El Prado realiza una restauraci¨®n "sin sorpresas" de "El jard¨ªn de las delicias"

El Museo del Prado present¨® ayer la restauraci¨®n del tr¨ªptico El jard¨ªn de las delicias, de El Bosco (hacia 1450-1516), con un resultado "absolutamente espl¨¦ndido y espectacular", seg¨²n el director, Fernando Checa. Durante a?o y medio, las restauradoras Roc¨ªo y Mar¨ªa Teresa D¨¢vila han trabajado en los talleres del museo, tras celebrarse un congreso internacional de expertos en 1997 sobre el grado de intervenci¨®n y aceptarse el patrocinio de la Fundaci¨®n Hieronymus, de Praga. "No hay sorpresas en la restauraci¨®n. No hacemos magia", afirma Mar¨ªa Teresa D¨¢vila.

La sala 56-A de la planta baja del Prado, en la zona dedicada a la pintura flamenca y alemana de los siglos XV y XVI, contiene obras de El Bosco, Platinir y Brueghel. Desde finales de julio, con motivo de la visita del presidente Aznar a las nuevas salas de Vel¨¢zquez, se ha incorporado el tr¨ªptico El jard¨ªn de las delicias, un ¨®leo sobre tabla realizado por El Bosco en la ¨²ltima etapa de su vida. Ayer se present¨® el nuevo montaje de la obra tras su restauraci¨®n, a la espera de que en enero se presente una exposici¨®n sobre el proceso t¨¦cnico y una monograf¨ªa sobre el pintor. De "trabajo excepcional" calific¨® la restauraci¨®n "de una de las diez obras m¨¢s importantes de la historia de la pintura" el presidente de la Fundaci¨®n Hieronymus, Robert Vurm, quien anunci¨® un pr¨®ximo proyecto con Patrimonio Nacional y una exposici¨®n de El Bosco en Rotterdam en el 2001.

La restauraci¨®n ha sido realizada por Roc¨ªo y Mar¨ªa Teresa D¨¢vila, con el estudio t¨¦cnico de Carmen Garrido y la coordinaci¨®n de Pilar Silva. Fernando Checa, director del Prado, donde se exponen siete obras de El Bosco, la mitad de su producci¨®n, dijo que la obra sale "en mejores condiciones", con unos criterios actuales que son "m¨¢s conservadores".

Para la restauradora Mar¨ªa Teresa D¨¢vila se trata de una restauraci¨®n "sin sorpresas", que no provocar¨¢ pol¨¦micas al hacerse "con rigor y objetividad". "Somos t¨¦cnicas que trabajamos con una seguridad bastante grande. La restauraci¨®n no es magia, est¨¢ basada en la documentaci¨®n".

El mayor problema de la obra procede de la humedad durante su estancia en el monasterio de El Escorial, hasta su pase en 1940 al Prado, que lleg¨® a afectar a la capa pict¨®rica. El trabajo, "sin invadir la pintura original", se ha dirigido a "mantener la unidad de la obra", seg¨²n Roc¨ªo D¨¢vila, tras un proceso que comprende el asentamiento del color, la afirmaci¨®n de partes desprendidas, barnices y estucados. "La obra hab¨ªa envejecido y estaba deteriorada por la fragilidad de la tabla. Tambi¨¦n influye que es un pintor genio, que investiga en los propios cuadros como prueban los dibujos subyacentes y la diferencia de materiales".

En este sentido, Carmen Garrido se?ala la eliminaci¨®n de retoques y repintes como los que ten¨ªan dos cerezas, que ahora vuelven a ser un trozo de coral, o la prolongaci¨®n de las figuras en el agua del lago.

El jard¨ªn de las delicias se presenta en un montaje donde se ven las grisallas de los reversos; el tercer d¨ªa de la creaci¨®n, que completa la secuencia de las tres escenas con el para¨ªso; el pecado y el infierno. "Por las ideas machistas se pens¨® durantes siglos que la mujer era el pozo de todos los males", explicaba ayer un gu¨ªa.