El foro vigilante de Arteleku

Desde mayo de 1987, Arteleku, centro de arte de la Diputaci¨®n de Guip¨²zcoa, funciona como un lugar de investigaci¨®n y experiencia sobre las nuevas formas de arte y cultura. La din¨¢mica de estos a?os ha dispuesto el trabajo de sus artistas con una vocaci¨®n transversal, y los escultores se relacionan en sus talleres con los creadores de v¨ªdeo, los pintores con los lit¨®grafos y los especialistas en coreograf¨ªa con los creadores de instalaciones.En opini¨®n del director del centro, Xanti Eraso, la creaci¨®n ya no puede seguir siendo una actividad solitaria y sagrada. Ni es posible, a comienzos del siglo XXI, considerar al artista como una excepci¨®n genial ni el objeto de arte debe pretender una existencia trascendente. M¨¢s bien, siguiendo la misma secularizaci¨®n de la pol¨ªtica o del amor, el arte se seculariza en nuestro tiempo, adquiere una condici¨®n m¨¢s ef¨ªmera y aspira a una comunicaci¨®n m¨¢s amplia.

Dentro de Arteleku se ha celebrado desde 1991 un seminario anual al que han concurrido diversos especialistas para debatir sobre el siglo XXI. En esos simposios han participado, por ejemplo, estudiosos de la posmodernidad como Jean Fran?ois Lyotard o Gianni Vattimo; historiadores del arte como Jean Louis Maubant o el actual director del MACBA, Manuel Borja; el fil¨®sofo y alcalde de Venecia, Massimo Cacciari; antrop¨®logos al estilo de Marc Aug¨¦ o periodistas tan relevantes como el director de Le Monde Diplomatique, Ignacio Ramonet. M¨¢s analistas pol¨ªticos como Sami Na?r o dise?adores como Santiago Miranda y Perry King.

La tarea de estos seminarios, que ha dirigido siempre el catedr¨¢tico Francisco Jarauta, ha sido la ambiciosa exploraci¨®n de las tendencias que pueden configurar la sociedad y la cultura de los pr¨®ximos a?os. De hecho, este foro ha constituido, junto al Foro de los Noventa en Murcia, uno de los pocos intentos organizados en Espa?a para elaborar dispositivos te¨®ricos ante las nuevas y decisivas cuestiones que plantea el fen¨®meno de la mundializaci¨®n, la disipaci¨®n de los viejos paradigmas y la emergencia de interrogantes sobre la identidad de los espacios contempor¨¢neos.