La serie espa?ola 'Capelito', premiada en el festival de Annecy
Capelito es una seta muy particular. Vive en una caba?a en medio del bosque, y aspira a ser algo en la vida, aunque no sabe muy bien qu¨¦. Var¨ªa de opini¨®n continuamente: si lee un libro de cocina quiere ser chef; si es de cine, director; si de n¨¢utica, capit¨¢n de barco... Rodolfo Pastor ha alumbrado a este diminuto personaje, protagonista de una serie animada que en el festival de Annecy (Francia) ha ganado el premio al mejor piloto para televisi¨®n. Pastor, que firma todo el proceso de creaci¨®n -gui¨®n, dise?o y realizaci¨®n-, sostiene que el pilar de un filme de animaci¨®n es una buena historia.
Rodolfo Pastor, de 59 a?os, nacido en la Pampa y nacionalizado espa?ol -se describe como "un espa?ol con un argentino dentro"-, empez¨® como periodista pol¨ªtico, pero tras pasar por la Escuela de Cine de la Universidad de La Plata descubri¨® su vocaci¨®n: el cine animado. Las primeras pel¨ªculas para ni?os que realiz¨® las proyectaba ¨¦l mismo en las escuelas. "Eran bastante malas... Ten¨ªa suerte de que el p¨²blico no se pod¨ªa ir de la sala", bromea. Con la dictadura, lleg¨® el exilio. Desde hace 21 a?os, el realizador y su familia residen en Espa?a. Pastor mont¨® en Barcelona un peque?o taller de filmes de animaci¨®n, desde el que realiz¨® series para televisi¨®n. Las primeras, Cartas de un pap¨¢ y Langostino, ambas emitidas por TVE, la ¨²nica existente en la ¨¦poca. Despu¨¦s trabaj¨® para Barrio S¨¦samo y para la cadena catalana TV-3. Encargos que simultane¨® con la docencia. Actualmente es profesor de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona e imparte seminarios en su estudio, anejo a su vivienda, en el coraz¨®n de la ciudad vieja. "Intento", comenta, "que no se pierda mi oficio, que tiene mucho de titiritero; se requiere sensibilidad y, naturalmente, habilidades".
En el taller de Pastor no hay ordenadores. S¨®lo uno, peque?o, de primer¨ªsima generaci¨®n, que el realizador emplea para escribir, y no siempre. Un equipo de entre media docena y una docena de personas, dependiendo del trabajo en cada momento, construye manualmente, y de forma artesanal, la escenograf¨ªa y los mu?ecos -todo de cart¨®n piedra- que protagonizan las pel¨ªculas. "Fabricamos hasta la lluvia: 100 gotas de celof¨¢n colgando de otros tantos hilillos invisibles", ilustra el realizador.
El rodaje es igual de minucioso y lento. Fotograma a fotograma. El animador no rechaza la tecnolog¨ªa -"para la posproducci¨®n es formidable", dice-, pero ¨¦l prefiere el sistema tradicional. "El m¨¦todo cinematogr¨¢fico cl¨¢sico es el mejor. Lo otro s¨®lo sirve para crear efectos espectaculares", lanza. Y abunda: "Los medios son secundarios. Las grandes pel¨ªculas, las grandes fotograf¨ªas, se hicieron con equipos sencillos, y las grandes novelas se escribieron con pluma de ganso".
En cuanto a Capelito, premio en Annecy, naci¨® para explicar las aventuras de la seta del mismo nombre, de la familia de los Boletus edulis. Es un personaje imaginario que Pastor se invent¨® para entrener a los ni?os de su barrio, a los que lleva, en oto?o, al campo a recoger hongos. Capelito tiene la particularidad de cambiar de sombrero cada vez que quiere modificar su profesi¨®n o nacionalidad. La serie, actualmente en producci¨®n, tendr¨¢ 26 cap¨ªtulos de cinco minutos, y una productora japonesa ha confirmado su participaci¨®n en ella. Capelito tambi¨¦n acudir¨¢ al pr¨®ximo Foro Cartoon, que se celebrar¨¢ en septiembre en C¨®rdoba.
Adem¨¢s de trabajar en Capelito, a Pastor le ocupa ahora otro proyecto. Se titula Anima tango, y es una serie animada inspirada en el baile t¨ªpico argentino.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.