Londres inicia los contactos para rescatar el plan de paz del Ulster

La operaci¨®n para rescatar del abismo el proceso de paz norirland¨¦s se puso en marcha ayer con una ronda de conversaciones bilaterales entre el Gobierno brit¨¢nico y los partidos del Ulster. Pero el enojo y la frustraci¨®n por el fracaso el d¨ªa anterior en la formaci¨®n del Gobierno auton¨®mico compartido quedaron en evidencia en la serie de recriminaciones y acusaciones lanzadas por los l¨ªderes pol¨ªticos de ambas comunidades.Para paliar la crisis y preparar el terreno de la revisi¨®n del proceso, Londres y Dubl¨ªn han pedido la ayuda del senador norteamericano George Mitchell, moderador de las negociaciones que produjeron el Acuerdo de Viernes Santo de 1998. La disposici¨®n al di¨¢logo de los partidos norirlandeses era la ¨²nica se?al evidente de que el proceso de paz a¨²n no ha muerto. Tras el fracaso en la constituci¨®n del autogobierno, el acuerdo entra en una fase de revisi¨®n, cuya estructura y calendario fijar¨¢n el martes Tony Blair y Bertie Ahern, primeros ministros brit¨¢nico e irland¨¦s. A la reuni¨®n acudir¨¢ tambi¨¦n el senador Mitchell.

Para Gerry Adams, presidente del Sinn Fein, no hay duda de la "seriedad" de los problemas que atribuye exclusivamente a la "certeza de que los unionistas no quieren compartir gobierno con nacionalistas ni republicanos". Sobre el problema de la entrega de las armas, que provoc¨® el boicot de David Trimble y de los 28 diputados auton¨®micos del Partido Unionista del Ulster (UUP), el l¨ªder republicano mantuvo su l¨ªnea tradicional. "Es un asunto del IRA. El Sinn Fein seguir¨¢ trabajando para crear las condiciones propicias al desarme. Es una responsabilidad, no s¨®lo del Sinn Fein, sino de todos los partidos firmantes del acuerdo", reiter¨®.

El problema del desarme

El Acuerdo de Viernes Santo no incluye la destrucci¨®n de las armas en manos republicanas entre las condiciones a la formaci¨®n del Ejecutivo de Belfast. El documento lo considera "una parte indispensable del proceso de negociaci¨®n" y reafirma el compromiso de todos los participantes en el "desarme total de las organizaciones paramilitares". Pero, para proteger su liderazgo en el UUP, Trimble demand¨® p¨²blicamente el inicio del desarme con prioridad a su colaboraci¨®n con la formaci¨®n del Gobierno. Las concesiones de Blair al respecto, con las que se gan¨® la desconfianza de los republicanos, no consiguieron levantar el veto unionista a la aplicaci¨®n del Acuerdo.

Trimble llam¨® ayer a una serie de encuentros bilaterales con "todos los partidos tan pronto como sea posible". Su invitaci¨®n, al d¨ªa siguiente de ausentarse de la Asamblea de Belfast, fue recibida con sospechas por los republicanos. M¨¢s controvertida es una segunda propuesta de Trimble pidiendo el distanciamiento de Londres y Dubl¨ªn en la resoluci¨®n de la crisis. "No podemos seguir corriendo detr¨¢s de los gobiernos como si fueran enfermeras. Debemos resolver los problemas nosotros mismos", dijo.