El Mallorca agarra la segunda plaza

El Mallorca cerr¨® la mejor temporada de su historia en el Luis Sitjar derrotando al Celta, uno de sus rivales directos en la lucha por una plaza en la Liga de Campeones. Fue una victoria inapelable, trabajada de principio a fin, de un equipo que se ali¨® con la afici¨®n para rendir un homenaje a H¨¦ctor C¨²per en su adi¨®s de la entidad balear. C¨²per se despidi¨® de los seguidores y con ¨¦l se llev¨® al Luis Sitjar, el viejo Es Fort¨ª, que deja paso a partir de ahora al nuevo Estadio de Son Moix a partir de la pr¨®xima temporada.

El mejor entrenador que ha tenido el Mallorca en 83 a?os se fue como vino: ganando. El partido no era f¨¢cil. Primero por el Celta, pero tambi¨¦n porque la grada convirti¨® el duelo en un refer¨¦ndum popular hacia la figura de C¨²per. Aplausos y pitos se mezclaron para recibir al t¨¦cnico se va al Valencia.

El encuentro empez¨® con una gran tensi¨®n. Y todo ello, a pesar de las ausencias. Nunca se sabr¨¢ que hubiese ocurrido con los dos equipos alineando a todas sus figuras. Faltaban Engonga, Lauren, Biagini y L¨®pez en el Mallorca, y Mostovoi, Dutruel, Mazinho, Berges y C¨¢ceres en el Celta.

El equipo de C¨²per arranc¨® algo espeso. Muy lento en el centro del campo, encontr¨® serias dificultades para hallar espacios arriba, donde le esperaba una disciplinada zaga viguesa. Pero fue un espejismo. El Mallorca busc¨® con decisi¨®n la victoria y empez¨® a fraguarla a partir del minuto 36, donde cre¨® varias ocasiones, provoc¨® un penalti y estrell¨® el bal¨®n en el larguero. El gol del Ibagaza fue una justa recompensa al trabajo ofensivo mallorquinista, que le permiti¨® afrontar la segunda parte de la mejor forma posible, con el marcador a favor y un rival obligado a abrir espacios para empatar.

El Celta no le perdi¨® la cara al partido en ning¨²n instante. Atac¨® con furia, pero choc¨® con la defensa menos batida de la Liga y que ha hecho del 1-0 su resultado preferido a lo largo de la competici¨®n. Los ¨²ltimos instantes tuvieron una gran emoci¨®n. Los vigueses apretaron con toda su alma buscando el 1-1 que les permit¨ªa seguir so?ando con la Liga de Campeones. Los mallorquinistas llegaban en oleadas al a¨¦rea de Pinto, hasta que Stankovic cerr¨® la fiesta con un aut¨¦ntico golazo. A partir de ah¨ª, la euforia se desbord¨® en el Sitjar, celebrando una clasificaci¨®n hist¨®rica. La pr¨®xima temporada, el Mallorca disputar¨¢ la Liga de Campeones. Las l¨¢grimas con las que se despidi¨® C¨²per estaban justificadas.