Yeltsin nombra a Putin su quinto primer ministro en a?o y medio y lo presenta como su "delf¨ªn"

Bor¨ªs Yeltsin dio ayer un nuevo golpe de mano y destituy¨® al primer ministro, Sergu¨¦i Stepashin, que hab¨ªa nombrado hace menos de tres meses. En su lugar design¨® a Vlad¨ªmir Putin, de 46 a?os. Ambos han dedicado buena parte de su vida profesional al espionaje y a la seguridad. Yeltsin, que nombr¨® ayer a su quinto primer ministro en 17 meses, anunci¨® la convocatoria de elecciones legislativas para el 19 de diciembre y dijo que Putin es su candidato para las presidenciales del 2000. El presidente justific¨® esta decisi¨®n asegurando que Vlad¨ªmir Putin "puede unir a los que desean la renovaci¨®n de la Gran Rusia en el siglo XXI".

"Ha comenzado el marat¨®n electoral", dijo el presidente ruso en un mensaje televisado, en el que comunic¨® los cambios a los sorprendidos ciudadanos, que el pasado 13 de mayo conocieron tambi¨¦n por sorpresa el nombramiento de Sergu¨¦i Stepashin. Para Bor¨ªs Yeltsin, Putin es el hombre "capaz de unir a la sociedad y de continuar las reformas en Rusia". El elegido, adem¨¢s de aceptar el nombramiento, confirm¨® su voluntad de presentarse a las elecciones presidenciales del 2000 y dijo que el problema de Rusia "es que no hay estabilidad pol¨ªtica. Cada dos a?os tenemos una intentona de golpe; los cambios de Gobierno tampoco son buenos para la sociedad y el Estado". Putin, funcionario del Servicio Exterior de Inteligencia del KGB con destino en Alemania en la ¨¦poca sovi¨¦tica, fue nombrado el pasado a?o director del Servicio Federal de Seguridad (SFS), heredero del antiguo aparato de vigilancia interna y espionaje de la URSS. Su trayectoria ha sido paralela a la de Stepashin: los dos provienen de San Petersburgo y ambos han dirigido el SFS. En el ¨²ltimo a?o y medio, Yeltsin ha tenido como primeros ministros a V¨ªktor Chernomirdin, Sergu¨¦i Kiriyenko, Yevgueni Primakov, Sergu¨¦i Stepashin y, ahora, Vlad¨ªmir Putin. La clase pol¨ªtica rusa recibi¨® ayer con duras cr¨ªticas el nuevo relevo, que se produce en medio de una nueva crisis en el C¨¢ucaso, en la Rep¨²blica de Daguest¨¢n. Bor¨ªs Nemtsov, que fue delf¨ªn de Yeltsin, lo calific¨® de "completa locura". En la comunidad internacional predominaron las reacciones de cautela y el deseo de que no haya cambios en el plan ruso de reformas.