Carta abierta al rey de Espa?a
Majestad: En las curvas del puerto de Peyresourde, donde tantos corredores espa?oles han realizado gestas inolvidables, puede leerse, escrito con pintura blanca sobre el asfalto que la bruma disputa al sol: "?Jaja al mundial!" Es de "Jaja al mundial", de esas palabras pintadas sobre la serpiente de las cumbres, de lo que desear¨ªa hablarle. Jaja es mucho m¨¢s importante que el nacimiento del euro o las fluctuaciones del ¨ªndice burs¨¢til de Par¨ªs, el CAC 40, que preocupan a sus consejeros, pesados tecn¨®cratas, engre¨ªdos bur¨®cratas chapoteando en la charca de las monedas...
Who is Jaja? ?Es Jalabert, Majestad! Jalabert, nombre de pila Laurent, guerrero del pedal, natural de Mazamet, cuya audacia, determinaci¨®n, potencia y clase en las carreteras de la Vuelta habr¨¢ apreciado en numerosas ocasiones. ?El se?or Jaja tiene debilidad por el maillot amarillo!
Jaja, cuyo palmar¨¦s, de la Vuelta a la Par¨ªs-Niza, pasando por la Flecha Valona y la Milan-San Remo, es uno de los m¨¢s ricos del pelot¨®n, tiene tras sus pasos a la FFC. La FFC le busca las pulgas a Jaja. ?Qu¨¦ es la FFC?, se preguntar¨¢. Se trata de la Federaci¨®n Francesa de Ciclismo, presidida por un tal Baal, que ha puesto a punto un nuevo invento contra el dopaje, el seguimiento longitudinal. Jaja, que como todo corredor, ya es objeto de los controles de la Uni¨®n Ciclista Internacional (UCI), se niega a someterse a este invento. Es testarudo, Jaja, Majestad, tan testarudo como un herrero de Mazamet, como un alba?il de la Rioja... ?S¨ª, este brib¨®n no se corta! Consecuencia de su rechazo a obedecer a las sanguijuelas: Jalabert -"uno de los corredores m¨¢s sanos del pelot¨®n", en palabras del muy ponderado Manolo Saiz- no podr¨¢ disputar el campeonato del mundo de fondo en carretera con la selecci¨®n francesa. ?Fuera Jaja!
Es un asunto exclusivamente franc¨¦s, me dir¨¢ usted. Desde luego, pero que puede dejar de serlo si usted tiene a bien, Majestad. Para parar los pies a la FFC, evitar que perjudique a Jaja, le basta conceder a Jalabert, que naci¨® en Occitania, utiliza una bicicleta asi¨¢tica y reside en Suiza, la nacionalidad espa?ola. Correr¨ªa el campeonato del mundo con el equipo espa?ol y lo ganar¨ªa. ?Una alegr¨ªa tan grande como los huevos de H¨¦rcules!
Conceda a Jaja la nacionalidad espa?ola, Majestad. Mejor a¨²n, ?nombre a este gran corredor Grande de Espa?a! Juan Carlos de Borb¨®n y Borb¨®n, ?ennoblezca a Jalabert! ?Que se convierta en Laurent Jalabert de ONCE y Jaja! Har¨ªa ilusi¨®n a los espa?oles y a quienes, en los bares de Mazamet, juegan a las cartas y beben su anisete sin parar de evocar las gestas del N¨²mero Uno Mundial. ?Y Francia? ?Tranquil¨ªcese, Majestad! Su gesto, sin duda, le ayudar¨¢ a recobrar su propia nobleza, a volver a ser aquello que fue, el pa¨ªs donde los campeones son siempre bienvenidos.
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