Descubierta a los 87 a?os la agente brit¨¢nica m¨¢s antigua del KGB
Melita Norwood, alias "Hola", inicio sus labores de espionaje en 1935
Melita Norwood, alias Hola, de 87 a?os de edad, acaba de ser desenmascarada como la agente brit¨¢nica m¨¢s antigua del KGB. La ha descubierto un ex esp¨ªa ruso. Su traici¨®n ha sido comparada en el Reino Unido con los legendarios Anthony Blunt y Kim Philby aunque, seg¨²n dicen, a ello s¨®lo le movi¨® su fuerte compromiso ideol¨®gico. El Ministerio del Interior ha dejado entrever que no piensa acusarla de alta traici¨®n.
Con su aspecto de fr¨¢gil ancianita que camina ayud¨¢ndose de un bast¨®n, Melita Norwood, ciudadana brit¨¢nica de 87 a?os, pasa inadvertida. Precisamente una de las cualidades m¨¢s preciadas para la secreta actividad que practic¨® durante m¨¢s de 40 a?os: el espionaje a las ¨®rdenes de la Uni¨®n Sovi¨¦tica. Desenmascarada ahora como la agente Hola en un libro firmado por Vasili Mitrokhin, un compa?ero ruso que abandon¨® el KGB llev¨¢ndose con ¨¦l documentos comprometedores, su traici¨®n ha sido comparada en el Reino Unido con la de esp¨ªas tan legendarios como Anthony Blunt y Kim Philby. La vida de la agente Hola, que reside desde hace 50 a?os en la misma modesta casa de Eastburne, en la costa inglesa, dista sin embargo de parecerse a la de sus exquisitos colegas. Philby y Blunt estudiaban en Cambridge junto con Guy Burgess, Donald MacLean y John Cairncross, cuando fueron reclutados en los a?os 30 por los servicios secretos sovi¨¦ticos y pasaron a llamarse "Los cinco magn¨ªficos".
Seg¨²n el rotativo The Times, que ayer desvel¨® las actividades de Melita Norwood y va a publicar la obra, Los archivos de Mitrokhin por entregas, a ella s¨®lo le movi¨® su fuerte compromiso ideol¨®gico. Sus cobros por los secretos militares que entregaba fueron m¨ªnimos. Tampoco quiso recibir de los rusos una pensi¨®n en reconocimiento a los servicios prestados. Advertido de sus pasadas actividades, el ministerio de Interior ha dejado entrever que no piensa acusarla de alta traici¨®n. La oposici¨®n conservadora, por el contrario, exige una explicaci¨®n y que se tomen medidas de inmediato.
Militante del Partido Comunista desde su juventud, Norwood trabajaba como secretaria de la Asociaci¨®n Brit¨¢nica de Investigaci¨®n de los Metales no Ferruginosos cuando ingres¨® en las filas del KGB en 1935. La empresa era en realidad una tapadera oficial que encubr¨ªa los experimentos brit¨¢nicos con armamento nuclear, y Hola era la secretaria de la direcci¨®n. Como era muy trabajadora y no despertaba sospechas, pudo fotografiar durante a?os los mismos documentos secretos que archivaba sin problemas durante el d¨ªa. En la mejor tradici¨®n del espionaje cl¨¢sico, luego entregaba el material a sus contactos sovi¨¦ticos en calles apartadas del sureste de Londres.
Seg¨²n el libro del ex agente Mitrokhin, en algunos momentos, el l¨ªder sovi¨¦tico Stalin sab¨ªa m¨¢s del arsenal nuclear brit¨¢nico que los propios miembros del gobierno brit¨¢nico del momento. "A mis a?os todo queda ya un poco lejano y borroso, pero nada de lo que hice fue por af¨¢n de lucro. Creo en la paz y en el socialismo y quer¨ªa que Rusia estuviera a la altura de Alemania y Estados Unidos. Volver¨ªa a hacerlo", ha admitido ahora Norwood desde el mismo domicilio al que regresaba hace medio siglo despu¨¦s de entregarle papeles confidenciales al KGB.
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