El Rayo encuentra a su 'nuevo Camacho'
Juande Ramos, el t¨¦cnico del ascenso, ha aguantado una temporada completa, lo que nadie consigui¨® desde que se fu¨¦ el actual seleccinador, hae seis a?os
"Camacho, te quiero, te admiro y te adoro". As¨ª se desped¨ªa Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz-Mateos, en el verano del 93, de quien en ese momento dejaba de ser entrenador del Rayo: Jos¨¦ Antonio Camacho, que se busc¨® la vida, magn¨ªficamente por cierto, lejos de Vallecas, tras dejar al equipo en Primera. Desde entonces han pasado seis a?os y ni Teresa Rivero, la actual presidenta, ni su marido, el due?o del club, han querido, admirado y adorado a ning¨²n t¨¦cnico como a Juande Ramos, actual y futuro entrenador del Rayo Vallecano. El banquillo del equipo ha vivido unos a?os de turbulencias, sin parar de recibir inquilinos. Ninguno dur¨® una temporada completa. Hubo quien, como Paquito, vivi¨® alg¨²n que otro triunfo moment¨¢neo, por ejemplo el ascenso de la temporada 94-95. Pero casi todos se fueron sin dejar huella. Ninguno hizo patria en Vallecas. Hasta que lleg¨® Juande Ramos, un tipo que no aparenta tener semejanza alguna con Camacho, en cuanto a su car¨¢cter, pero s¨ª en cuanto al cari?o que le ha cogido una directiva que no acostumbra a hacer alardes de paciencia. Una temporada completa, ylo que le queda, ha aguantado Juande Ramos, lo que demuestra que los tiempos cambian incluso en el club de Vallecas.
Seis a?os han tenido que pasar para que la afici¨®n rayista olvidara a Camacho. El equipo acaba de culminar su quinto ascenso y resulta imposible no mirar al banquillo cuando se trata de buscarle paternidad al ¨¦xito. Ni un solo ruido ha armado Juande Ramos en un club que habitualmente ha resultado estruendoso. Es el Rayo un equipo sin grandes nombres, pero que cuenta con un pu?ado de jugadores m¨¢s o menos acostumbrados a las grandes ocasiones. Jugadores que fueron de Primera, como Lopetegui y Cota -que ha logrado su cuarto ascenso-, y que seguir¨¢n en el club; o como Mu?iz, que ya ha firmado por el Numancia; o Luis Cembranos, el futbolista m¨¢s espectacular de la plantilla que, cedido por el Espanyol, tiene muy complicada su continuidad en el Rayo. Y no ya por culpa del Espanyol sino porque el Celta le quiere a toda costa.
El Rayo hab¨ªa abandonado la Primera divisi¨®n, curiosamente junto al Sevilla, en la temporada 96-97. Disput¨® la promoci¨®n, en la que cay¨® frente al Mallorca, que a partir de ese instante comenz¨® una carrera que le ha llevado a la Liga de Campeones. La pasada campa?a el Rayo vivi¨® un suplicio en Segunda. Disput¨® muchos de sus partidos en La Peineta, un campo prestado al que los jugadores consideraban impropio para la pr¨¢ctica de f¨²tbol, y vio c¨®mo los Ruiz Mateos amenazaban con abandonar el club. En la federaci¨®n se presentaron con el ¨¢nimo de que Villar se quedara con las llaves del estadio, "pues no soportamos este continuo vilipendio", dec¨ªan tras un partido en Lleida en el que cuatro jugadores fueron expulsados.
No se fueron y el Rayo no ascendi¨®. Arranc¨® una nueva temporada, la actual, y la vida sigui¨® igual en Vallecas. El Rayo ganaba, pero la gente no aparec¨ªa por el estadio. 3.500 socios ten¨ªa el club y la media de asistencia, menos de 6.000 espectadores por partido, frustraba a la directiva, al t¨¦cnico, Juande Ramos, y a los jugadores. Encaden¨® el equipo una severa racha de derrotas, cinco partidos perdidos de seis jugados, y abandon¨® los puestos de ascenso. Al final se col¨® en la promoci¨®n y ocurri¨® lo ya sabido, con 15.500 espectadores reventando Vallecas, lo que ni los m¨¢s viejos del lugar recordaban.
La directiva ha decidido que Juande Ramos debe seguir y ¨¦ste ha accedido, no sin antes dejar en el club una lista de posibles refuerzos, entre los que no est¨¢, por supuesto, Davor Suker, el sue?o imposible de Teresa Rivero, a la que siguen gustando los golpes de efecto y que no olvida que el mism¨ªsimo Hugo S¨¢nchez jug¨® en el Rayo.
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