"Mamagallista" de oficio
Uno de los oficios que se cre¨ªan intocables en Colombia ha dejado de serlo, y, como un mal chiste del destino, ha sido a la hora del gallo: el mamagallismo. ?se es el nombre con el que los colombianos designan aquella actitud trenzada de humor negro, tomadura de pelo y broma, y que hab¨ªa irrumpido en los medios de comunicaci¨®n con la lengua afilada del periodista Jaime Garz¨®n Forero a comienzos de esta d¨¦cada.Un mamagallista de oficio puro en la radio, en la televisi¨®n y en la calle. Aunque el mamagallismo tiene los a?os de Matusal¨¦n, Garz¨®n contribuy¨® a darle el cach¨¦ que en el fondo todos quer¨ªan. Irreverencia a todos los niveles. Con sus programas, Garz¨®n logr¨® emparejar a la cr¨ªtica y a la alegr¨ªa para comentar los problemas del pa¨ªs. Fue as¨ª como pol¨ªticos, guerrilleros, paramilitares, empresarios o artistas le sirvieron de inspiraci¨®n y a su vez de motivo de risa para los colombianos, que ve¨ªan as¨ª saldada parte de sus propias quejas y enfados.
Su f¨®rmula era cl¨¢sica: ¨¦l mismo, ayudado por su figura delgada y rostro de ojos saltones y dientes asomados, era una especie de performance, sin piedad para con vivos ni difuntos. Creaba personajes que representaban a la gente de a pie. El ¨²ltimo fue el lustrabotas Heriberto de la Calle, y ya antes hab¨ªa hecho memorable el de la cocinera de la presidencia: Dioselina Tibana.
?QUAC! fue uno de los espacios de televisi¨®n que le dieron m¨¢s popularidad. Era un telediario dominical, entre 1994 y 1996, con secciones que parodiaban las noticias y sus protagonistas. En la actualidad trabajaba en las tertulias matutinas de RadioNet y el Canal Caracol.
Pero est¨¢ visto que hasta la risa se quiere prohibir. No es tan nuevo: a finales de la d¨¦cada pasada, m¨¢s de un centenar de artistas e intelectuales debieron salir del pa¨ªs por amenazas.
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