"Yo no canto cosas pol¨ªticas, s¨®lo canto la verdad"
"We speak peace to you", canta Mama ?frica. "Te hablamos de paz", una sola frase que describe a la perfecci¨®n casi 50 a?os ininterrumpidos de una carrera musical marcada por un ritmo contagioso repartido a manos llenas y por su compromiso constante con la libertad de la tierra que la vio nacer. Una tierra que no es s¨®lo Sur¨¢frica, sino todo el continente africano y, por l¨®gica extensi¨®n, todos los lugares del mundo en los que la palabra libertad todav¨ªa se escribe con miedo. A sus 68 a?os, Miriam Makeba (Johanesburgo, 1932) , conocida como Mama Africa, sigue al pie del ca?¨®n y presentar¨¢ un nuevo disco, de inminente aparici¨®n, hoy en el Festival Internacional de M¨²sica Castillo de A¨ªnsa (Huesca) y ma?ana en el festival de Torroella de Montgr¨ª (Girona).Miriam Makeba se muestra feliz de volver a cantar en Espa?a y recuerda su ¨²ltima visita, integrada en el Graceland de Paul Simon. "Fue una gira importante que sirvi¨® para abrir muchos ojos y dirigirlos sobre lo que suced¨ªa en ?frica, pero all¨ª yo s¨®lo era una invitada", explica la cantante. "Esta vez la vieja Makeba viene con toda su gente, todas sus m¨²sicas y hasta cantar¨¦, si consigo que mis m¨²sicos se la aprendan, una canci¨®n en espa?ol: Tonadas de medianoche, un tema chileno que aprend¨ª hace mucho tiempo".
Makeba canta el estribillo con una pronunciaci¨®n m¨¢s que decente mientras r¨ªe contagiosamente. "En mi repertorio no s¨®lo llevo m¨²sica surafricana. Interpreto canciones en zul¨² y en xosa, pero tambi¨¦n canto m¨²sicas de otros pa¨ªses africanos y canciones en ingl¨¦s escritas especialmente para m¨ª. Estoy abierta a todo", asegura. Esa apertura la ha llevado ha grabar para su pr¨®ximo disco cuatro canciones del zaire?o Lokua Kanza, conocido en Espa?a por su colaboraci¨®n con Pedro Guerra. Mama ?frica fue una de las responsables del inicio, en la d¨¦cada de los sesenta, de lo que ahora llamamos world music (m¨²sica del mundo). En realidad, el primer gran ¨¦xito internacional -Espa?a incluida- de m¨²sica africana fue su Pata pata, editado en 1967. Ella se r¨ªe de la etiqueta world music. "Toda la m¨²sica viene del mundo, as¨ª que toda la m¨²sica es world music", bromea. "La aportaci¨®n esencial africana a la m¨²sica ha sido el ritmo. Creo que cada vez se comprende mejor la m¨²sica africana en todo el mundo y m¨¢s concretamente en pa¨ªses como Espa?a. La m¨²sica espa?ola est¨¢ muy cerca de la africana", asegura.
Durante varias d¨¦cadas, el nombre de Miriam Makeba fue, y sigue siendo, sin¨®nimo de la voz de la libertad africana. "En mi pa¨ªs hemos tenido muchos problemas", dice la cantante cambiando radicalmente el anterior tono risue?o y cantar¨ªn de su voz por otro m¨¢s serio y profundo. "Viv¨ªamos un clima de opresi¨®n, no pod¨ªamos votar, no pod¨ªamos... tantas cosas. Incluso nuestro presidente estuvo 27 a?os encarcelado. Fue una ¨¦poca muy dura y era necesario explicarle al mundo lo que all¨ª suced¨ªa. Si hemos llegado al punto en el que ahora estamos ha sido gracias a la ayuda de todos los pueblos del mundo que aman la libertad".
Miriam Makeba dej¨® Sur¨¢frica en 1959 para presentar una pel¨ªcula en el Festival de Venecia. Su viaje se alarg¨® con varios recitales en Europa y Estados Unidos, y al regresar a su pa¨ªs comprob¨® que le hab¨ªan retirado el pasaporte. En ese momento comenz¨® un exilio que dur¨® 31 a?os y que la llev¨® primero a Estados Unidos y despu¨¦s, tras casarse con un l¨ªder de los Panteras Negras y ser considerada tambi¨¦n all¨ª persona no grata, a Guinea. La llegada de Nelson Mandela a la presidencia propici¨® su regreso. Ahora vive en Pretoria, muy cerca de donde naci¨® y de la prisi¨®n en la que, con s¨®lo una semana de vida, pas¨® seis meses junto a su madre, que estaba acusada de vender cerveza. Una parte de su tiempo lo emplea en organizar casas de acogida para ni?as.
"Yo no canto cosas pol¨ªticas, s¨®lo canto la verdad", afirma con orgullo Mama Africa. "Los pol¨ªticos hablan mucho, pero la m¨²sica puede transmitir un mensaje con delicadeza y dulzura. La m¨²sica une a los pueblos, no los separa. Por suerte, en los ¨²ltimos tiempos han ido apareciendo artistas comprometidos, como Joan Baez o la vieja Makeba, que no cantan s¨®lo para tener dinero, sino para intentar ampliar la conciencia de la gente".
Tras su regreso a Pretoria en junio de 1990, Miriam Makeba ha podido comprobar en primera persona los enormes cambios que, de forma imparable, han trasformado Sur¨¢frica. "El pa¨ªs ha cambiado mucho, pero la mentalidad de la gente todav¨ªa no. A¨²n ha transcurrido poco tiempo. Nuestros ni?os pueden ir a cualquier escuela o a la Universidad, podemos vivir donde queremos, pero sigue habiendo problemas. La miseria genera violencia y, aunque el Gobierno hace mucho por eliminarla, todav¨ªa est¨¢ ah¨ª. La mentalidad y las costumbres de la gente no pueden cambiar en un d¨ªa. En Estados Unidos siguen teniendo problemas raciales y llevan as¨ª 200 a?os. El conjunto del pueblo surafricano intenta reconciliarse y ser tolerante, pero la esperanza son esos ni?os, blancos y negros, que van juntos a la escuela y aprenden a conocerse y a comprenderse".
Hablar de cambios en Sur¨¢frica es hablar de Nelson Mandela. "Hemos tenido la inmensa suerte de contar con una persona como Mandela", dice. "Nunca podremos tener otro como ¨¦l; vendr¨¢n dirigentes buenos o muy buenos, pero ninguno como Mandela. Ahora tenemos un presidente joven y din¨¢mico, pero yo espero que el viejo Mandela siga ah¨ª para darle buenos consejos".
Babelia
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