Chernomirdin asegura que el fin de los ataques es "cuesti¨®n de d¨ªas"

Los objetivos esenciales de Rusia eran el cese de los bombardeos y el paso del conflicto a la jurisdicci¨®n de la ONU. El primer ministro, Sergu¨¦i Stepashin, lo reiter¨® ayer por la ma?ana al presentar su Gobierno. Y por la tarde fue el representante del presidente Bor¨ªs Yeltsin para los Balcanes, V¨ªktor Chernomirdin, quien lo reiter¨® tras aterrizar en Mosc¨² el avi¨®n que le tra¨ªa de vuelta de Belgrado. En su opini¨®n, "se est¨¢ cerca del fin de la guerra", y el de los ataques aliados "es cuesti¨®n de dos o tres d¨ªas", una vez que el r¨¦gimen de Slobodan Milosevic comience a cumplir lo que ayer prometi¨®.

Si las cosas se desarrollan seg¨²n este gui¨®n, Rusia podr¨ªa decir que su esfuerzo no ha sido en vano, aunque la oposici¨®n comunista y nacionalista, mayoritaria en la Duma, denuncie que se ha traicionado a los "hermanos yugoslavos".El nombramiento de Chernomirdin como mediador se ha revelado como una buena jugada de Yeltsin, que ha dado as¨ª a su pa¨ªs un protagonismo al que s¨®lo pod¨ªa aspirar en la primera fase de la crisis con alarmantes alusiones al riesgo de una III Guerra Mundial. Aunque el sentimiento antioccidental, y especialmente antinorteamericano, ha crecido desde que se iniciaron las hostilidades, han desaparecido algunas de sus manifestaciones m¨¢s hostiles, como el cerco a la embajada de EEUU.

Ahora, la diplomacia rusa (que ha tenido otra punta de lanza en el ministro de Exteriores, ?gor Ivanov) puede presumir de que han sido sus esfuerzos los que han permitido que Milosevic claudique, aunque a escala interna ¨¦sta sea un arma de doble filo.

Despu¨¦s de todo, Mosc¨² ha repetido una y otra vez que el ¨²nico acuerdo posible tendr¨ªa que ser el que resultase aceptable para Belgrado. Chernomirdin declar¨® ayer que, en su labor de mediaci¨®n, no se ha apartado un ¨¢pice de las directrices de Yeltsin, y que ya se dan las condiciones para que la ONU se haga cargo de la crisis. En su opini¨®n, el compromiso garantiza la unidad de Yugoslavia, una amplia autonom¨ªa para Kosovo y el retorno de todos los refugiados.

Rusia desempe?ar¨¢ tambi¨¦n un papel importante en la aplicaci¨®n del acuerdo, en el debate de una resoluci¨®n del Consejo de Seguridad de la ONU (donde tiene derecho de veto) y, sobre todo, en el despliegue en Kosovo de una fuerza internacional.

Mosc¨² ha dado a entender que podr¨ªa contribuir hasta con 10.000 soldados, lo que, de ser cierto, superar¨ªa al despliegue norteamericano (en torno a 7.000). Sin embargo, el problema del mando del contingente y de las zonas en las que se desplieguen rusos y aliados parece lejos de estar totalmente resuelto. Rusia sigue manteniendo que nunca pondr¨¢ a sus unidades bajo mando de la OTAN. Para la Alianza es vital no ya un "n¨²cleo central" constituido por sus fuerzas, sino tambi¨¦n un mando unificado y una cadena de mando controlada por la OTAN.