_
_
_
_
Tribuna:RELATOS DE VERANO
Tribuna
Art¨ªculos estrictamente de opini¨®n que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opini¨®n han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opini¨®n de personas ajenas a la Redacci¨®n de EL PA?S llevar¨¢n, tras la ¨²ltima l¨ªnea, un pie de autor ¡ªpor conocido que ¨¦ste sea¡ª donde se indique el cargo, t¨ªtulo, militancia pol¨ªtica (en su caso) u ocupaci¨®n principal, o la que est¨¦ o estuvo relacionada con el tema abordado

Karnaba

En respuesta a la pregunta que usted me formula en su carta, le dir¨¦ que, efectivamente, yo coincid¨ª con Karnaba en Alcal¨¢-Meco pocos meses antes de su muerte. A mi ingreso en la prisi¨®n, ¨¦l ya estaba se?alado por la enfermedad que habr¨ªa de arrastrarlo a la tumba. Lo recuerdo como era en el tramo final de su vida, sin semejanza ninguna con el atleta espigado que hab¨ªa sido en tiempos. Tengo muy presente en la memoria su cara demacrada y unos ojos fijos, penetrantes, que daba escalofr¨ªos mirar. Todos los d¨ªas, en el patio, yo procuraba esquivarlo debido a la repulsi¨®n que me produc¨ªa su aspecto f¨ªsico. A veces el sofoco lo obligaba a detenerse y no hab¨ªa paseo en que no se arrimara al muro a vaciarse de esputos ruidosamente. Le guardaba, eso s¨ª, respeto y ¨¦l me lo guardaba a m¨ª; pero no amistamos, en parte porque nos separaba un abismo de edad (once o doce a?os), en parte tambi¨¦n porque nunca he logrado congeniar con los guipuzcoanos de las zonas rurales. Son gente, ?sabe usted?, que se desplaza de A a B atravesando a cabezadas cuantas paredes encuentran a su paso.Quien s¨ª lo conoci¨® de cerca fue mi cu?ado Xanti Arrondo, que en paz descanse. Mi cu?ado, en sus buenos tiempos, se manejaba de maravilla con los explosivos; pero ten¨ªa un defecto: le gustaban demasiado los libros. Quiero decir que tend¨ªa de suyo a extraviarse en filosof¨ªas y meditaciones, de modo que a veces, a la hora de la verdad, se quedaba corto de reda?os. ?stos le sobraban a Karnaba, hombre de escasa cultura y de ningunos miramientos, que lo mismo disparaba a un militar en el atrio de una iglesia que a una perdiz o a los pajaritos en los montes cercanos a su pueblo. Entre los dos y un fulano de Vitoria que los llevaba y tra¨ªa en coche, formaron un grupo mort¨ªfero por aquella ¨¦poca. Al final, lo de siempre: los vieron, los persiguieron y los cogieron. Habr¨ªa necesitado tres vidas de longevo cada uno para cumplir la condena que les cay¨®. El c¨¢ncer, a su manera, indult¨® primero a Karnaba y m¨¢s tarde a mi cu?ado, de quien escuch¨¦ la historia que usted desea incluir en su estudio.

Yo la recuerdo como sigue: Karnaba se hallaba un atardecer de 1978 a la espera de ¨®rdenes en un piso secreto de Tolosa cuando son¨® el tel¨¦fono y una voz de confianza le comunic¨® que hab¨ªa un guardia civil (para nosotros, un pikoleto) cenando solo en el bar-restaurante Etxeberr¨ªa. Le aseguraron que no exist¨ªa la menor duda acerca de la identidad del individuo, de cuyos rasgos faciales y atuendo de paisano le hicieron una sucinta descripci¨®n.

La villa disfrutaba por aquellos d¨ªas de sus fiestas de carnaval. Las calles rebosaban por tal motivo de gente cantarina y disfrazada. Iban y ven¨ªan las charangas en medio de una gran animaci¨®n popular, que se prolongaba a diario hasta la madrugada. Medio en el bullicio, no le resultaba dif¨ªcil a un pikoleto sin uniforme ni tricornio andar a la husma de sospechosos. Karnaba vislumbr¨® la oportunidad de ganar m¨¦rito ante sus jefes de organizaci¨®n y decidi¨® actuar deprisa y por su cuenta. Se puso una prenda de abrigo con capucha; meti¨® en un bolsillo el arma; en otro, una figurita de cristal con forma de p¨¢jaro, que sol¨ªa servirle de amuleto, y sin perder tiempo en mayores preparativos se ech¨® a la calle.

