?El fin de una siesta de 19 a?os? GERM? BEL
Pryca y Continente han anunciado su fusi¨®n. El objetivo, se dice, es el inter¨¦s de la distribuci¨®n comercial francesa en prevenir el ataque de gigantes estadounidenses como Wal-Mart. Pero los efectos del nuevo grupo sobre el mercado son inquietantes. Ha surgido gran preocupaci¨®n a causa de la dimensi¨®n de la cadena resultante, que ostentar¨¢ el liderazgo en el sector en Catalu?a. Esta dimensi¨®n le conferir¨¢ una posici¨®n de dominio en algunas zonas del territorio. De ah¨ª pueden emerger problemas, si esta empresa dominante abusa de su poder de mercado y lo utiliza para perjudicar a la competencia existente, o para prevenir la aparici¨®n de competencia en el futuro. ?Cu¨¢les son los principales riesgos que genera el proceso de concentraci¨®n? En general, existe un acuerdo entre los expertos en considerar que los precios para los consumidores pueden descender un poco: al reducir costes, la cadena puede realizar pol¨ªticas de precio m¨¢s agresivas. Por ah¨ª no parecen existir riesgos de perjuicio para los consumidores; nada indica que vayan a subir los precios. Pero diferente es el caso de los proveedores de las grandes cadenas de distribuci¨®n. La concentraci¨®n desequilibra el poder de negociaci¨®n entre cadenas y proveedores a favor de las primeras. Esto puede generar condiciones contractuales realmente gravosas para la parte d¨¦bil, es decir, el proveedor, especialmente el local. Si ¨¦ste es el riesgo m¨¢ximo, la v¨ªa para solucionarlo est¨¢ al alcance de las autoridades pol¨ªticas espa?olas y catalanas: promulgar normas que regulen de forma m¨¢s estricta las condiciones de negociaci¨®n entre grandes compradores y peque?os y medianos proveedores. Por ejemplo, se pueden endurecer los periodos m¨¢ximos para el pago, y el derecho irrenunciable a la percepci¨®n de intereses si el pago se demora demasiado, por causa de fuerza mayor. No es preciso esperar ning¨²n dictamen de la Comisi¨®n Europea para avanzar por esta v¨ªa. Sin embargo, en la actual ret¨®rica pol¨ªtica sobre la fusi¨®n Pryca-Continente no parece avanzarse hacia lugar alguno. El Gobierno de CiU da muestras, muy expresivas, de estar preocupado por esta operaci¨®n empresarial. Ha emprendido estudios sobre grados de concentraci¨®n de la oferta comercial en algunos municipios muy poblados de Catalu?a, y ha encontrado que la presencia Pryca-Continente en algunos de ellos supera el 33%. Pero es muy dif¨ªcil que las autoridades europeas consideren seriamente los estudios de la Generalitat, que ha forzado un poco los datos, en su af¨¢n por sobredimensionar el ya de por s¨ª preocupante grado de concentraci¨®n. Y sobre todo, la dimensi¨®n geogr¨¢fica local no parece la m¨¢s adecuada para fundamentar decisiones de la Comisi¨®n Europea. Afortunadamente, cabe a?adir. Porque si la dimensi¨®n local o microterritorial fuera la de referencia, las decisiones de la Comisi¨®n Europea podr¨ªan afectar muy negativamente a cadenas de ra¨ªz aut¨®ctona como Caprabo. Hasta que la fusi¨®n no se complete, Caprabo es la l¨ªder de la gran distribuci¨®n en Catalu?a, con el 14% del mercado. Si la Comisi¨®n Europea fuera un poco m¨¢s all¨¢ de la veintena de municipios estudiados por la Generalitat, podr¨ªa apreciar la existencia de un monopolio casi absoluto de Caprabo en muchas zonas y, como dice el consejero Subir¨¤, "obviamente, esto ha de tener consecuencia". Tras unas semanas de hiperactivismo medi¨¢tico de la Generalitat y de proclamas ret¨®ricas a favor de la competencia, queda la sensaci¨®n de que, efectivamente, el 17 de octubre hay elecciones, las percepciones del sector del peque?o y mediano comercio son muy importantes, y hab¨ªa que improvisar alguna actuaci¨®n. No importa mucho que lo que se est¨¦ haciendo no conduzca a ning¨²n lugar y que no se haga nada de lo que ser¨ªa realmente importante: trabajar con las autoridades espa?olas para regular las condiciones contractuales entre grandes compradores y proveedores. Este punto es clave para compensar la debilidad de los proveedores y para evitar que las grandes cadenas abusen del poder de compra para dificultar la competencia al comercio medio. Aunque tambi¨¦n se podr¨ªa pensar que la esterilidad de la acci¨®n emprendida por la Generalitat es fruto de su falta de pr¨¢ctica a favor de la competencia. CiU parece haber despertado de una larga siesta de 19 a?os, en los que se hab¨ªa erigido en campeona de las restricciones a la competencia. Para bot¨®n de muestra est¨¢ su obsesi¨®n por el control de horarios y d¨ªas de apertura en el comercio. Tambi¨¦n es bueno traer a la memoria c¨®mo consigui¨® CiU eliminar la ampliaci¨®n del periodo de rebajas del comercio y la inmediata liberalizaci¨®n total del gas natural del paquete de medidas contra la inflaci¨®n que Rato present¨® en abril. Al final pasa lo que pasa. Tras 19 a?os de defensa de monopolios y de pol¨ªtica contra la competencia, CiU ni sabe c¨®mo defenderla ni tiene credibilidad ante las instituciones que tomar¨¢n las decisiones. La esterilidad de la acci¨®n de la Generalitat ante la fusi¨®n Pryca-Continente es una met¨¢fora algo inoportuna del agotamiento de una forma de hacer pol¨ªtica.
Germ¨¤ Bel es profesor de Econom¨ªa de la Universidad de Barcelona.
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