Los supervivientes del terremoto se alzan contra la ineficacia del Gobierno turco
ENVIADO ESPECIALMientras el Gobierno turco reconoc¨ªa anoche m¨¢s de 10.000 muertos en el tr¨¢gico terremoto que ha devastado el noroeste del pa¨ªs, los expertos de Naciones Unidas manejaban ya una previsi¨®n de hasta 40.000 v¨ªctimas mortales, una vez sean recuperados de entre los escombros de los 7.500 edificios afectados los cad¨¢veres de los desaparecidos. Tras la conmoci¨®n incial, los damnificados comienzan a reaccionar airadamente ante la ineficacia de las autoridades, que a¨²n no han podido enviar auxilios a las ¨¢reas rurales ni a los suburbios de las ciudades devastadas.
Es un aut¨¦ntico desastre nacional, que el gobernador del Banco Central de Turqu¨ªa, Gazi Ercel, cuantifica por ahora en unos 7.000 millones de d¨®lares (por encima del bill¨®n de pesetas). El terremoto ha dejado una larga lista de necesidades y el Gobierno env¨ªa pocos medios para paliarlas. Los alcaldes de las aldeas est¨¢n enviando grabaciones en v¨ªdeo de los da?os sufridos a las cadenas de televisi¨®n en un desesperado intento por recibir ayudas oficiales. El se¨ªsmo ha abierto una profunda brecha en la sociedad turca, educada en la obediencia ciega a sus gobernantes desde la ¨¦poca de Ataturk."Nuestros dirigentes no est¨¢n haciendo nada", aseguraba ayer a EL PA?S un alto cargo del Ministerio de Exteriores, "y lo que est¨¢n haciendo llega tarde y mal: esta cat¨¢strofe est¨¢ demostrando que al frente de la direcci¨®n del pa¨ªs no se encuentra la gente mejor preparada". Los retrasos y la descoordinaci¨®n parecen confirmar tambi¨¦n el excesivo peso de la burocracia de Ankara en los asuntos de un Estado extremadamente centralista.
Las v¨ªctimas han comenzado a alzar su voz, mientras el Gobierno se refugia en la magnitud del se¨ªsmo y en la destrucci¨®n de la red de comunicaciones y transporte para justificar su tardanza en enviar ayuda en las primeras horas del siniestro. Los delegados oficiales que visitaron ayer Golcuk, en las inmediaciones de Izmit, fueron recibidos con insultos por grupos de damnificados: "No hab¨¦is llegado a tiempo. Marchaos, no queremos veros por aqu¨ª".
Ecevit pide comprensi¨®n
El primer ministro turco, el socialdem¨®crata Bulent Ecevit, tuvo que pedir ayer a sus conciudadanos que no critiquen al Gobierno, ya que eso s¨®lo servir¨ªa para "bajar la moral de las v¨ªctimas y de los equipos de rescate". Para Ecevit, el terremoto del pasado martes, con una magnitud de 7,4 en la escala de Richter, fue "uno de los peores de la historia de la humanidad y el m¨¢s grave ocurrido en Turqu¨ªa. Existe una gran campa?a de ayuda y, si bien es cierto que existen algunos problemas en la coordinaci¨®n, no se deben creer las noticias desmoralizadoras".El centro de crisis del Gobierno turco para actuar tras la cat¨¢strofe elev¨® ayer hasta 10.059 el n¨²mero de muertos y a 40.000 la cifra de heridos. Pero el responsable de Asuntos Humanitarios para Europa de la ONU, Sergio Piazzi, asegur¨® ayer en Ginebra que el c¨¢lculo final de v¨ªctimas mortales podr¨ªa alcanzar los 40.000, a la vista del gran n¨²mero de edificios afectados por el movimiento s¨ªsmico: 75.000 edificaciones, de las que 5.000 han quedado completamente arrasadas. Esos pron¨®sticos han provocado un nuevo llamamiento de Kofi Annan, secretario general de Naciones Unidas, a pedir a la comunidad internacional que redoble sus esfuerzos porque "las necesidades, en la asistencia inicial y en la reconstrucci¨®n, son tremendas".
"Nos tememos que el n¨²mero de vidas perdidas en esta tragedia puede aumentar r¨¢pidamente, ya que bajo los escombros de decenas de miles de edificios pueden encontrarse a¨²n muchas m¨¢s v¨ªctimas", reconoc¨ªa ayer el portavoz del Gobierno turco, Sina Sukru Gurel. En la ciudad de Estambul, de 10 millones de habitantes, donde el terremoto s¨®lo afect¨® a un distrito pr¨®ximo al aeropuerto, se han contabilizado ya cerca de un millar de muertos. Los equipos de rescate siguen trabajando a marchas forzadas a la espera de recuperar nuevos supervivientes, aunque en la gran mayor¨ªa de los casos s¨®lo pueden limitarse a confirmar los fallecimientos. De tanto en tanto, alg¨²n peque?o milagro devuelve la esperanza a los familiares de las v¨ªctimas. En las proximidades de la ciudad de Yalova, un equipo de salvamento israel¨ª logr¨® sacar con vida de entre los escombros a una ni?a de 11 a?os tras 17 horas de complicadas excavaciones. Entre las ruinas de un edificio de Golcuk tambi¨¦n fue rescatada una joven de 17 a?os que hab¨ªa permanecido sepultada bajo los cascotes durante m¨¢s de 80 horas. Anoche, los bomberos de Huelva que colaboran en las tareas de rescate en Sakarya localizaron a una mujer con vida bajo los restos de un edificio de cuatro plantas, aunque todav¨ªa no hab¨ªan podido sacarla de entre los escombros. Otra unidad espa?ola rescat¨® a un hombre de 20 a?os en las cercan¨ªas de Golcuk, seg¨²n confirm¨® Luis Barranco, responsable de Protecci¨®n Civil en la zona. La operaci¨®n fue conducida por bomberos de Granada y de Madrid.
Pero estas buenas noticias no parecen servir de ayuda para las decenas de miles de personas que han perdidos sus hogares y siguen acampadas en instalaciones provisionales por quinta noche consecutiva. El Gobierno est¨¢ comenzando a desinfectar los edificios en ruinas y ordenado la vacunaci¨®n de los miembros de los equipos de salvamento. Los cad¨¢veres sin identificar se fotograf¨ªan de que puedan ser inhumados con rapidez, para que sean reconocidos posteriormete por sus familiares.
En este punto de la tragedia del terremoto de Turqu¨ªa, las autoridades pudieron anunciar ayer al fin que el incendio de la refiner¨ªa de la petrolera Tupras en las cercan¨ªas de Izmit hab¨ªa quedado controlado. Al menos siete de los 80 dep¨®sitos de productos derivados del petr¨®loeo han ardido sin cesar durante cerca de cuatro d¨ªas.
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