Francisco D¨ªaz Roncero, la voz de Radio Par¨ªs para Espa?a
A los 93 a?os de edad ha muerto en Par¨ªs Francisco D¨ªaz Roncero, decano de los periodistas espa?oles y testigo excepcional de la historia de Espa?a de este siglo. Hab¨ªa celebrado el a?o pasado, siempre en activo, sus 73 a?os de ejercicio del periodismo en su puesto de redactor de la agencia Associated Press (AP), con la que empez¨® a colaborar en Madrid en 1926. Cronista parlamentario del diario vespertino madrile?o La Naci¨®n, fue espectador privilegiado de la ca¨ªda de la dictadura del general Primo de Rivera y de los a?os de la Segunda Rep¨²blica hasta que su compromiso solidario con ¨¦sta le hizo trabajar desde el comienzo de la guerra civil como jefe de prensa del defensor de Madrid, el general Miaja.
Exiliado en febrero de 1939 en Par¨ªs, y despu¨¦s de cinco a?os de penalidades y clandestinidad debidos a la ocupaci¨®n nazi de Francia, fue nombrado responsable del servicio radiof¨®nico hacia Espa?a de Radio Par¨ªs. De 1945 a 1968 cubri¨® con entusiasmo su tarea, y su voz fue durante los a?os de la dictadura un soplo de aire fresco y de esperanza para decenas de miles de espa?oles. En 1969 se reincorpor¨® a AP, en la que trabaj¨® hasta pocos d¨ªas antes de su muerte. Periodista polifac¨¦tico, el a?o pasado recibi¨® un homenaje del Festival de Cine de Cannes, al ser el ¨²nico periodista que en sus cuarenta a?os de existencia nunca falt¨® a su cita.
Republicano de coraz¨®n, volvi¨® a Espa?a despu¨¦s de un largo exilio, invitado por el presidente Tarradellas, del que era amigo personal, y asisti¨® gozoso a la recuperaci¨®n de nuestras libertades. Cuando en el a?o 1988 el embajador de Espa?a en Francia, Juan Dur¨¢n, le impuso en nombre del rey de Espa?a la Cruz de Isabel la Cat¨®lica, llor¨® agradecido, comprendiendo que nuestra monarqu¨ªa constitucional es la fiel continuadora de la obra de aquella Rep¨²blica que no pudo y sobre todo no la dejaron ser.
Recientemente hab¨ªa acabado de escribir sus memorias sobre m¨¢s de 70 a?os de una vida repartida entre Espa?a y el exilio, y su pr¨®xima publicaci¨®n ser¨¢ de gran valor para comprender nuestro inmediato pasado.-
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