Tras un cuarto de hora de camino por calles apartadas y al amparo de las primeras tinieblas de la noche, avist¨® el letrero del bar-restaurante Etxeberr¨ªa. Encontr¨® el local bastante concurrido, pero no lleno. A mano derecha, nada m¨¢s entrar, hab¨ªa unas escaleras empinadas y estrechas que conduc¨ªan a un comedor subterr¨¢neo. Karnaba, seg¨²n contaba Xanti, descendi¨® sin precipitarse los diez o doce escalones de madera, tentando con una mano la pared, la otra aferrada al arma dentro del bolsillo. Abajo percibi¨® enseguida una se?a que disimuladamente indicaba en una determinada direcci¨®n. Al revirar la mirada, Karnaba vio sentado a una mesa del fondo, junto a la puerta del servicio de caballeros, al pikoleto en mangas de camisa, un tipo bien apersonado, de entre treinta y cinco y cuarenta a?os, que acababa de encender un puro y lo degustaba con ostensible complacencia. Le colgaba de la mu?eca un grueso reloj plateado. Ten¨ªa debajo de un p¨¢rpado una verrugilla negra erizada de pelos. Karnaba enristr¨® hacia ¨¦l y, sin mediar palabra, le descerraj¨® un tiro a bocajarro en la verruga.

Con la misma flema con que hab¨ªa llevado a cabo el atentado (la ekintza, que decimos nosotros) subi¨® la escalera y sali¨® del bar-restaurante Etxeberr¨ªa. Nadie lo sigui¨®. No hubo voces de alarma. Los parroquianos de la parte de arriba ni siquiera hab¨ªan o¨ªdo la detonaci¨®n, silenciada, al parecer, por el tach¨¢n tach¨¢n de una charanga que en aquel momento pasaba tocando unos aires chabacanos por la calle. Karnaba, embutida la cabeza dentro de la capucha, dobl¨® la esquina y a paso vivo se perdi¨® en la noche.

Se conoce que le repudr¨ªa toparse con tantos juerguistas mientras ¨¦l se sacrificaba y se jugaba la vida en pro de la liberaci¨®n de Euskal Herria. As¨ª que, vencido por el mal humor, decidi¨® volver cuanto antes al piso y encerrarse. Por la calle se entretuvo tratando de adivinar el nombre del pikoleto al que acababa de matar. Jos¨¦ Gonz¨¢lez, Juan Fern¨¢ndez... se iba diciendo. La radio no tardar¨ªa en confirm¨¢rselo. A todo esto lleg¨® a la callejuela que acaso usted conozca, entre dos antiguas casas de piedra, al pie del monte Uzturre. El suelo, cubierto a trechos de adoquines, estaba mojado por la llovizna que no hab¨ªa cesado de caer en el transcurso de la tarde. Era una callejuela en cuesta, sin m¨¢s iluminaci¨®n que la que le daban los tenues reflejos procedentes de la parte baja de la villa. Se ve¨ªa muy poco, detalle en el que siempre insist¨ªa mi cu?ado, sin duda por considerarlo determinante de lo que all¨ª ocurri¨®. A Karnaba la oscuridad le tra¨ªa sin cuidado. A fin de cuentas se encontraba a cuatro pasos del piso que le serv¨ªa de escondite y en el que, antes de nada, deber¨ªa redactar un informe sobre el pistoletazo en el bar-restaurante Etxeberr¨ªa con vistas a mandarlo a sus jefes en Francia, seg¨²n la obligada costumbre cada vez que los militantes realizaban una ekintza. Eso lo han contado innumerables libros; no tengo, pues, por qu¨¦ ocultarlo.

Contin¨²o. Karnaba enfil¨® tan tranquilo la callejuela por la que en aquel preciso instante bajaba alguien de quien no pudo distinguir el rostro, pues ya le he dicho a usted que al lugar le faltaba poco para hallarse por completo a oscuras. Ni sal¨ªa luz de las ventanas de las casas ni se ve¨ªa farol alguno por los alrededores. En todo caso, de haberlos, deb¨ªan de estar a buen seguro estropeados.

