Marta Ferrusola reivindica su derecho a contratar con el Gobierno catal¨¢n

Marta Ferrusola, esposa del presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, y accionista de Hidroplant, reivindic¨® ayer el derecho que, como empresaria, tiene a optar a contratos del Gobierno catal¨¢n. La firma tiene en la actualidad contratos de mantenimiento de plantas con los departamentos de Econom¨ªa, Medio Ambiente, Presidencia y Gobernaci¨®n, seg¨²n explic¨® el presidente de la misma, Adolfo Ramiro. Ferrusola es la ¨²nica de las accionistas que participa tambi¨¦n en la gesti¨®n directa de Hidroplant.

Hidroplant se dedica a la comercializaci¨®n y mantenimiento de plantas hidrop¨®nicas, plantas que no crecen en tierra, sino que hunden sus ra¨ªces en agua. Esto hace que en centros p¨²blicos, especialmente en hospitales, sean m¨¢s recomendables que las tradicionales, ya que no son susceptibles de almacenar g¨¦rmenes pat¨®genos. Pese a ello, la firma no acaba de arrancar y en los ¨²ltimos a?os ha oscilado entre resultados con p¨¦rdidas y beneficios de unos ocho millones de pesetas. Su facturaci¨®n ronda los 250 millones anuales, la mitad de lo que su consejo de administraci¨®n juzga deseable. Pero Hidroplant no es noticia por sus productos, sino porque entre sus accionistas figuran tres miembros de la familia directa del presidente de la Generalitat. Son su esposa, Marta Ferrusola, que tiene el 9% de las acciones, y Jordi y Marta Pujol Ferrusola, que tienen un 3% cada uno. Total: el 15% del capital de la firma en manos de la familia. El resto de los accionistas son Aguas de Barcelona (30%) y otros dos accionistas privados que tienen el 30% uno y el 25% otro. La presencia de la familia de Jordi Pujol entre los accionistas no ha sido obst¨¢culo para que la firma lograra algunos contratos, esencialmente de mantenimiento, insisti¨® Ramiro, con el propio Gobierno catal¨¢n. Es una relaci¨®n que ninguno de los miembros del consejo ve que resulte problem¨¢tica. Marta Ferrusola asegur¨® que jam¨¢s ha tenido dudas sobre la correcci¨®n de lo que hace la empresa. Ramiro, por su parte, insisti¨® en el escaso porcentaje (sobre un 2%) que representan los contratos oficiales de la empresa. El presidente del consejo reconoci¨® que, tras las cr¨ªticas producidas precisamente por estas contratas, la empresa se hab¨ªa planteado si estaba justificado seguir prestando estos servicios y a?adi¨® que hab¨ªan decidido que s¨ª porque ser¨ªa injusto no poder optar a ello. Marta Ferrusola es accionista y tambi¨¦n asalariada, explic¨®. Su labor consiste en la promoci¨®n comercial. Ella misma explic¨® que cuando va por la calle toma nota de las obras que ve y se pone en contacto con sus promotores o arquitectos para ofrecerles las plantas. A veces, asegur¨®, llama por tel¨¦fono y da el nombre de una de las socias para evitar suspicacias, pero luego acude en persona a vender los productos de Hidroplant. Asegur¨® que cuando escribe un pedido nunca mira su importe porque su ilusi¨®n es superior al beneficio. Ramiro coincidi¨® en eso con la esposa de Pujol y explic¨® que lo dec¨ªa desde el convencimiento de que a la empresa no le ir¨ªa mal un poco menos de ilusi¨®n y un poco m¨¢s de sentido comercial. El presidente del consejo, que lo es en funci¨®n del 30% de las acciones que tiene Aguas de Barcelona, asegur¨® que la actuaci¨®n de la empresa es transparente como lo demuestra que la Generalitat no sea, ni con mucho, uno de sus principales clientes. La facturaci¨®n de los cuatro departamentos en los ¨²ltimos a?os nunca ha superado los seis millones anuales, precis¨®.