El Rijksmuseum de Amsterdam re¨²ne naturalezas muertas del XVI al XVIII
En el siglo XVII se pintaron en los Pa¨ªses Bajos (hoy Holanda y Flandes) decenas de miles de naturalezas muertas, realizadas por centenares de artistas en su mayor¨ªa desconocidos para el gran p¨²blico. El Rijksmuseum de Amsterdam ha organizado una gran retrospectiva de este popular arte pict¨®rico entre 1550 y 1720, que tambi¨¦n practicaron ocasionalmente grandes nombres como Brueghel o Rembrandt.
Setenta obras procedentes de museos y colecciones privadas hacen un recorrido por todas las manifestaciones: desde los m¨¢s modestos arreglos florales y las ¨ªntimas representaciones de la mesa familiar a los suntuosos bodegones y los ejemplos de los ilusionistas del trompe l"oeil. "Las naturalezas muertas, escenas reconocibles de su vida cotidiana, eran perfectas para decorar sus grandes casas", explica Alan Chong, uno de los conservadores de la exposici¨®n.Las seis salas de la exposici¨®n hacen un recorrido b¨¢sicamente cronol¨®gico por la evoluci¨®n del popular g¨¦nero pict¨®rico. Tras superar los sentimientos de culpa de los precursores de finales del XVI, que combinaban profusos bodegones con escenas religiosas (Matanza de una posada, con la Virgen salvando almas, de Pieter Aertsen, 1551), los primeros grandes especializados de principios del siglo siguiente comenzaron a colocar con simplicidad los objetos para copiar discretas mesas familiares (Mesa con queso y fruta, Van Dijck, 1615), hasta que llega el descubrimiento de los op¨ªparos bodegones con regodeo en los detalles (Comida festiva, Adriaen van Utrecht, 1644) y, culminar m¨¢s tarde el g¨¦nero con la manipulaci¨®n de la realidad aportando fuertes elementos subjetivos.
El perfecto dominio del arte de la naturaleza muerta se alcanza con los impresionantes ejemplos de los ilusionistas trompe l"oeil, que, como Cornelis Gijsbrecht con su Puerta de armario a medio abrir (1665), tratan de confundir al ojo del espectador conjugando representaci¨®n y realidad con gran acierto. La imagen del portacartas de Samul van Hoogstraten, realizada entre 1666 y 1678, es tan v¨ªvida que anima a tocarla.
A medida que, con el siglo, cambiaron los gustos de los comerciantes, vari¨® tambi¨¦n el estilo de la pintura. Cisne muerto delante de un parque, que en 1716 pint¨® Jan Weenix, deja al descubierto el inter¨¦s de los nuevos ricos de la segunda mitad del XVII por comenzar a imitar los gustos afrancesados de las clases m¨¢s altas y en Copa de vino con base de plata dorada y bandeja de fruta, de Willem Kalf, 1663, empieza a aparecer sin ning¨²n pudor el lujo de los metales preciosos.
El exotismo de los animales, los objetos tra¨ªdos de las colonias asi¨¢ticas y americanas, los productos nuevos como el tabaco y la sofisticaci¨®n de las porcelanas chinas, joyas y el mejor cristal que plasma la mano de Jan Davidsz de Heem en su Naturaleza muerta con loro, de 1655, deja constancia de la evoluci¨®n de la vida de los comerciantes.
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