Amanecer indonesio
Que un pa¨ªs de 210 millones de habitantes acuda masivamente y sin sobresaltos a las urnas despu¨¦s de 44 a?os es una gran noticia. Si ese pa¨ªs, Indonesia, ha estado sometido durante tres d¨¦cadas a los dictados de un solo hombre, Suharto, el hecho adquiere mayor relevancia. La victoria inicial de la democracia en el vasto archipi¨¦lago asi¨¢tico s¨®lo se ve empa?ada por la desesperante lentitud del escrutinio: poco m¨¢s del 20% en cuatro d¨ªas. Hasta el punto de que los estudiantes y los partidos opositores -encabezados por el de Megawati Sukarnoputri, hija del primer presidente de Indonesia y clara favorita inicial de los votantes- expresan junto con los observadores internacionales su temor ante un eventual pucherazo del gobernante Golkar, el movimiento que sostuvo a Suharto y que se alinea ahora detr¨¢s del presidente Habibie, heredero pol¨ªtico del depuesto caudillo. De los comicios saldr¨¢n 462 diputados, a los que se unir¨¢n 38 esca?os adjudicados directamente a los militares y otros 200 de diversa procedencia, para designar entre todos al pr¨®ximo presidente de la naci¨®n. Las reglas del tr¨¢nsito indonesio a la democracia est¨¢n elaboradas b¨¢sicamente por quienes la han despreciado durante d¨¦cadas. Por eso, si ning¨²n partido obtiene una mayor¨ªa suficiente, no es descartable que los genuinos deseos de los electores puedan ser trastocados en su tr¨¢nsito a trav¨¦s de aquel ¨®rgano supremo cuyos recovecos el Golkar conoce como nadie. Desde que Suharto fuera forzado a dimitir, hace m¨¢s de un a?o, tras la explosi¨®n social que sigui¨® al desplome financiero, Indonesia ha vivido bajo el dominio de la violencia, que se ha cobrado miles de vidas. Qu¨¦ rumbo vayan a imponer ahora los ganadores es un misterio, puesto que el debate pol¨ªtico ha brillado por su ausencia. El pr¨®ximo Gobierno tiene por delante decisiones de las que depende que Indonesia se consolide o no como la tercera democracia m¨¢s poblada del planeta. Entre las que admiten poca espera figuran c¨®mo enderezar la econom¨ªa de un pa¨ªs que el a?o pasado cay¨® un 13%; qu¨¦ hacer con la bomba de tiempo de Timor Oriental, que elegir¨¢ en agosto entre autonom¨ªa e independencia; c¨®mo tratar a unos militares cuya corrupci¨®n es tan grande como su poder; o qu¨¦ papel debe desempe?ar la religi¨®n en el mayor pa¨ªs musulm¨¢n del mundo.
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