Total, que cuando oy¨® ruido de pisadas y se percat¨® de que alguien ven¨ªa en la direcci¨®n opuesta, Karnaba, sin pararse, se hizo a un lado con el prop¨®sito de dejar sitio a la persona que bajaba por la callejuela. Al otro parece que se le ocurri¨® la misma idea, con tan mala fortuna que ambos chocaron de frente. Son¨® una palabrota en la oscuridad, al tiempo que la espalda de Karnaba se aplastaba contra la pared a consecuencia de un recio empell¨®n. A Karnaba, seg¨²n relataba mi cu?ado, se le figur¨® al pronto que era v¨ªctima de un atraco. "Tendr¨ªa narices", pens¨®, "que un ratero de tres al cuarto me mangase la pistola. ?C¨®mo se lo explico despu¨¦s a los compa?eros?". Movido de un impulso instintivo de defensa, solt¨® un pu?etazo a la ventura que le alcanz¨® de lleno en el pecho al desconocido. -?Cabr¨®n! -dijo ¨¦ste, mordiendo las s¨ªlabas con rabia.

Se abalanz¨® acto seguido sobre Karnaba. Sus jadeos feroces, alternados con imprecaciones entre dientes, no dejaban lugar a dudas acerca de la sa?a con que se aprestaba a la pelea. Sin ¨¦l saberlo, permit¨ªan de paso intuir sus movimientos en la oscuridad, de modo que Karnaba pudo desbaratarle la furiosa acometida por la v¨ªa simple de alzar una rodilla y esperar a que el otro se la clavase en el vientre por su propio impulso. El desconocido profiri¨® un grito sordo de dolor, como si le hubiese tomado de repente una arcada. El encontronazo hab¨ªa hecho perder a Karnaba el equilibrio. A punto de caer, logr¨®, sin embargo, agarrarse con la yema de los dedos a una muesca de la pared. Por espacio de varios segundos qued¨® en una postura comprometida, en la cual hubo de aguantar una pega de patadas, algunas tan fuertes y certeras que pens¨® lo golpeaban a matar.

Al fin consigui¨® mal que bien erguirse y, ciego de coraje, arremeti¨® contra quien tan fieramente lo maltrataba, decidido a derribarlo costase lo que costase. Se trabaron los dos en un abrazo violento que les brind¨® la primera ocasi¨®n de medir sus fuerzas. Luchaban, silenciosos, anhelantes, apret¨¢ndose el uno al otro con iguales br¨ªos que si se hubieran puesto de acuerdo para fundirse en un solo cuerpo. Obra de un minuto dur¨® el forcejeo. En ese tiempo a Karnaba le fue dado comprobar que su contrincante era un joven de complexi¨®n robusta, barba ¨¢spera y estatura algo m¨¢s baja que la suya. Tambi¨¦n comprob¨® un detalle que lo colm¨® de inquietud: el desconocido pose¨ªa unos brazos de hierro a los que ¨¦l poco o nada pod¨ªa oponer como no fuese una treta socorrida.

Opt¨®, en consecuencia, por zafarse, recular un paso y tirar una patada a ras de tierra, semejante a una embestida de guada?a, hacia donde supon¨ªa que se hallaban los tobillos del extra?o. Sus c¨¢lculos se revelaron acertados; pero no hab¨ªa previsto que el otro se desplomara encima de ¨¦l y, asi¨¦ndole vigorosamente por los hombros, lo arrastrase al suelo en su ca¨ªda. Karnaba sinti¨® un dolor agudo en el espinazo. Al parecer, la punta redondeada de un adoqu¨ªn se le hab¨ªa incrustado en la espalda, impidi¨¦ndole revolverse con la prontitud que hubiera convenido a su defensa. Se supo perdido no bien el otro le oprimi¨® el pecho con una rodilla y comenz¨® a sacudirle pu?etazos a discreci¨®n en la cara. Entre golpe y golpe, pod¨ªan o¨ªrse, calle abajo, murmullos de la fiesta, entremezclados con r¨¢fagas de m¨²sica. Karnaba intent¨® anunciar que se rend¨ªa; pero sus labios partidos y su boca llena de sangre no atinaron a articular m¨¢s sonido que un ag¨®nico susurro incomprensible.

Se ahogaba, falto de aire. Y aquel bestia sin rostro no paraba de arrearle mamporros. A mi cu?ado le habr¨ªa de confesar tiempo despu¨¦s que hubo un instante en que dirigi¨® la vista al firmamento negro con el prop¨®sito de despedirse de la vida. As¨ª y todo, quienquiera que maneje los hilos del destino determin¨® que Karnaba no finase aquella noche en la callejuela oscura de Tolosa. Su mano top¨® por azar la pistola ca¨ªda sobre los adoquines durante la pendencia. Puede usted suponer el desenlace de la historia. Que al d¨ªa siguiente se descubriese que el muerto era un destacado militante de la organizaci¨®n afect¨® much¨ªsimo a los nuestros, empezando por el pobre Karnaba.

Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo

?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?

Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.

?Por qu¨¦ est¨¢s viendo esto?

Flecha

Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.

En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PA?S
Recomendaciones EL PA?S
Recomendaciones EL PA?S
_
_
seductrice.net
universo-virtual.com
buytrendz.net
thisforall.net
benchpressgains.com
qthzb.com
mindhunter9.com
dwjqp1.com
secure-signup.net
ahaayy.com
tressesindia.com
puresybian.com
krpano-chs.com
cre8workshop.com
hdkino.org
peixun021.com
qz786.com
utahperformingartscenter.org
worldqrmconference.com
shangyuwh.com
eejssdfsdfdfjsd.com
playminecraftfreeonline.com
trekvietnamtour.com
your-business-articles.com
essaywritingservice10.com
hindusamaaj.com
joggingvideo.com
wandercoups.com
wormblaster.net
tongchengchuyange0004.com
internetknowing.com
breachurch.com
peachesnginburlesque.com
dataarchitectoo.com
clientfunnelformula.com
30pps.com
cherylroll.com
ks2252.com
prowp.net
webmanicura.com
sofietsshotel.com
facetorch.com
nylawyerreview.com
apapromotions.com
shareparelli.com
goeaglepointe.com
thegreenmanpubphuket.com
karotorossian.com
publicsensor.com
taiwandefence.com
epcsur.com
mfhoudan.com
southstills.com
tvtv98.com
thewellington-hotel.com
bccaipiao.com
colectoresindustrialesgs.com
shenanddcg.com
capriartfilmfestival.com
replicabreitlingsale.com
thaiamarinnewtoncorner.com
gkmcww.com
mbnkbj.com
andrewbrennandesign.com
cod54.com
luobinzhang.com
faithfirst.net
zjyc28.com
tongchengjinyeyouyue0004.com
nhuan6.com
kftz5k.com
oldgardensflowers.com
lightupthefloor.com
bahamamamas-stjohns.com
ly2818.com
905onthebay.com
fonemenu.com
notanothermovie.com
ukrainehighclassescort.com
meincmagazine.com
av-5858.com
yallerdawg.com
donkeythemovie.com
corporatehospitalitygroup.com
boboyy88.com
miteinander-lernen.com
dannayconsulting.com
officialtomsshoesoutletstore.com
forsale-amoxil-amoxicillin.net
generictadalafil-canada.net
guitarlessonseastlondon.com
lesliesrestaurants.com
mattyno9.com
nri-homeloans.com
rtgvisas-qatar.com
salbutamolventolinonline.net
sportsinjuries.info
wedsna.com
rgkntk.com
bkkmarketplace.com
zxqcwx.com
breakupprogram.com
boxcardc.com
unblockyoutubeindonesia.com
fabulousbookmark.com
beat-the.com
guatemala-sailfishing-vacations-charters.com
magie-marketing.com
kingstonliteracy.com
guitaraffinity.com
eurelookinggoodapparel.com
howtolosecheekfat.net
marioncma.org
oliviadavismusic.com
shantelcampbellrealestate.com
shopleborn13.com
topindiafree.com
v-visitors.net
djjky.com
053hh.com
originbluei.com
baucishotel.com
33kkn.com
intrinsiqresearch.com
mariaescort-kiev.com
mymaguk.com
sponsored4u.com
crimsonclass.com
bataillenavale.com
searchtile.com
ze-stribrnych-struh.com
zenithalhype.com
modalpkv.com
bouisset-lafforgue.com
useupload.com
37r.net
autoankauf-muenster.com
bantinbongda.net
bilgius.com
brabustermagazine.com
indigrow.org
miicrosofts.net
mysmiletravel.com
selinasims.com
spellcubesapp.com
usa-faction.com
hypoallergenicdogsnames.com
dailyupdatez.com
foodphotographyreviews.com
cricutcom-setup.com
chprowebdesign.com
katyrealty-kanepa.com
tasramar.com
bilgipinari.org
four-am.com
indiarepublicday.com
inquick-enbooks.com
iracmpi.com
kakaschoenen.com
lsm99flash.com
nana1255.com
ngen-niagara.com
technwzs.com
