Entra en acci¨®n en Colombia la primera unidad antidrogas adiestrada por EE UU

Una nueva etapa en la lucha contra el narcotr¨¢fico comenz¨® ayer en Colombia. A las dos de la tarde (hora local), y en presencia de representantes del Gobierno estadounidense, el presidente Andr¨¦s Pastrana puso en marcha el primer batall¨®n del Ej¨¦rcito dedicado en exclusiva a la erradicaci¨®n del negocio de la droga. Su funci¨®n principal, a partir de ahora, ser¨¢ "combatir a los grupos armados que protegen las estructuras del narcotr¨¢fico", como dijo el general Fernando Tapias, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, en una entrevista.El nuevo batall¨®n, compuesto por 1.000 soldados -y que cuenta con el respaldo acad¨¦mico, t¨¦cnico y econ¨®mico de EEUU-, recibi¨® un intenso entrenamiento ocho meses dirigido por 65 instructores estadounidenses en la base militar de Tolemaira, a unos 100 kil¨®metros al suroeste de Bogot¨¢. All¨ª se realiz¨® ayer la entrega de las armas a la nueva unidad.

El batall¨®n nace con un objetivo ambicioso: establecer un r¨¦cord de erradicaci¨®n de cultivos ilegales -para lo que recibieron preparaci¨®n t¨¦cnica- y la captura de guerilleros que, seg¨²n el Ej¨¦rcito, tienen nexos con el narcotr¨¢fico.

Seg¨²n el general Tapias, la guerrilla "no debe temer al nuevo batall¨®n si es cierto que tiene la intenci¨®n de erradicar el narcocultivo". Pero para la insurgencia, esta nueva unidad no es m¨¢s que una tapadera: la v¨ªa con la que el Gobierno, con ayuda estadounidense, combatir¨¢ a los rebeldes. "Se inicia una nueva etapa en la confrontaci¨®n armada; se inicia una nueva modalidad de ayuda de Estados Unidos al Ej¨¦rcito colombiano; se inicia una nueva estrategia de acci¨®n contra la guerrilla", asegur¨® a este peri¨®dico el analista Alfredo Rangel.

El nuevo batall¨®n de ¨¦lite, con gran capacidad de movilizaci¨®n, dotado de un moderno y sofisticado equipo militar, de campa?a y de comunicaciones -"supera con creces el promedio del resto de las fuerzas de choque del Ej¨¦rcito", afirma Rangel-, empezar¨¢ a operar en la provincia del Putumayo, al sur del pa¨ªs, cerca de la frontera con Ecuador. Seg¨²n el espionaje estadounidense, los cultivos ilegales de coca pueden llegar a alcanzar en esa zona las 100.000 hect¨¢reas. All¨ª act¨²an dos frentes (una especie de batallones) de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), y varios escuadrones de paramilitares de extrema derecha. A finales de julio, en las monta?as que separan el gran Putumayo amaz¨®nico del peque?o Putumayo andino, se estrell¨® un avi¨®n esp¨ªa estadounidense.

Muchos son los que pronostican que esa problem¨¢tica provincia colombiana se convertir¨¢ en los pr¨®ximos meses en el mayor foco de enfrentamiento en el pa¨ªs. "Las FARC tratar¨¢n de demostrar la ineficacia de esta estrategia en zonas cocaleras, y el Ej¨¦rcito tratar¨¢ de conseguir lo contrario", opina Rangel. Hasta el momento, en Putumayo no se han realizado programas de fumigaci¨®n, pero se prev¨¦ que empiecen pronto con el apoyo en tierra del batall¨®n antinarc¨®ticos.

El riesgo de fumigar

Ricardo Argas, que desde hace a?os ha estudiado el asunto de la fumigaci¨®n de cultivos ilegales, sostiene que Putumayo se convertir¨¢ en "una de las principales zonas en las que se llevar¨¢ a cabo una acci¨®n militar envolvente con consecuencias catastr¨®ficas". Entre los muchos hechos que, seg¨²n ¨¦l, sustentan esta posibilidad est¨¢ la actitud de la guerrilla. Tienen un comportamiento pragm¨¢tico frente a la poblaci¨®n. ?ste se basa m¨¢s en un c¨®digo de guerra y en el pago de impuestos derivados de los beneficios de la coca, que en una legitimaci¨®n pol¨ªtica s¨®lida. "Frente a una agresi¨®n del Estado con la fumigaci¨®n de cultivos y con la acci¨®n combinada del Ej¨¦rcito, la poblaci¨®n ver¨ªa en la guerrilla una posibilidad de defensa de su econom¨ªa".Los frentes de las FARC que act¨²an en la regi¨®n son el 48 y el 32. Seg¨²n varias hip¨®tesis, ¨¦stos podr¨ªan ser los autores del secuestro de extranjeros, como el de los espa?oles ocurrido hace tres d¨ªas en Ecuador. Oficialmente, no se ha dicho nada en Colombia. El general Tapias asegur¨® ayer "que todo apunta" a que fueron las FARC, pero no lo confirm¨®.

Otros, como Rangel, no descartan que detr¨¢s del m¨²ltiple secuestro est¨¦n los paramilitares: "Ellos s¨ª est¨¢n interesados en recalentar las fronteras", opina.