El astro misterioso
Un objeto celeste que no es ni estrella, ni galaxia ni qu¨¢sar tiene en vilo a los astr¨®nomos
Los astr¨®nomos, con sus telescopios, desaf¨ªan al universo cada noche a que les sorprenda con alg¨²n gui?o de luz, alguna pista de algo raro o, mejor a¨²n, algo que suponga un reto para alguna teor¨ªa bien establecida. Casi siempre, alardean, "sabemos lo que es antes del amanecer". Pero ahora unos astr¨®nomos tienen un buen misterio entre manos, algo que han observado desde hace tres a?os, un punto de luz en la profundidad del cielo del hemisferio Norte que parece algo nunca visto. Puede que resulte ser s¨®lo una curiosidad, una variaci¨®n poco corriente de un fen¨®meno familiar, o la primera evidencia de algo insospechado. El objeto misterioso confunde a los astr¨®nomos porque no pueden descifrar el lenguaje de su luz. Normalmente, descomponiendo el espectro de luz y representando sus picos y valles en gr¨¢ficos, los astr¨®nomos logran identificar y describir un objeto celeste en unos minutos. Pero en este caso no encuentran nada familiar en el espectro: un par de picos pronunciados (indican emisiones del objeto) rodeados de picos m¨¢s bajos y amplios valles que emborronan los contornos."Nunca he visto un espectro como ¨¦ste, y he tomado espectros toda la vida", afirma S.George Djorgovski, astr¨®nomo del Instituto de Tecnolog¨ªa de California (Caltech), que lidera el programa de barrido del cielo en que ha aparecido el misterioso objeto. Probablemente no es una estrella, por lo menos no una estrella normal: la firma de la luz estelar es mucho m¨¢s simple que la de este objeto. Tampoco es una galaxia lejana.
Universo lejano
Con pocas evidencias y menos convicci¨®n, algunos astr¨®nomos especulan que el objeto es un qu¨¢sar, una de esas fuentes de tremenda energ¨ªa que est¨¢n en el universo m¨¢s lejano. Pero si es un qu¨¢sar, tiene que ser de un tipo raro que escapa a los conocimientos actuales. "No me parece un qu¨¢sar, pero puedo estar equivocado", dice Wallace Sargent, astr¨®nomo de Caltech y director del observatorio Palomar (California), donde se hizo el hallazgo."Tenemos que hacer lo posible para descartar todo lo conocido antes de decir que hemos descubierto algo realmente nuevo", comenta Djorgovski.
?l y sus colaboradores -Stephen Odewahn, Robert Brunner y Roy Gal- examinaron el espectro de luz del objeto. Algunas de las l¨ªneas de emisi¨®n, especialmente los dos picos m¨¢s pronunciados, parec¨ªan demasiado puntiagudos para corresponder a un qu¨¢sar. Buscaron en cat¨¢logos estelares y en art¨ªculos cient¨ªficos, pero no encontraron nada igual. En un repaso a los archivos de rastreo en infrarrojo y en rayos X no les sali¨® nada situado en el lugar donde fue detectado, en luz visible, el misterioso objeto. Las antenas del radiotelescopio VLA (Nuevo M¨¦xico) fueron apuntadas hacia ese lugar del cielo y s¨®lo captaron una d¨¦bil radioemisi¨®n. Muchos qu¨¢sares emiten en radio. En varias d¨¦cadas observando el cielo, Sargent recuerda haber sido sorprendido s¨®lo una vez por un extra?o espectro que result¨® ser la luz de una explosi¨®n estelar, una supernova, en las ¨²ltimas fases de su evoluci¨®n. "No logramos identificarlo durante varias horas", dice.
El siguiente paso del equipo de Djorvski fue fotografiar el objeto una y otra vez. Algunos aspectos del espectro recordaban a los de una supernova unos d¨ªas despu¨¦s de la explosi¨®n. Pero en las fotograf¨ªas, la luz del objeto no disminu¨ªa, como suceder¨ªa en una supernova. "No var¨ªa, no se mueve y no estalla", dice Djorgovski. Otros ex¨¢menes eliminaron la posibilidad de que el objeto fuera una estrella vieja enana blanca, en que los fuertes campos magn¨¦ticos han distorsionado las l¨ªneas espectrales normales. Las comparaciones con otros ejemplos de estrellas peculiares tampoco sugirieron soluci¨®n alguna al enigma.
Incluso no est¨¢ claro, por el espectro, si el objeto est¨¢ muy lejos o relativamente cerca. Las distancias se estiman por el desplazamiento de la luz hacia el rojo en el espectro electromagn¨¦tico, un indicador de la velocidad a la que un objeto se aleja del observador en el universo en expansi¨®n.
A esta altura, los astr¨®nomos de Caltech empezaron a mostrar el sorprendente espectro a otros expertos. Cuando lo vio por primera vez, Richard L. White, del Instituto del Telescopio Espacial (en Baltimore), pens¨® que pod¨ªa tratarse de una subespecie de qu¨¢sar en la que encaja el 10% de ellos. "Pero puede ser algo completamente diferente. Gran parte de la emisi¨®n ha sido fraccionada y completamente oscurecida por l¨ªneas de absorci¨®n", dice White. Djorgovski reconoce que tiende a estar de acuerdo con ¨¦l en que el misterioso objeto es un tipo raro de qu¨¢sar. Pero puede ser algo nuevo, insiste. "No podemos pensar que hemos descubierto todos los tipos de cosas que hay ah¨ª fuera", a?ade.
?The New York Times.
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