Milosevic intenta convencer a la OTAN de que quiere la paz
Acatar¨¢ una resoluci¨®n del Consejo de Seguridad que ponga fin a los bombardeos
Acosado como nunca por las bombas, el Gobierno del presidente Slobodan Milosevic se apresta a mostrar gestos "de buena voluntad" para convencer a sus adversarios de la OTAN de que sus intenciones de aceptar el plan de paz de las siete naciones m¨¢s industrializadas y Rusia van en serio. Fuentes pol¨ªticas creen que Milosevic ha quedado sin otra alternativa que ser bastante m¨¢s expl¨ªcito tras su declarada y ambigua aceptaci¨®n de los "principios generales" del plan del G-8 al t¨¦rmino de su encuentro de nueve horas con el negociador ruso, V¨ªktor Chernomirdin, el viernes.
El presidente yugoslavo se ha comprometido con Chernomirdin a aceptar el despliegue de una fuerza internacional en Kosovo bajo bandera de la ONU. El viernes, Yugoslavia declar¨® que acepta los principios marcados por el G-8 en su cumbre en las afueras de Bonn el 6 de mayo, y manifest¨® que acatar¨¢ una resoluci¨®n del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para poner fin a la ofensiva aliada, iniciada hace hoy 67 d¨ªas.El plan propone el fin inmediato de la violencia y represi¨®n de la poblaci¨®n albanesa de Kosovo; la retirada del Ej¨¦rcito, la polic¨ªa y las fuerzas paramilitares de la provincia; el desplazamiento de una fuerza internacional eficaz, respaldada por las Naciones Unidas y capaz de garantizar los objetivos comunes; el establecimiento de una Administraci¨®n interina en Kosovo, y el retorno seguro y libre de todos los desplazados.
La semana que comienza se perfila como la m¨¢s cr¨ªtica desde el inicio de las hostilidades, ya que, de no lograrse un acuerdo pol¨ªtico, aumentar¨ªan considerablemente las posibilidades de una ofensiva terrestre, que tanto Belgrado como la OTAN, Mosc¨² y Pek¨ªn, por diversas razones, quieren a toda costa evitar.
Poco antes de abordar el avi¨®n que lo llev¨® de regreso a Mosc¨², Chernomirdin se declar¨® "muy satisfecho" de su cuarto encuentro con Milosevic. Expresiones optimistas tambi¨¦n partieron de algunas esferas pol¨ªticas de Belgrado. "Han sido conversaciones positivas y prometedoras", aseguraron estas fuentes.
Pero en una actitud que refleja la largamente extendida sensaci¨®n de escepticismo de un pueblo sometido a constantes bombardeos y numerosos fracasos diplom¨¢ticos, la prensa yugoslava se limit¨® ayer a informar sobre el encuentro sin entrar en interpretaciones. Politika, el diario que refleja el pensamiento del Gobierno, subray¨® en un comentario de primera p¨¢gina que Milosevic y Chernomirdin "constataron que existe un inter¨¦s mutuo en lograr una soluci¨®n pac¨ªfica a la crisis de Kosovo". "Es imprescindible trasladar cuanto antes el problema a la ONU", acot¨®.
No tan indispensables
Analistas pol¨ªticos coinciden en apuntar que Milosevic, ante el desastre inminente, parece, m¨¢s que nunca, dispuesto a hacer concesiones. Se gu¨ªan por hechos altamente simb¨®licos: la declaraci¨®n difundida por la agencia oficial Tanjug al t¨¦rmino de la gesti¨®n de Chernomirdin omite, por ejemplo, lo que Belgrado insist¨ªa hasta hace d¨ªas como condiciones indispensables para poner en marcha el di¨¢logo.
Milosevic ya no demanda el fin de los bombardeos para comenzar a discutir la retirada de tropas de Kosovo. Tampoco exige ya el desmantelamiento de las fuerzas aliadas acantonadas en Albania y Macedonia. Pone m¨¢s bien de manifiesto su inter¨¦s en "normalizar la situaci¨®n en Kosovo" e introducir un sistema "de autonom¨ªa verdadera que garantice la igualdad de los derechos de los habitantes" de la provincia. En suma, Belgrado ha bajado el tono y pretende salvar la cara insistiendo en que est¨¢ dispuesto a hablar de paz -en los t¨¦rminos fijados por el G-8- y, para satisfacer a la poblaci¨®n serbia y eliminar la impresi¨®n de una capitulaci¨®n, pone ¨¦nfasis en "el mantenimiento de la integridad territorial de Yugoslavia".
Ayer se especulaba acerca de cu¨¢les ser¨¢n los t¨¦rminos en los que Belgrado podr¨ªa dar el s¨ª definitivo a Mosc¨². La composici¨®n de la futura fuerza de paz en Kosovo sigue siendo el principal punto de discordia entre Mosc¨² y la OTAN, que insiste en el desplazamiento de una fuerza bien armada, mientras que Yugoslavia todav¨ªa se aferra a su exigencia de que cualquiera que sea la configuraci¨®n de un cuerpo internacional de interposici¨®n contenga la m¨¢s m¨ªnima presencia aliada.
[Mientras tanto, prosiguieron los ataques diarios, con m¨¢s intensidad si cabe. De acuerdo con los medios de comunicaci¨®n locales, tres personas resultaron muertas y una treintena heridas, informa Reuters. Seg¨²n Tanjug, una de las v¨ªctimas mortales se produjo al caer varios misiles en Camurlija, al noroeste de Nis. Los otros dos muertos fueron alcanzados por el bombardeo sobre el puente de Cenovacki, sobre el r¨ªo Jablanica. Belgrado tambi¨¦n retumb¨® con los ataques aliados.]
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