Tres d¨ªas de pesadilla

La palabra retraso tiene una nueva acepci¨®n en el lenguaje aeron¨¢utico: IB-6402. Un vuelo s¨®lo apto para matusalenes, que para enlazar M¨¦xico con Madrid tard¨® la friolera de 72 horas. Tres d¨ªas que, en un marasmo de explicaciones de la compa?¨ªa Iberia, se convirtieron para 250 pasajeros en una pesadilla.A Luz Mendoza todav¨ªa le tiemblan las manos cuando habla. Tiene la mirada perdida y el rostro cansado. "Iberia es el horror", dice convencida y resignada, sentada en una sala de espera del aeropuerto de Barajas. Ayer hab¨ªan transcurrido tres d¨ªas desde el inicio de su viaje, en M¨¦xico el pasado jueves, a las 19.30 (hora espa?ola). Era la primera vez que se desplazaba a Europa. "Yo no sab¨ªa que esto iba a convertirse en una pesadilla y que ¨ªbamos a terminar as¨ª", confiesa Luz, de nacionalidad mexicana.

La historia comenz¨® el pasado 27 de mayo. Ese d¨ªa deb¨ªa partir desde M¨¦xico, DF, el vuelo IB-6402, con destino a Madrid. Sin escalas, directo. Unas diez horas cruzando pl¨¢cidamente el oc¨¦ano Atl¨¢ntico. Pero el plan se trunc¨®. La tripulaci¨®n del Jumbo 747, seg¨²n Iberia, hab¨ªa acumulado demasiadas horas de vuelo y por ese motivo la compa?¨ªa cancel¨® el viaje. Ya no saldr¨ªa el jueves, sino el viernes, a las 19.30 (hora espa?ola), y llegar¨ªa a Madrid a las 5.50 (hora espa?ola) del s¨¢bado. Primer retraso.

Pero no acabaron aqu¨ª las sorpresas. El viernes, con el sufrido pasaje ya dentro del avi¨®n, la tripulaci¨®n anunci¨® repentinamente que por "razones t¨¦cnicas" el vuelo hac¨ªa escala en Montreal (Canad¨¢). No hubo m¨¢s explicaciones. S¨®lo que se trataba, seg¨²n la compa?¨ªa, de repostar combustible. Segundo retraso.

"Iban a ser s¨®lo 40 minutos de escala", cuenta Mar¨ªa Isabel Su¨¢rez, una espa?ola que volv¨ªa de sus vacaciones. "Pero al final han sido 72 horas y toda una humillaci¨®n", afirma.

Y es que los 40 minutos se convirtieron en una eternidad cuando el comandante del avi¨®n, al iniciar la maniobra de despegue en Montreal, percibi¨® una "grave aver¨ªa" en uno de los motores. Hab¨ªa que cancelar el vuelo otra vez. Tercer retraso.

En el aeropuerto canadiense, los pasajeros no encontraron a ning¨²n representante de Iberia que les explicara con claridad lo que ocurr¨ªa. "Llegamos a Montreal por la tarde y estuvimos varias horas sin saber qu¨¦ pasaba. S¨®lo nos hab¨ªan dicho que hab¨ªa una aver¨ªa, pero nadie nos explicaba qu¨¦ iba a pasar con nosotros", relata Bertha Franco, una joven que ven¨ªa a un congreso en Madrid.

Era tanta la confusi¨®n y la desesperaci¨®n de aquellos 250 viajeros que en un momento la situaci¨®n se desbord¨®: "Empezamos a gritar y a pedir ayuda. Hab¨ªa mucha gente nerviosa y alguien llam¨® a la televisi¨®n local. Yo not¨¦ que algunas personas se pusieron agresivas. La gente estaba alterada, desesperada. Un se?or dijo que estaba muy mal y que padec¨ªa del coraz¨®n", relata otra mujer. El mot¨ªn de los pasajeros llam¨® la atenci¨®n de la polic¨ªa canadiense, y s¨®lo as¨ª, seg¨²n afirman los afectados, fueron conducidos a un hotel. "Esa noche dormimos sin equipaje, porque nos dijeron que no hab¨ªa nadie que pudiera bajar las maletas", cuenta, indignado, el mexicano Alfonso ?guila.

Al d¨ªa siguiente, el s¨¢bado, Iberia intent¨® calmar los ¨¢nimos. Les habl¨® de la gravedad del problema mec¨¢nico y les anunci¨® que ya estaba en camino desde Madrid un t¨¦cnico de la compa?¨ªa que llevaba en sus manos el recambio a la pieza estropeada.

Al final, despu¨¦s de ir de un aeropuerto a otro en Montreal y tener que esperar hasta la madrugada (los retrasos en la salida se sucedieron), los pasajeros pudieron despegar. Llegaron a Barajas a las 12.30 de ayer. Como guinda esperando durante una hora al equipaje.

"Esta ropa es la misma que llevo puesta desde que sal¨ª de M¨¦xico. No hemos podido ni cambiarnos", agrega Rosa Lozoya, otra mexicana afectada.

Ayer, todav¨ªa algunos deambulaban medio perdidos en el aeropuerto madrile?o. Unos buscaban conexiones a¨¦reas; otros intentaban sumarse, como fuera, al tour que ya hab¨ªan perdido, y unos m¨¢s se lamentaban del retraso.

Durante las horas vac¨ªas en Canad¨¢, varios pasajeros redactaron una demanda contra Iberia. La firmaron todos. Ayer, mientras esperaban una explicaci¨®n, llevaron su queja ante la comisar¨ªa del aeropuerto. Ahora esperan una indemnizaci¨®n.