Arantxa pierde, pero se transforma
La espa?ola cambia su juego para adaptarse a la agresividad del tenis actual
Las cosas han cambiado en el tenis actual, pero Arantxa S¨¢nchez Vicario, eliminada por Serena Williams en el Open de Estados Unidos, ha logrado adaptar su juego a las nuevas necesidades del circuito. No es una tarea f¨¢cil a los 27 a?os, cuando podr¨ªa estar pensando m¨¢s en su retirada que en mejorar su juego. Pero ella es as¨ª. Y se niega a aceptar que lo mejor de su carrera es lo que ya ha logrado: cuatro t¨ªtulos del Grand Slam y haber sido n¨²mero uno del mundo en individuales y en dobles. Arantxa descubri¨® en 1997 que si no cambiaba sus esquemas no podr¨ªa mantenerse en la ¨¦lite del tenis mundial. ?quel fue un a?o horrible para la espa?ola. Atraves¨® la peor crisis de su carrera y en algunos momentos ella misma se mostraba incr¨¦dula de lo mal que estaba jugando. Perdi¨® hasta tal punto su confianza, que antes de llegar a Roland Garros parec¨ªa incapaz de pegar un derechazo en condiciones. Ven¨ªa de disputar dos finales del Grand Slam, la final de los Juegos y la del Masters y de perderlas las cuatro en 1996, y eso la afect¨®.
Pero en vez de hundirse, la espa?ola recuper¨® el pulso de su carrera y decidi¨® apelar a su hermano Emilio para encontrar de nuevo el camino. "Con humildad, paciencia y trabajo lo conseguir¨¢", dijo el mayor de la dinast¨ªa S¨¢nchez en el momento de tomar las riendas. Y as¨ª fue. El problema fundamental que se estaba planteando Arantxa en aquellos momentos era que la entrada de una nueva generaci¨®n al circuito aport¨® un tenis m¨¢s veloz, m¨¢s agresivo y de m¨¢s riesgo. Y sus piernas, tan fundamentales en la mayor parte de sus grandes triunfos, ya no daban abasto.
"S¨ª, es evidente que la manera de jugar ha cambiado", explic¨® Arantxa tras su derrota ante Martina Hingis en el Open de Estados Unidos. "Las j¨®venes pegan muy fuerte por las dos bandas y hay que estar muy bien f¨ªsica y psicol¨®gicamente para seguir el ritmo. Yo me he ido adaptando y he tenido que mejorar algunos aspectos de mi juego: el saque, la agresividad, forzar m¨¢s a mis rivales. S¨®lo si lo haces tienes una oportunidad antes las mejores".
Cuenta un compa?ero que en uno de los entrenamientos de Arantxa en Nueva York, Emilio par¨® el peloteo porque ella estaba pasando bolas dos metros por encima de la red. "Arantxa, as¨ª no ganar¨¢s a nadie", le dijo su hermano. Aquellos tiempos han pasado a la historia, aquella Arantxa reaparece s¨®lo en ocasiones. Ahora la triple campeona de Roland Garros es m¨¢s agresiva y asume m¨¢s riesgos con todos sus golpes, incluso con su derecha, que, aunque sigue siendo su punto d¨¦bil, le permite ya dar profundidad al juego y ganar algunos puntos.
En los cuatro partidos disputados en este Open de EEUU, Arantxa ha logrado 73 golpes ganadores, 7 tantos de saque, y ha cometido 94 errores no forzados. Es una estad¨ªstica muy superior a la esgrimida por Conchita Mart¨ªnez, que cerr¨® sus datos con 45 golpes ganadores, 82 errores y s¨®lo un tanto de saque. Conchita acusa m¨¢s que Arantxa el paso de los a?os. Con 27, se aferra a su estilo, se ve obligada a pasar m¨¢s bolas que Arantxa, y no saca partido a su portentosa derecha. Y lo acaba pagando.
Otras tenistas, en cambio, no saben jugar de otra forma que arriesgando constantemente para marcar el ritmo del partido. Serena Williams es un buen ejemplo de ello. En su partido contra Arantxa cometi¨® 52 errores no forzados (una barbaridad) para lograr 45 golpes ganadores (12 de ellos de saque). En su global en cuatro partidos, Serena es la que en m¨¢s errores no forzados ha ca¨ªdo, con 143, pero tambi¨¦n es la que m¨¢s golpes ganadores ha conectado (118).
La consecuencia de todo ello es que, al menos en pistas duras e interiores, s¨®lo ganan quienes arriesgan. Conchita, acomodada a las pretaciones naturales de su juego, a¨²n va buscando el camino adecuado para poder mantenerse en la ¨¦lite. Arantxa, en cambio, ya lo ha encontrado.
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