Gracia Querejeta crea una cumbre de 'amor loco'
La cineasta espa?ola compone con sus cinco portentosas actrices un audaz, bell¨ªsimo y emocionante melodrama
La inagotable met¨¢fora del amor loco, que los poetas surrealistas heredaron de la pasi¨®n rom¨¢ntica y elevaron a signo de supremo poder transgresor de la libertad, sigue dando frutos. Uno de ellos apareci¨® ayer aqu¨ª. Su t¨ªtulo suena a t¨®pico de bolero melodram¨¢tico, Cuando vuelvas a mi lado, y probablemente es lo que suena.Los melodramas nobles, y ¨¦ste es uno de ellos, se construyen con materiales de derribo, con escombros del sentimentalismo popular, y, su nombre lo dice, son melo, m¨²sica, es decir, artificios art¨ªsticos supeditados a las leyes de la armon¨ªa. De ah¨ª que su discurso sea equilibrado y pudoroso hasta el susurro, incluso cuando cuentan dramones atronadores y desmelenados. Uno de estos truenos apacibles, delicada y en¨¦rgicamente dirigido por Gracia Querejeta, son¨® ayer aqu¨ª, y probablemente es lo que suena.
Los grandes melodramas, y en cabeza los de amor loco, son representaciones calenturientas de la vida familiar y tienen como escenario, o campo de batalla, las esquinas oscuras de las relaciones, mucho m¨¢s intrincadas y menos ang¨¦licas de lo que parecen, entre padres e hijos. Esta materia argumental los convierte en aventuras, o desventuras, ¨ªntimas, sumergidas de paredes adentro. De ah¨ª que haya que representarlos en forma de tragediones del mundo cotidiano, por lo que para ser convincentes requieren int¨¦rpretes excepcionales, capacitados para hacer suyos los actos y las palabras de lo desmesurado con la mesura y el tacto de quien hace caricias como pu?etazos o dice gritos a media voz.
Meandros
Uno de estos repartos excepcionales, capaces de sostener en pie un genuino drama de amor loco, como el que vertebra Cuando vuelvas a mi lado, es el que forman las cinco actrices de esta pel¨ªcula. Se llaman Marta Belaustegui, Adriana Ozores, Mercedes Sampietro, Julieta Serrano y Rosa Mariscal. Son las cinco esquinas de un gui¨®n tan exacto como una figura geom¨¦trica, cuyo centro es un hombre, Jorge Perugorr¨ªa, que una vez hizo girar las vidas de estas mujeres alrededor suyo, las marc¨® y se fue, dej¨¢ndolas como herencia el silencio. Hace falta el genio de la contenci¨®n para ser Electra o Medea en voz baja, y estas inmensas actrices poseen ese genio. Su trabajo es asombroso; la graduaci¨®n de las construcciones de sus personajes es tan precisa que no parece superable. Su paso por la pantalla deja un rastro de elegancia conmovedora, hasta el punto de que lo mejor de esta peque?a obra maestra comienza precisamente cuando acaba, y comenzamos a contarnos a nosotros mismos qu¨¦ hay de misterio en tan di¨¢fano relato o poema.
Gracia Querejeta realiz¨® en 1991 Una estaci¨®n de paso, su primer largometraje, e hizo en ¨¦l una incursi¨®n l¨ªrica muy bonita dentro de paisajes de su infancia y adolescencia madrile?as; y cinco a?os despu¨¦s, en 1996, se meti¨® con solvencia en los corrales ajenos de El ¨²ltimo viaje de Robert Rylands, una buena pel¨ªcula fr¨ªa. Pero ahora se deja de tiernas nostalgias de aprendiza y de ejercicios de alta profesionalidad y entra de lleno, sin barreras protectoras, a cuerpo limpio, en un asunto suyo y de todos, universal, en¨¦sima derivaci¨®n de los mitos milenarios de Electra y Edipo, no sujetos a la erosi¨®n del tiempo. Hace en Cuando vuelvas a mi lado por fin cine, adem¨¢s de bueno, adulto; de los que plantan cara y echan a andar sin muletas literarias, con armas del lenguaje estrictamente cinematogr¨¢fico, a una de las cuestiones mayores de la existencia.
Su sereno y apasionado viaje al abrupto cruce de caminos surreal del amor loco, a la transgresi¨®n del poema tr¨¢gico, tiene el empuje, el sentido de lo indirecto, la sencillez y la ejemplaridad moral de las obras maestras. Es cine muy complejo resuelto con el don de la simplicidad, con el trazo transparente y en¨¦rgico de un circunloquio parad¨®jicamente rectil¨ªneo. Ha aprendido Gracia Querejeta que en el gran cine la rectitud se mueve por los misteriosos meandros del rostro humano y en consecuencia ha hecho que su pel¨ªcula sea de sus actrices antes que de ella misma.
Babelia
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