Rodolfo N¨²?ez: "Cada vez me cuesta menos que la gente disfrute"

Un minuto y 30 segundos (medici¨®n propia) separ¨® el 18 de abril a Rodofo N¨²?ez de la oreja. El largo tiempo fue el que transcurri¨® desde la estocada hasta que el toro que le hiri¨® grave en Las Ventas cay¨®. Hoy, ya recuperado, el diestro vuelve a Madrid con una temporada a sus espaldas corta pero intensa. "Noto que voy madurando. Cada vez me cuesta menos que la gente disfrute con mi toreo", dice.

Todo ocurri¨® en el ¨²ltimo toro de la tarde. N¨²?ez se volc¨® a la hora de herir al segundo de su lote, con el hierro de Manuel ?ngel Millares. La faena hab¨ªa dejado buenas muestras de temple y gusto. A partes iguales se alternaron la t¨¦cnica y el m¨¦rito. Faltaba amarrar un triunfo que se apretaba en la garganta. Se tir¨® a por todas, se encun¨® y sali¨® del lance prendido del pit¨®n del astado. "La estocada era buena. Si llega a caer antes, me llevo la oreja", recuerda. Esta tarde, el matador herido en el fat¨ªdico tri¨¢ngulo de Scarpa ("me recuper¨¦ a las dos semanas", puntualiza) se cita otra vez con el p¨²blico que le vio salir por la puerta de la enfermer¨ªa. Lo har¨¢ en compa?¨ªa de dos viejos conocidos de la afici¨®n: el vallisoletano Manolo S¨¢nchez, que ya estuvo en San Isidro frente a los pe?ajara, y el de Sevilla Vicente Bejarano. Este ¨²ltimo, triunfador en la feria de abril, entr¨® en una sustituci¨®n del pasado ciclo madrile?o y en sus manos quedaron sendas ovaciones. Los tres se medir¨¢n con los toros de Diego Garrido.

"Lo pas¨¦ mal"

"La verdad es que este a?o", contin¨²a N¨²?ez, "no confiaba en entrar en San Isidro. El a?o pasado fue otra cosa. En el 97 cort¨¦ una oreja a un toro de Astolfi. Una oreja muy fuerte que me habilitaba para la siguiente feria. Sin embargo, por circunstancias que mejor no comentar, no volv¨ª a Las Ventas hasta el mes de agosto". La de hoy ser¨¢ su corrida n¨²mero cinco en lo que va de temporada. Atr¨¢s quedan cuatro irregulares temporadas desde que se doctor¨® en el 95. Todo parec¨ªa indicar que su momento se cumplir¨ªa por fin dos a?os m¨¢s tarde (en el 97). "La verdad es que estaba convencido de que las cosas se hab¨ªan arreglado. Pero no fue as¨ª. Por asuntos extraprofesionales [de nuevo los acontecimientos de los que no quiere hablar] no amarr¨¦ la temporada pasada todo lo que me hab¨ªa propuesto y que me merec¨ªa. Lo pas¨¦ mal. Quiz¨¢, ¨¦ste ha sido el ¨²nico momento en que la moral se resinti¨®". Peleando contra estas circunstancias lleva desde que se inaugur¨® el a?o en curso. "He toreado muy poco, pero s¨ª lo he hecho a puerta cerrada. Es m¨¢s, el propio Millares [el ganadero del toro que le hiri¨®] me ha ofrecido la oportunidad de torear en su finca. Un detalle.Pese a todo, noto que mi toreo no ha dejado de evolucionar. Cada vez disfruto m¨¢s de mi profesi¨®n y adem¨¢s", insiste, "me doy cuenta de que a la gente le cuesta menos trabajo disfrutar con lo que hago". Definitivamente, N¨²?ez se siente diferente. "Siempre he tenido la impresi¨®n de que me he precipitado en todas las decisiones que he ido tomando. Ahora no. S¨¦ que ha llegado el momento", concluye.