El mediador de EEUU reanuda el di¨¢logo para salvar la paz en el Ulster
El exsenador estadounidense George Mitchell inici¨® ayer una nueva y urgente ronda de conversaciones en Belfast para rescatar el proceso de paz en Irlanda del Norte y exhort¨® a protestantes y cat¨®licos a que aprovechen la ¨²ltima oportunidad para un arreglo pol¨ªtico. Dados los obst¨¢culos que persisten desde que Mitchell forj¨® el acuerdo de Viernes Santo, hace 17 meses, nadie se hac¨ªa anoche ilusiones sobre un desbloqueo de la crisis.
El propio pol¨ªtico norteamericano, que goza de amplio respeto en ambos bandos del conflicto, se encarg¨® de tamizar el m¨¢s cauto optimismo, si es que realmente existe, entre una poblaci¨®n harta de tr¨¦s d¨¦cadas de violencia sectaria. "Ni yo ni nadie tiene una varita m¨¢gica para eliminar estos problemas. Pero es posible lograr una soluci¨®n. Esto es lo que les corresponde a los l¨ªderes pol¨ªticos del Ulster", declar¨® Mitchell en un par¨¦ntesis de sus conversaciones con responsables probrit¨¢nicos del Partido Unionista del Ulster (UUP) de David Trimble y dirigentes nacionalistas republicanos del Sinn Fein de Gerry Adams, el frente pol¨ªtico del Ej¨¦rcito Republicano Irland¨¦s (IRA). La duraci¨®n de las sesiones que se celebran en edificios contiguos al castillo de Stormont es un enigma. Inicialmente se dijo que la misi¨®n de Mitchell, que busca aproximar a Trimble y Adams para inspirar aliento al proyecto de un Gobierno conjunto y auton¨®mico, impulsado tesonera pero infructuosamente hasta la fecha por Londres y Dubl¨ªn, podr¨ªa extenderse hasta ocho semanas. Fuentes pr¨®ximas a Mitchell, sin embargo, creen que su misi¨®n ser¨¢ considerablemente m¨¢s corta. Ante la obvia intransigencia en las filas protestantes y republicanas, el pron¨®stico de la "revisi¨®n" del proceso de paz (como se conoce al ejercicio emprendido por el ex senador dem¨®crata) es sombr¨ªo. "Si yo fuera ¨¦l, ya estar¨ªa haciendo mi reserva para volver a Estados Unidos", coment¨® un pol¨ªtico republicano reflejando el grado de escepticismo que existe en el Ulster.
"Tenemos ante nosotros una oportunidad -la mejor que se ha presentado en a?os- para encauzar a Irlanda del Norte en el sendero de una paz duradera y de la estabilidad pol¨ªtica. Y toca a los pol¨ªticos de Irlanda del Norte echar mano de ella", dijo Mitchell.
Ni Trimble ni Adams parec¨ªan anoche dispuestos a ceder un mil¨ªmetro. Trimble se opone a que el Sinn Fein se integre en el nuevo Gobierno sin antes obtener pruebas concretas del desarme del IRA. Adams acusa a Trimble de intentar modificar el acuerdo de Viernes Santo en un intento por sacar el mayor partido posible a la turbulenta situaci¨®n en el Ulster. Trimble, ganador del Premio Nobel de la Paz el a?o pasado, adem¨¢s, mantiene su determinaci¨®n de no darle la mano a Adams porque, sostiene, su partido, el Sinn Fein, no ha hecho nada para condenar la violencia del IRA.
El ambiente est¨¢ particularmente enrarecido y complicado por el resentimiento unionista hacia el Gobierno de Londres. La semana pasada, la ministra brit¨¢nica para Irlanda del Norte, Mo Mowlam, desat¨® una tormenta pol¨ªtica al afirmar que el asesinato de un supuesto informador de la polic¨ªa atribuido al IRA, el supuesto descubrimiento de una conjura para rearmar a los republicanos con material procedente de EEUU y el exilio forzado de al menos seis cat¨®licos amenazados por el IRA, no constituyen una ruptura al alto al fuego ni una violaci¨®n del acuerdo de Viernes Santo.
En resumen, la misi¨®n de Mitchell era percibida, al menos hasta anoche, como un ¨²ltimo pero improbable intento de mejorar la situaci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.