virtualonlinecasino1345.com
wallpapertop.net
casino-natali.com
iprofit-internet.com
denochemexicana.com
eventhalfkg.com
medcon-taiwan.com
life-himawari.com
myriamshomes.com
nightmarevue.com
healthandfitnesslives.com
androidnews-jp.com
allstarsru.com
bestofthebuckeyestate.com
bestofthefirststate.com
bestwireless7.com
britsmile.com
declarationintermittent.com
findhereall.com
jingyou888.com
lsm99deal.com
lsm99galaxy.com
moozatech.com
nuagh.com
patliyo.com
philomenamagikz.net
rckouba.net
saturnunipessoallda.com
tallahasseefrolics.com
thematurehardcore.net
totalenvironment-inthatquietearth.com
velislavakaymakanova.com
vermontenergetic.com
kakakpintar.com
jerusalemdispatch.com
begorgeouslady.com
1800birks4u.com
2wheelstogo.com
6strip4you.com
bigdata-world.net
emailandco.net
gacapal.com
jharpost.com
krishnaastro.com
lsm99credit.com
mascalzonicampani.com
sitemapxml.org
thecityslums.net
topagh.com
flairnetwebdesign.com
rajasthancarservices.com
bangkaeair.com
beneventocoupon.com
noternet.org
oqtive.com
smilebrightrx.com
decollage-etiquette.com
1millionbestdownloads.com
7658.info
bidbass.com
devlopworldtech.com
digitalmarketingrajkot.com
fluginfo.net
naqlafshk.com
passion-decouverte.com
playsirius.com
spacceleratorintl.com
stikyballs.com
top10way.com
yokidsyogurt.com
zszyhl.com
16firthcrescent.com
abogadolaboralistamd.com
apk2wap.com
aromacremeria.com
banparacard.com
bosmanraws.com
businessproviderblog.com
caltonosa.com
calvaryrevivalchurch.org
chastenedsoulwithabrokenheart.com
cheminotsgardcevennes.com
cooksspot.com
cqxzpt.com
deesywig.com
deltacartoonmaps.com
despixelsetdeshommes.com
duocoracaobrasileiro.com
fareshopbd.com
goodpainspills.com
hemendekor.com
kobisitecdn.com
makaigoods.com
mgs1454.com
piccadillyresidences.com
radiolaondafresca.com
rubendorf.com
searchengineimprov.com
sellmyhrvahome.com
shugahouseessentials.com
sonihullquad.com
subtractkilos.com
valeriekelmansky.com
vipasdigitalmarketing.com
voolivrerj.com
worldhealthstory.com
zeelonggroup.com
1015southrockhill.com
10x10b.com
111-online-casinos.com
191cb.com
3665arpentunitd.com
aitesonics.com
bag-shokunin.com
brightotech.com
communication-digitale-services.com
covoakland.org
dariaprimapack.com
freefortniteaccountss.com
gatebizglobal.com
global1entertainmentnews.com
greatytene.com
hiroshiwakita.com
iktodaypk.com
jahatsakong.com
meadowbrookgolfgroup.com
newsbharati.net
platinumstudiosdesign.com
slotxogamesplay.com
strikestaruk.com
techguroh.com
trucosdefortnite.com
ufabetrune.com
weddedtowhitmore.com
12940brycecanyonunitb.com
1311dietrichoaks.com
2monarchtraceunit303.com
601legendhill.com
850elaine.com
adieusolasomade.com
andora-ke.com
bestslotxogames.com
cannagomcallen.com
endlesslyhot.com
iestpjva.com
ouqprint.com
pwmaplefest.com
qtylmr.com
rb88betting.com
buscadogues.com
1007macfm.com
born-wild.com
growthinvests.com
promocode-casino.com
proyectogalgoargentina.com
wbthompson-art.com
whitemountainwheels.com
7thavehvl.com
developmethis.com
funkydogbowties.com
travelodgegrandjunction.com
gao-town.com
globalmarketsuite.com
blogshippo.com
hdbka.com
proboards67.com
outletonline-michaelkors.com
kalkis-research.com
thuthuatit.net
buckcash.com
hollistercanada.com
docterror.com
asadart.com
vmayke.org
erwincomputers.com
dirimart.org
okkii.com
loteriasdecehegin.com
mountanalog.com
healingtaobritain.com
ttxmonitor.com
nwordpress.com
11bolabonanza.com