Lamela cree que en Z¨²rich s¨®lo pec¨® de juventud
Una hora despu¨¦s de competir en Z¨²rich, Yago Lamela se dirigi¨® con gesto serio al comedor del hotel Intecontinental. Se sent¨ªa derrotado y lo ¨²ltimo que deseaba era permanecer en el vest¨ªbulo, donde comenzaba a crecer el t¨ªpico aire festivo que sigue a las grandes reuniones de atletismo. Entr¨® r¨¢pido en el sal¨®n y casi sali¨® tan r¨¢pido. No ten¨ªa demasiado apetito. La daba vueltas a su discreta actuaci¨®n en la Weltklasse de Z¨²rich. "No me he sentido bien en ning¨²n momento. Nunca he entrado en competici¨®n. Pero no importa. En Sevilla ir¨¦ a muerte".No hac¨ªa falta indagar mucho para saber que Lamela estaba reboninando todo lo que hab¨ªa sucedido durante la reuni¨®n de Z¨²rich. Poco dado a las excusas, tampoco se conformaba con su serie de saltos, todos por encima de ocho metros. "S¨ª, pero para qu¨¦ mentirme: 8,10 es una birria". El problema, seg¨²n ¨¦l, radic¨® en una especie de aturdimiento, probablemente porque se trataba de su presentaci¨®n frente a lo m¨¢s selecto del circuito internacional. Z¨²rich es la meca del atletismo y eso pesa, o debe hacerlo, sobre un atleta que acaba de cumplir 22 a?os y que hasta ahora ha permanecido al margen de grandes presiones.
Por supuesto, hab¨ªa ruido y mucha acci¨®n en Z¨²rich. Estrellas de todo el mundo se hab¨ªan reunido en el viejo Letzigrund al reclamo de un buen mont¨®n de d¨®lares. En la prueba de salto de longitud estaban los mejores del mundo: Pedroso, Beckford, el joven australiano Taurima, Erick Walder. La gente que Lamela tendr¨¢ enfrente en los Mundiales. Pero no hubo una sola referencia a ellos por parte del saltador asturiano. El an¨¢lisis pasaba ¨²nicamente por sus errores. Y no encontraba otro que una cierta distracci¨®n que desemboc¨® en una pujanza menor de lo habitual. Eso le molest¨® sobremanera a Yago, competidor extremadamente fiable.
"De lo dem¨¢s no tengo ninguna queja. Estoy como un tiro. Mejor que nunca. Todo ha sido una cuesti¨®n mental", dijo Lamela. Juanjo Azpeitia, su entrenador, no concedi¨® demasiada importancia al cuartopuesto de Yago. "S¨ª, le he visto un poco ansioso y quiz¨¢ ha saltado un poco m¨¢s alto de lo normal, pero no veo nada verdaderamente preocupante".
Si es por precocupaciones, Lamela no tiene otra mayor que su mala adaptaci¨®n a las zapatillas que le ha dise?ado una firma japonesa de prendas deportivas. En Z¨²rich prob¨® con un nuevo modelo, pero en el quinto salt¨® se calz¨® unas viejas. Son cuestiones que espera resolver antes del Mundial de Sevilla. Reyes Est¨¦vez y Ferm¨ªn Cacho tuvieron fortuna diferente en el 1.500. "Est¨¦vez ha clavado el tiempo que quer¨ªa: 3.31m", afirmaba su agente, Miguel Mostaza. " En Sevilla estar¨¢ perfecto. Le quedan dos semanas para afinarse definitivamente". De Cacho no sab¨ªa qu¨¦ pensar. "A veces me pregunto si est¨¢ jugando con todos. Los resultados son malos, pero ¨¦l me dice que no pasa nada. Y sinceramente no me atrevo a llevarle la contraria. Basta mirar su historial para confiar en ¨¦l. Tendremos que esperar a Sevilla para abrir el mel¨®n".
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