Gorbachov vuelve a Mosc¨² para enterrar a su esposa Ra¨ªsa

"Se acab¨® todo", asegur¨® el expresidente sovi¨¦tico Mija¨ªl Gorbachov al aterrizar ayer en el aeropuerto moscovita de Vnukovo en un avi¨®n especial enviado por su sucesor en el Kremlin, Bor¨ªs Yeltsin, para transportar el cad¨¢ver de su esposa, Ra¨ªsa, que falleci¨® el martes en Alemania, a los 67 a?os, como consecuencia de una leucemia. "Nos fuimos hace m¨¢s de dos meses con grandes esperanzas, y las conservamos hasta hace dos o tres d¨ªas", asegur¨® un sollozante Gorbachov. "Fue una enfermedad terrible, los m¨¦dicos hicieron cuanto estuvo en su mano (...) Ahora ya no siente dolor". La que fue primera dama de la perestroika ser¨¢ enterrada ma?ana en el cementerio de Novod¨¦vichi, cerca de las tumbas del exl¨ªder sovi¨¦tico Nikita Jruschov, el compositor Sergu¨¦i Prok¨®fiev, los literatos Ant¨®n Ch¨¦jov y Nikol¨¢i G¨®gol, y el cineasta Sergu¨¦i Eisenstein. Hoy, el ata¨²d con su cuerpo se expondr¨¢ en la Fundaci¨®n de Cultura Rusa, que un d¨ªa presidi¨®.Los peri¨®dicos rusos dedicaban ayer amplios espacios a la noticia de la muerte de Ra¨ªsa Gorbachova aunque alguno, como el prestigioso Kommersant, no la llevaba a su primera p¨¢gina. S¨®lo era la apertura del semanario Novedades de Mosc¨² (que jug¨® un importante papel durante la perestroika) y del diario Izvestia (antiguo ¨®rgano del S¨®viet Supremo de la URSS).

En algunos medios se destacaba que fue la primera y ¨²nica primera dama que tuvo la Uni¨®n Sovi¨¦tica, rompiendo la tradici¨®n de que las esposas de los l¨ªderes permaneciesen en la sombra. Como Gorbachov, Ra¨ªsa fue mejor comprendida en el extranjero que en su pa¨ªs, que tal vez no estaba preparado para asimilar a alguien de la proyecci¨®n p¨²blica de una Nancy Reagan o una Hillary Clinton.