Singularidad e influencias en Diego Llori

Anteayer, el bailar¨ªn-bailaor Diego Llori estren¨® en el teatro Alb¨¦niz su primer gran intento de trabajo en solitario y con compa?¨ªa propia: Payos como olivos, una obra compuesta con la colaboraci¨®n dramat¨²rgica de Irina Kouberskaya, que hace pensar en c¨®mo en la danza, en cualquiera de sus variantes, la excesiva presencia de gui¨®n y dramaturgia puede entorpecer m¨¢s que ayudar. Llori es un artista singular, con valores expresivos propios y una indudable potencia esc¨¦nica, y desde hace a?os ha demostrado tener una cuerda en lo dram¨¢tico que le prestigia.

Biograf¨ªa peninsular

Payos como olivos hace una especie de recorrido mete¨®rico por la biograf¨ªa peninsular, sin escatimar recursos visuales para que veamos desde el paso de Semana Santa t¨ªpicamente andaluz hasta los empalaos de Valverde de la Vera, sin que falte el botafumeiro de Santiago de Compostela y alg¨²n que otro festejo de romer¨ªa donde lo pagano se impone a cualquier devoci¨®n.La idea contiene en s¨ª misma una considerable complejidad para la unidad esc¨¦nica, y es aqu¨ª donde Llori y Kouberskaya se hacen un l¨ªo, pues la estructura del espect¨¢culo se convierte en una serie de n¨²meros aislados donde, haciendo justicia, hay momentos de brillante emoci¨®n, como la aparici¨®n al comienzo del torero Sebasti¨¢n Pereira en todas las luces de su esplendor al capote, o los siempre agradables momentos en que se oy¨® la voz de El Londro y, por descontado, el siempre entregado y expresivo baile del propio Llori.