FUNERAL EN LA LUNA

Los proyectos de viajes espaciales no suelen dejar muchos cabos sueltos. Pero el caso del primer alunizaje, protagonizado por Neil Armstrong y Edwin Buzz Aldrin el 20 de julio de 1969 (4.56 del 21 de julio, hora peninsular espa?ola), riz¨® el rizo de la previsi¨®n. El diario Los Angeles Times publica el documento "En el caso de un desastre en la Luna", donde se revelan las medidas a adoptar en caso de que los dos astronautas no hubieran podido volver a la Tierra. En primer lugar, el entonces presidente de Estados Unidos, Richard Nixon, deb¨ªa telefonear a las m¨¢s que presumibles viudas. Posteriormente, la NASA habr¨ªa cortado la comunicaci¨®n con la nave y un sacerdote habr¨ªa "adoptado el mismo procedimiento que durante un entierro en mar, encomendando sus almas a lo "m¨¢s profundo de las profundidades", terminando con el padre nuestro". Por ¨²ltimo, Nixon se habr¨ªa dirigido a la naci¨®n, pronunciando un florido discurso: "La suerte ha querido que los dos astronautas que fueron a la Luna para explorar con un esp¨ªritu de paz descansen en la Luna en paz", seg¨²n el texto que se ha hecho p¨²blico ahora. "Estos valientes hombres, Neil Armstrong y Edwin Aldrin, saben que no tienen ninguna esperanza de ser salvados. Pero saben que su sacrificio aportar¨¢ esperanza a la humanidad", a?ade. "Todo ser humano que levante los ojos hacia la Luna en las noches por venir sabr¨¢ que existe otro lugar en el mundo que forma, para siempre, parte de la humanidad", concluye el discurso. ?Conocieron en alg¨²n momento los hist¨®ricos astronautas lo que les ten¨ªan preparado? - -