El cine franc¨¦s renace en las pantallas espa?olas con m¨¢s de 25 estrenos en un a?o

Por primera vez desde hace muchos a?os, el mercado espa?ol parece abrir sus puertas al cine de su pa¨ªs vecino. Desde pel¨ªculas marginales hasta otras taquilleras, de nuevos realizadores a viejas glorias, el n¨²mero de filmes franceses que llegan a Espa?a ha aumentado considerablemente en el ¨²ltimo a?o. M¨¢s de 25 filmes (de La vida so?ada de los ¨¢ngeles a La cena de los idiotas o la taquillera Taxi) se han estrenado en nuestro pa¨ªs desde septiembre de 1998 hasta ahora. De ellas, al menos media docena sigue este verano en la cartelera de ciudades como Madrid, Barcelona y Valencia.

La vida so?ada de los ¨¢ngeles; Toulouse-Lautrec; Marquise; El coraz¨®n de la mentira; Western; Anna Oz; Sitcom; Cuento de oto?o; Romance; Taxi; Una de dos; Post coitum, animal triste; Au petit Marguery; Alice y Martin; Place Vend?me; Finales de agosto, principios de septiembre; Un lugar del coraz¨®n; Peque?os des¨®rdenes amorosos; La cena de los idiotas y Marius y Jeanette tienen en com¨²n el ser t¨ªtulos de pel¨ªculas francesas que en el plazo de un a?o han coincidido en las pantallas espa?olas.La relaci¨®n de t¨ªtulos (que en su pa¨ªs logran una media del 30% de la cuota de pantalla) incluye gente conocida, viejos maestros procedentes de la nouvelle vague (como Claude Chabrol o Eric Rohmer), pero tambi¨¦n profesionales de gran reputaci¨®n en otros terrenos, como Roger Planchon, autor de Toulouse-Lautrec y director de teatro renovador durante los a?os sesenta y setenta, hoy un cl¨¢sico de la modernidad esc¨¦nica. El gran ¨¦xito -m¨¢s de ocho millones de entradas vendidas en Francia, estreno en todo el mundo, derechos para una versi¨®n comprados por la productora de Steven Spielberg- corresponde a La cena de los idiotas, de Francis Veber, realizador desde 1976 y guionista reputado desde finales de los sesenta. Veber, que vive entre Hollywood y Par¨ªs, hab¨ªa escrito La cena de los idiotas para el teatro. En Espa?a, la pel¨ªcula ha recaudado casi 420 millones de pesetas, y ha tenido m¨¢s de 600.000 espectadores. El filme sigue en cartel.

Cineastas j¨®venes

Entre los cineastas franceses j¨®venes que ahora descubrimos, la mayor¨ªa tiene una s¨®lida formaci¨®n. Claure Mourieras (Dis-moi que je r¨ºve) lleva 10 a?os rodando documentales sobre pintura y danza, o realizando programas culturales para Arte; Fran?ois Ozon (Sitcom) tambi¨¦n ha pasado por la Femis y por la pr¨¢ctica del cortometraje; Laurente B¨¦n¨¦gui (Au petit Marguery) es un m¨¦dico que ha hecho cortos y, sobre todo, ha escrito guiones para otros, as¨ª como novelas, teatro y dramas para la radio; Brigitte Rouan (Post coitum, animal triste) es una universitaria especialista en lenguas orientales y dirigi¨® su primer largo despu¨¦s de casi veinte a?os de trabajo como actriz; Erick Zonca (La vida so?ada de los ¨¢ngeles), despu¨¦s de una experiencia en el mundo de la danza en EE UU, de estudios de filosof¨ªa y de trabajar como ayudante de realizaci¨®n para emisiones de televisi¨®n, ha hecho tres cortometrajes antes de firmar el filme que le ha hecho c¨¦lebre a los 41 a?os; Olivier Assayas (Finales de agosto, principos de septiembre) es un ex cr¨ªtico de Cahiers du Cin¨¦ma, aunque en su madurez y maestr¨ªa actual cuenta m¨¢s el haber podido rodar antes cinco largometrajes sin que el veredicto del mercado desautorizase todas las esperanzas art¨ªsticas.Entre 1989 y 1999, el cine franc¨¦s ha dado una oportunidad a casi 400 personas de dirigir un primer largo. Un 10% de esos debutantes procede de la escuela oficial, mientras que la biograf¨ªa profesional del resto es muy variada: si Mathieu Kassovitz (El odio) es hijo de un realizador conocido y Nicole Garc¨ªa (Place Vend?me) una actriz consagrada, Manuel Poirier (Western) es un antiguo ebanista y visitante de prisiones. Y no faltan los arquitectos, novelistas, los directores de fotograf¨ªa o guionistas, los campeones de f¨²tbol universitario, pintores, autores de c¨®mics, rockeros, periodistas, electricistas e incluso g¨¢nsteres.