El Gobierno alem¨¢n respalda al alcalde de Mosc¨² en su campa?a para suceder a Yeltsin en el Kremlin
Alemania toma posiciones para el fin de la era de Bor¨ªs Yeltsin en Rusia. El canciller federal, Gerhard Schr?der, ha dado un espaldarazo al alcalde de Mosc¨², Yuri Luzhkov, durante la visita rel¨¢mpago que el rival del presidente ruso ha realizado a Berl¨ªn. Con muy poca anticipaci¨®n, Schr?der alter¨® su programa para recibir al pol¨ªtico ruso el 8 de septiembre. Luzhkov ha elegido bien el escenario para lanzar su campa?a internacional de imagen. Berl¨ªn se ha convertido en un s¨ªmbolo para reforzar la dimensi¨®n oriental de la pol¨ªtica exterior alemana y el mensaje que el ruso lanz¨® en esta ciudad, a 80 kil¨®metros de la frontera polaca y a poco m¨¢s de dos horas de vuelo de Mosc¨², se dirig¨ªa a la ¨¦lite pol¨ªtica europea. Tras criticar las recetas econ¨®micas de la "escuela de Chicago", el alcalde insisti¨® en que Rusia es "parte de Europa". "No se trata de Rusia y Europa", puntualiz¨®, "sino de Rusia en Europa".
Luzhkov fue el invitado de honor elegido por el Foro Ruso-Alem¨¢n (FRA), una influyente instituci¨®n que contribuye activamente a formar la opini¨®n de la ¨¦lite alemana ante Rusia, hab¨ªa sido anfitri¨®n de Luzhkov en diciembre de 1998. Entonces, el alcalde tambi¨¦n fue recibido por el canciller.
Corrupci¨®n en el Kremlin
Luzhkov dijo en Berl¨ªn que se inclinaba a creer en la veracidad de las acusaciones de corrupci¨®n contra Yeltsin y su familia y ret¨® al presidente a querellarse contra ellas para dejar a salvo su honor. "Personas que se agarran al poder, sobre todo en el entorno del presidente, est¨¢n a punto de tomar medidas anticonstitucionales en Rusia", dijo Luzhkov, quien expres¨® su deseo de que el presidente "no permita actividades anticonstitucionales" que "pudieran ser causa para incriminarlo, tambi¨¦n judicialmente". En Berl¨ªn, Luzhkov convers¨® m¨¢s de lo previsto tanto con el ministro de Exteriores, Joshka Fischer, como con Schr?der. El C¨¢ucaso del Norte centr¨® la atenci¨®n del canciller, que fue al grano en sus preguntas. Schr?der quiso saber cu¨¢nto puede durar el conflicto, qu¨¦ recursos tiene Rusia para afrontarlo y qu¨¦ peligros supone.
El traslado de las instituciones pol¨ªticas a Berl¨ªn obliga a Alemania a mirar m¨¢s atentamente hacia el Este. El Gobierno germano act¨²a como palad¨ªn de la ampliaci¨®n de la Uni¨®n Europea al Este, pero las dificultades t¨¦cnicas objetivas para adaptarse a la legislaci¨®n comunitaria dif¨ªcilmente permitir¨¢n acelerar los plazos de ingreso. En la Ostpolitik alemana, Rusia es un cap¨ªtulo muy diferente a Polonia, la Rep¨²blica Checa o Hungr¨ªa. En el terreno ruso, Berl¨ªn no dar¨¢ pasos relevantes hasta que se aclare el problema sucesorio en Mosc¨². "Todos los temas importantes est¨¢n paralizados hasta las elecciones", dice un funcionario implicado en las relaciones bilaterales.
Los dirigentes germanos no parecen experimentar especial entusiasmo por Vlad¨ªmir Putin, a quien Yeltsin quisiera ver como futuro presidente. Hasta ahora, Alemania no ha "desempolvado" para el ¨²ltimo primer ministro ruso la invitaci¨®n destinada a su antecesor, Sergu¨¦i Stepashin.
Putin es bien conocido en Alemania, tanto por su estancia en la RDA como miembro del servicio secreto sovi¨¦tico, como por haber acompa?ado al exalcalde de San Petersburgo Anatoli Sobchak, en sus viajes al exterior. Los periodistas, cuyos hijos se relacionaron con los de Putin en la escuela alemana de Mosc¨², saben que el primer ministro vive con el lujo de los "nuevos rusos" (m¨¢s caro que el de los antiguos miembros de la ¨¦lite sovi¨¦tica). Los occidentales, que en la primera mitad de los noventa quisieron recuperar las tradiciones de joyer¨ªa rusa y volver a producir los huevos Faberg¨¦ en San Petersburgo, recuerdan que Putin era tutor, en nombre del alcalde, de aquel proyecto que se hundi¨® por la corrupci¨®n en torno al mismo.
La entrevista de Schr?der y Luzhkov ha tenido como tel¨®n de fondo un debate sobre cu¨¢les son los intereses alemanes en Rusia. "Mejor una gran potencia conservadora que un cartel sin leyes en el Kremlin", escrib¨ªa Christian Schmidt-H?uer, el prestigioso comentarista de temas rusos, tras recomendar, desde las p¨¢ginas de Die Zeit, al Gobierno alem¨¢n que apueste por Yevgueni Primakov y por pol¨ªticos "que no son unos padrinos", sino "patriotas rusos".
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