La oposici¨®n yugoslava sale m¨¢s dividida en su lucha contra Milosevic
La campa?a para derrocar al presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic di¨® un paso adelante con la manifestaci¨®n masiva celebrada el jueves en Belgrado, pero las divergencias estrat¨¦gicas y las rivalidades en el seno de la oposici¨®n al r¨¦gimen quedaron de manifiesto de manera m¨¢s evidente que nunca para regocijo de las autoridades de Belgrado. Un comentarista de la televisi¨®n p¨²blica puso el dedo en la llaga: "No se sabe qui¨¦n ha quedado m¨¢s decepcionado, si los organizadores, la OTAN o los participantes".
Zoran Djindjic y Vuc Draskovic, las principales figuras de la oposici¨®n cuya rivalidad ha ayudado a Milosevic a permanecer en el poder, comparecieron juntos en una manifestaci¨®n por primera vez en dos a?os, pero cada uno con un discurso distinto. El primero le di¨® un plazo de 15 d¨ªas para abandonar el poder, y el segundo le ped¨ªa la convocatoria de elecciones en noviembre algo que, seg¨²n inform¨® la agencia de noticias Beta en la v¨ªspera de la concentraci¨°n, est¨¢ contemplando el propio Milosevic.La movilizaci¨®n concentr¨® a unas 150.000 personas ante el Parlamento Federal en Belgrado, pero qued¨® lejos de las 300.000 que se echaron a la calle en el invierno de 1996 para exigir a Milosevic que reconociese el triunfo electoral de la oposici¨®n. Y tampoco se alcanz¨® el list¨®n de 200.000 fijado previamente por Djindjic.
El protagonismo de la jornada qued¨® en manos de Draskovic. El controvertido l¨ªder del Movimiento Serbio de Renovaci¨®n (SPO), que dos d¨ªas antes hab¨ªa renunciado, por razones misteriosas, a tomar la palabra en la concentraci¨®n, a ¨²ltima hora decidi¨® subir a la tribuna, y desat¨® ruidosas protestas cuando pidi¨® la convocatoria de elecciones anticipadas, lanzando la bomba pol¨ªtica de que su partido no apoyaba ya la creaci¨®n de un Gobierno de transici¨®n. Todo ello sirvi¨® para que una vez m¨¢s fuese acusado de estar pasteleando con el poder desde la mayor parte de los congregados. Otros, los menos, le arengaron: "Queremos a Vuk, queremos a Vuk".
Ayer, grupos de estudiantes reprocharon a Milosevic la p¨¦rdidas territoriales sufridas por Yugoslavia. Al tiempo, en la vecina Hungr¨ªa, unas 10.000 personas exig¨ªan en la Plaza de los H¨¦roes de Budapest la anexi¨®n de la Voivodina (regi¨®n septentrional de Serbia) a Hungr¨ªa, durante un mitin organizado por el Partido de la Verdad y Vida H¨²ngara (PVVH, de extrema derecha nacionalista). En la Voivodina viven 350.000 h¨²ngaros.
El ministro h¨²ngaro de Asuntos Exteriores, J¨¢nos Martonyi, se opuso a cualquier propuesta que "modifique las fronteras", durante los actos de conmemoraci¨®n de la coronaci¨®n del primer rey h¨²ngaro, San Esteban, en el a?o 1000. Martonyi destac¨® que el Gobierno h¨²ngaro "rechaza toda manifestaci¨®n irresponsable que pueda agravar la situaci¨®n de los magiares que viven en la Voivodina".
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