Trasplante a 'la italiana'
Jueces italianos investigan la existencia de una presunta red de compra-venta de ¨®rganos en el pa¨ªs
El caso de Vito de Cosmo, viajante de comercio de 51 a?os, natural de un pueblecito cercano a Brindisi, en el sur de Italia, es hoy por hoy el ejemplo mejor documentado de la realidad estremecedora del mil veces denunciado tr¨¢fico de ¨®rganos humanos. De Cosmo, detenido hace poco m¨¢s de un mes tras el intento fallido de chantajear a la firma de alimentaci¨®n Ferrero, se decidi¨® a contar su historia en un intento desesperado de reclamar la ayuda de la justicia y de la sociedad. Jugador empedernido, hab¨ªa acumulado deudas gigantescas que los prestamistas quer¨ªan recuperar. Uno de ellos le sugiri¨® algo que al principio le caus¨® repugnancia: "Vende un ri?¨®n", le dijo. La frase le dio vueltas en la cabeza hasta que un d¨ªa, agobiado por la presi¨®n de los usureros, se decidi¨® a afrontarla, cediendo uno de sus dos ri?ones. Los prestamistas pusieron a De Cosmo en contacto con Carmelo Sasso, de 49 a?os, un peque?o empresario. Sasso estaba dispuesto a pagar el precio requerido: 200 millones de liras (unos 17 millones de pesetas). Ochenta, para el donante, y el resto, para m¨¦dicos e intermediarios. Sasso, aquejado de diabetes, est¨¢ obligado a someterse a sesiones diarias de di¨¢lisis.
La operaci¨®n deb¨ªa realizarse a espaldas de la ley, porque la legislaci¨®n de 1965 que regula los trasplantes proh¨ªbe el intercambio de dinero entre donante y receptor, y obliga, en los casos en los que no existe consanguinidad entre ambos, a recabar la autorizaci¨®n de un juez. La nueva ley de trasplantes, recientemente aprobada, estimular¨¢ por una v¨ªa acaso demasiado en¨¦rgica las donaciones. Todo italiano que no haya declarado lo contrario se convertir¨¢ en "donante" en caso de muerte prematura.
En todo caso estaba claro que hab¨ªa que desechar que el trasplante de ri?¨®n entre De Cosmo y Sasso se realizara en Brindisi. Pero los intermediarios, como C¨°simo de Costa, detenido junto a De Cosmo, sab¨ªan que en el hospital Umberto I de Roma era posible llevar a cabo la operaci¨®n.
El equipo que dirige el doctor Raffaello Cortesini, toda una autoridad en la materia, pone pocas pegas a la hora de realizar estas intervenciones. De hecho, los carabineros adscritos a Sanidad encontrar¨ªan m¨¢s de una docena de informes cl¨ªnicos de otros tantos trasplantes realizados entre pacientes no consangu¨ªneos por el equipo de este especialista. Cortesini, en estos momentos implicado en el sumario que dirige el juez de Tur¨ªn Maurizio Laudi, ha rechazado p¨²blicamente las acusaciones, amenazando a los investigadores con enviar a declarar a todo un "ej¨¦rcito de trasplantados"; es decir, los 600 pacientes operados por el especialista desde que inici¨® este tipo de intervenciones, en 1984.
El caso De Cosmo, que el juez Laudi consider¨® como "un caso aislado", ha destapado al menos cinco casos m¨¢s de personas que han vendido un pedazo de su cuerpo a cambio de dinero.
Adem¨¢s del Umberto I, al menos otros dos centros sanitarios estar¨ªan sujetos a investigaci¨®n en el sumario abierto por el fiscal Pietro Giordano. El silencio protege de momento a estos centros, donde la legalidad ha dejado paso a la ley brutal de la oferta y la demanda, tambi¨¦n en el terreno sanitario.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.