Protesta protestante

Hasta ahora, las marchas protestantes, con todo ese ceremonial anclado en el pasado, atravesaban algunos barrios cat¨®licos en diversas ciudades norirlandesas como una manera de reafirmaci¨®n y de desaf¨ªo de la mayor¨ªa a la minor¨ªa en el Ulster. Pero la primera marcha de la Orden de Orange ayer en Portadown tuvo adem¨¢s una clara dimensi¨®n de protesta contra lo que sienten es un abandono por parte de Londres y contra un proceso de paz que puede llevar a los protestantes a perder su predominio en el territorio. Las autoridades brit¨¢nicas, con un enorme despliegue de seguridad, le cortaron el paso para que no avanzara por Garvaghy Road, en zona cat¨®lica. Los primeros s¨ªntomas indican que, en esta situaci¨®n, David Trimble, el l¨ªder del Partido Unionista del Ulster (UUP) que firm¨® el acuerdo del Viernes Santo de 1998, tiene graves dificultades para aceptar la propuesta de los primeros ministros brit¨¢nico e irland¨¦s para formar el Ejecutivo norirland¨¦s el pr¨®ximo 15 de julio. En ese Gobierno, seg¨²n los resultados electorales, le corresponden dos carteras al Sinn Fein, el brazo pol¨ªtico del IRA, cuyo desarme comenzar¨ªa poco despu¨¦s y concluir¨ªa en mayo del 2000. La creaci¨®n del Ejecutivo de integraci¨®n se est¨¢ convirtiendo en un manto de Pen¨¦lope, que ambas partes tejen y destejen. Aun as¨ª, es importante que el proceso siga y no se detenga.

Los protestantes, como ayer dejaron claro en Portadown, no quieren hablar directamente con los cat¨®licos. Pretenden convertir a Londres casi en su ¨²nico interlocutor, lo que va contra del esp¨ªritu y la letra del acuerdo de 1998. Por eso, aunque siga hablando con ellos, el aviso lanzado ayer por Blair contra los protestantes no debe caer en saco roto. Indica que, a diferencia de otros tiempos, los protestantes ya no pueden presuponer el apoyo de Londres. No ignoran tampoco que la Orden de Orange est¨¢ ¨ªntimamente ligada a una Escocia que tambi¨¦n est¨¢ viviendo un importante proceso de autonom¨ªa respecto a Londres. Es decir, los protestantes se est¨¢n quedando m¨¢s solos que nunca. Por ello, cualquier chispa puede hacer estallar la tensi¨®n que se respira en Irlanda del Norte. Y algunos pueden estar interesados en provocarla. Raz¨®n suficiente para que los republicanos, en concreto el IRA, hagan gestos constructivos.