Aves zancudas sobre una yarda
El franc¨¦s St¨¦phane Diagana, gran favorito para revalidar el t¨ªtulo en una prueba llena de ausentes
Los 400 vallas son un invento franc¨¦s, mejorado por los norteamericanos y mimado en Europa. Y ser¨¢ un franc¨¦s de las colonias, nacido en Saint Afrique de padre senegal¨¦s, St¨¦phane Diagana, el del gran di¨¢metro muslar, quien cierre el siglo ganando el Mundial. Ser¨¢ un premio a su regularidad y a su constancia en una prueba en la que tan importante es la velocidad para correr deprisa, como la potencia para pasar las vallas como si no existieran y como la t¨¦cnica para convertir a los 10 obst¨¢culos de una yarda de altura (91,44 cent¨ªmetros) dispuestos cada 35 metros y a 45 metros de la salida y 40 de la llegada en meras siluetas, simples marcas en el suelo para marcar el final del tramo de 12 o 13 zancadas, seg¨²n. Y como la longitud de piernas y altura de cuerpo: ning¨²n gran campe¨®n de la historia ha medido menos de 1,86: c¨®mo si no alcanzar los 2,9 metros por zancada que exigen los tiempos de 12 zancadas entre valla y valla. Vaya con estos zancudos veloces.Llegar en forma a unos campeonatos forma parte de las obligaciones de los elegidos al mismo nivel que la necesidad de suerte. Que nadie le quite al veterano Diagana, ya 30 a?os, presente en todas las finales mundiales y ol¨ªmpicas desde 1992 (con la excepci¨®n de Atlanta, lesionado) y campe¨®n en Atenas 97, el orgullo de la pervivencia. Desgraciadamente Kevin Young, el hombre que en Barcelona 92 baj¨® por primera vez de 47 segundos dejando el r¨¦cord del mundo en 46,78s, est¨¢ perdido para el deporte; desgraciadamente tampoco est¨¢n en Sevilla los mejores norteamericanos (el campe¨®n ol¨ªmpico, Derrick Adkins, lesionado; el mejor del momento, Bryan Bronson, positivo); m¨¢s desgracias, el joven del futuro, Angelo Taylor, de 20 a?os, fracas¨® en las series; m¨¢s todav¨ªa: Samuel Matete, de Senegal, campe¨®n mundial en el 91 y junto a su medio compatriota Diagana el ¨²nico hijo de Edwin Moses a¨²n en activo a gran nivel, ha ca¨ªdo eliminado en semifinales a¨²n no repuesto de la operaci¨®n de apendicitis que sufri¨® hace un mes.
Diagana es un forzado del entrenamiento, velocidad y fuerza, m¨¢s series, m¨¢s, menos descanso, mejor recuperaci¨®n, fuerza, fuerza, m¨¢s pesas y as¨ª meses y meses. Es tambi¨¦n uno de los pocos vivos de una prueba que lleva estancada unos cuantos a?os, lo que no deja de ser parte de su marca de f¨¢brica. Como la longitud, la vuelta a un estadio erizado de vallas ha sido una prueba que ha evolucionado de escal¨®n en escal¨®n desde que en 1934 Glenn Hardin, un hombre veloz, marcara 50,6s. Su r¨¦cord dur¨® 19 a?os, hasta que un ruso llamado Yuri Lituiev, muy t¨¦cnico y potente, pero lento en los 400 lisos (48s) se atreviera a lo incre¨ªble para bajar a 50,4s: 13 zancadas por cada 35 metros. Lleg¨® s¨®lo dos a?os despu¨¦s Glenn Jeep Davis, un tipo superveloz (45,6s en los 400 lisos), que con 15 zancadas entre valla y valla fue el primero que baj¨® de los 50s: 49,2 en 1958. Diez a?os se tard¨® en bajar de los 49s: Geoff Vanderstock, 48,8s en 1968, el M¨¦xico de la altura y de los prodigios. Un par de meses despu¨¦s, el brit¨¢nico David Hemery, otro zanquilargo de 1,86 y 2,60 metros por paso, baj¨® a 48,2s. La barrera de los 48s no se baj¨® hasta los Juegos de 1972. M¨²nich, un meteoro ugand¨¦s llamado John Akii Bua. 13 y 14 zancadas entre valla y valla. T¨¦cnica de cambiar de pie de ataque: izquierda, derecha, izquierda. 47,82s. Lleg¨® despu¨¦s Edwin Moses, el hurac¨¢n de Atlanta. Fue la perfecci¨®n hecha 400 vallas. T¨¦cnica y zancada (se dec¨ªa que hasta ten¨ªa que acortarla para no pasarse de largo y lleg¨® a acortar y dejar el paso en 12 en algunas vallas). Domin¨® la d¨¦cada de los 80, pero no lleg¨® a derrotar la barrera de los 47s. Se qued¨® en 47,02s en 1983. Y no fue hasta nueve a?os despu¨¦s, hasta Barcelona 92, que no se alcanzaron los m¨¢gicos 46 segundos. Fue un gigante de 1,93, un metro en la entrepierna y capaz de correr los 400 metros lisos en menos de 45 segundos, el primer vallista natural, el primero que al correr dio la sensaci¨®n de que no hab¨ªa vallas. Fue Kevin Young. Corri¨® en 46,78s. 13 zancadas entre la segunda y la tercera valla; 12 entre la cuarta y la quinta; 13 de la sexta a la d¨¦cima. Un tiempo sideral.
Diagana y los otros finalistas de hoy andan bordeando los 48 segundos. Los 400 vallas est¨¢n estancados. Y no se desestancar¨¢n hasta que alguno de los pocos que ahora corren los 400 lisos en menos de 44 segundos no se decida a aprender la t¨¦cnica y la disciplina. Lo que parece complicado.
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