a¨¦reos, propondr¨¢ a Yeltsin la conclusi¨®n de la mediaci¨®n rusa, el fin de toda colaboraci¨®n tecnol¨®gica y militar con EEUU y Europa Occidental, el aplazamiento de la ratificaci¨®n en la Duma del tratado START II de reducci¨®n de armas at¨®micas estrat¨¦gicas y la utilizaci¨®n del derecho de veto a cualquier resoluci¨®n sobre Yugoslavia que se debata en el Consejo de Seguridad. Estas palabras de Chernomirdin, o las pronunciadas el d¨ªa anterior por Talbott (que insisti¨® en la retirada total de Kosovo de las tropas serbias), ilustran la magnitud de las discrepancias. Ahtisaari, que vol¨® ayer a Bonn, asegur¨®, sin embargo, que "las posiciones se van acercando".

Dos intensos d¨ªas de trabajo en Mosc¨² no fueron suficientes para que Ahtisaari y Chernomirdin pudieran realizar su plan de viajar conjuntamente a Belgrado. No hab¨ªan avanzado lo suficiente y el exjefe del Gobierno ruso viaj¨® s¨®lo a la capital yugoslava, donde se entrevistar¨¢ tambi¨¦n con la oposici¨®n a Milosevic. As¨ª lo indic¨®, muy diplom¨¢ticamente, Martii Ahtisaari en una rueda de prensa conjunta con el canciller alem¨¢n, Gerhard Schr?der, ayer en Bonn. A la vuelta de Chernomirdin de Belgrado se ver¨¢ si "existen condiciones previas" para realizar un viaje conjunto, dijo Ahtisaari, sin aclarar la naturaleza del sondeo que efectuar¨¢ el mediador ruso.

Preguntado sobre la posibilidad de enviar tropas de tierra, Schr?der manifest¨® ayer que ¨¦sta es una "cuesti¨®n te¨®rica", y supondr¨ªa un "cambio de estrategia" que "nadie reclama", y mucho menos ahora, cuando, dijo, la estrategia aliada "comienza a calar". El l¨ªder alem¨¢n manifest¨® que las posiciones, "que estaban a millas de distancia, comienzan a acercarse". Schr?der se refer¨ªa a la postura de los aliados y Mosc¨². Hasta ahora, la diplomacia del G-8 (los pa¨ªses m¨¢s ricos y Rusia) no ha podido culminar la resoluci¨®n del Consejo de Seguridad de la ONU basada en lo acordado el 6 de mayo.

Schr?der apoy¨® la decisi¨®n del Tribunal de La Haya de procesar a Milosevic y manifest¨® que "cualquiera que act¨²e como ¨¦l debe contar con un proceso". Ello no impide que Occidente trate con Belgrado y que el Gobierno yugoslavo decida cu¨¢l es su representante.

El presidente finland¨¦s manifest¨® que lo esencial es presentar a los dirigentes yugoslavos las condiciones de la paz y subray¨® que ¨¦stas deben presentarse tambi¨¦n a la oposici¨®n yugoslava. Schr?der apostill¨® que la soluci¨®n de la guerra depende de los "principios claros" formulados por el G-8.