Generaciones y experiencias

Estrella tiene 18 a?os; Chano, 71. Dos extremos. Seguramente los dos m¨¢s significativos a un nivel de arte superior. Porque Estrella Morente es una cantaora que da mucho que hablar. Est¨¢ ya dando mucho que hablar. Por la integridad de su concepto del cante, por la bondad de sus propuestas, porque el sonido de su voz es aut¨¦ntica m¨²sica celestial, un milagro de equilibrio y sensibilidad. Oyendo a Estrella Morente pienso que sus inicios en el arte profesional deben ser muy dif¨ªciles. No s¨®lo por ser hija de quien es -lo que le exige m¨¢s que a cualquier otro-, sino tambi¨¦n por los problemas en la elecci¨®n de repertorios y tendencias. Por ahora lo est¨¢ sabiendo hacer con bastante acierto. Su cante no es ortodoxo puro y duro, pero se mantiene pr¨®xima a ¨¦l introduciendo s¨®lo unos acentos personales casi siempre afortunados.

Es cante muy cerebral, por supuesto, muy racionalizado. Pero de un raro encanto en temas como esa bell¨ªsima nana pastoril que Estrella hace con frecuencia o las buler¨ªas marcheneras de Los cuatro muleros. En estilos de mayor dificultad expresiva, la cantaora dio la talla con autoridad. Sus grana¨ªnas -con el acompa?amiento del maestro Habichuela- fueron extraordinarias, hasta jondura tuvieron. Por siguiriyas dio un entendimiento profund¨ªsimo al palo, como debe ser, lamentablemente roto al final, en el terrible cante del se?or Manuel Molina, que Estrella no pudo, o no supo, rematar como es debido.

Estas peque?as cosas son las que denuncian la falta de recursos y de experiencia profesionales de j¨®venes artistas. El no terminar los cantes, por ejemplo, un vicio en el que hoy caen buen n¨²mero de flamencos, j¨®venes y viejos. No es el caso de Chano Lobato, que puede estar en mejor o peor forma, pero a quien le sobran recursos para salir airoso de cualquier problema.

La experiencia es un grado, desde luego, como suele decirse. Yo creo que es m¨¢s, que la experiencia representa muchos grados en el logro del triunfo. Chano Lobato y Juan Habichuela fueron de nuevo esos artistas sabios que resuelven un espect¨¢culo con s¨®lo su presencia. Su arte, su enorme arte, se da por descontado. Esta noche, por a?adidura, tuvieron buen cuidado tambi¨¦n de mimar y arropar con sus atenciones a la joven cantaora que alternaba con ellos. Una lecci¨®n m¨¢s de arte.