Un escalador de bolsillo

Thierry Claveyrolat era de esos escaladores peque?os y animosos que nunca dejan de intentarlo. Peque?o, menudo y simp¨¢tico, era un corredor que se ganaba f¨¢cilmente al p¨²blico. Le toc¨® en suerte competir con hombres como Lucho Herrera, el propio Perico Delgado, Theunisse o Chiapucci, hombres que gustaban de la monta?a, pero ten¨ªan tambi¨¦n capacidad para disputar el podio de Par¨ªs. Claveyrolat no ten¨ªa la fuerza de aquellos, ni su sentido de la estrategia; en ese sentido, era un ciclista menor. Sus zarpazos no levantaban la admiraci¨®n de otros contempor¨¢neos, su estilo era muy ligero Claveyrolat ten¨ªa que buscar muchas veces la aventura para poder hacer da?o. Pero, aun siendo un escalador menor, aun teniendo la apariencia de un ciclista de bolsillo, tuvo siempre la voluntad de intentarlo. A fuerza de hacerlo es como logr¨® sumar dos victorias de etapa en jornada monta?osa, y a base de constancia, atacando en puertos de menor entidad, aprovech¨¢ndose de la estrategia de los grandes, es como obtuvo su mayor ¨¦xito: el premio de la mona?a en 1990. Luego llegar¨ªa Chiappuci para sucederle; luego vendr¨ªa Virenque para imitar en alg¨²n sentido su forma de ir sumando puntos. Claveyrolat no impuso un estilo como corredor, eso estaba fuera de su alcance, pero s¨ª una manera de sacar provecho de las circunstancias. Vivi¨® como un profesional bien reconocido y tuvo una fama razonable.